Buenos Aires, 4 de diciembre de 2018. Basta con explorar un poco el mundo virtual para encontrarse anuncios como el publicado en el portal CasaresHoy, del oeste de la provincia de Buenos Aires, que oferta "un nuevo y excelente servicio", brindado por una empresa de Pehuajó: Tour de compras a Flores y Once por sólo $650 ida y vuelta. Más modesto, el portal Seguí Noticias, de esa localidad entrerriana, anunciaba a fines de 2016 que se estaba organizando un viaje, con fecha a confirmar, con el mismo objetivo. El micro proyectaba salir desde Cerrito (también Entre Ríos, pero más al norte), pasar por María Grande, Viale y Seguí, levantando pasajeros para luego rumbear hacia Buenos Aires.

En cambio, desde Córdoba capital estiman un mínimo de 50 micros diarios, según publicó el diario La Voz del Interior el año pasado. Todos desde terminales improvisadas, que eluden la fiscalización de las medidas de seguridad de los vehículos y choferes. La situación se refleja en las redes, con comentarios de usuarios que valoran la experiencia, aún con sus riesgos. Sebastián por caso, publicaba a fines de 2014: "Once Bus se podría considerar un Life hack (truco, en inglés) interesante, si no te importa vivir al filo de la ley. Todos los días, Once Bus saca uno o dos colectivos a Buenos Aires, que llevan gente a las zonas mayoristas a hacer compras y por la tarde los traen de vuelta".  Y agregaba: "El tema es que vos podés irte en el servicio de un día y volver en el de un día diferente, entonces, por un valor irrisorio (posta, será menos de la mitad de lo que cuesta un bondi bien) podés viajar a Buenos Aires en colectivos que, contrario a lo que uno pensaría, no están destruidos, no son mugrosos ni representan un peligro sobre ruedas."

Otra usuaria coincidía "Desde este lugar, salen uno de los tantos colectivos que van a la gran ciudad para compras de ropa. Mucha gente de Córdoba capital y de las ciudades aledañas viven de esto, de comprar mercadería, ropa en Flores, Once y La Salada, volver a Córdoba y re venderla (…) pero tiene alguna que otra contra, el horario de llegada, capaz es muy temprano, y que corres el riesgo de que te pare gendarmería a la vuelta por exceso de bulto."

El imán que atrae a tantos y de tan lejos es claro. Lo dijo Miss Bolivia. Variedad y precio en pocas cuadras. Como publicó el portal de TN, "Hace unos meses y como suele hacer con algunas invitadas, Mirtha Legrand le pidió a Miss Bolivia que mostrara su look frente a la cámara. ´Todo es de Once´, aseguró. Y detalló ´Estos zapatos me los compré en Once´, siguió mientras mostraba unas botas tipo borcego. ´Este chupín es de un amiga mía, esta camisa es de feria americana y esta campera la compré también en un negocio de Once´, agregó. En lugar de desandar Rivadavia, Pueyrredón y Corrientes, Miss Bolivia prefiere perderse por las calles de adentro, según qué prenda busque. ¿Su itinerario? "A Valentín Gómez voy por la ropa interior, Larrea es una buena calle para conseguir gorros. También tomo Castelli cuando necesito remeras. Aunque a veces también entro en algunas de las galerías de Corrientes".

Sin embargo, no todo es comprar bueno y barato. "Al barrio de Once lo visitan unas 76 mil personas a diario de acuerdo a los datos del Ente de Turismo de CABA. El volumen de turistas internacionales lentamente se acrecienta con aquellos visitantes que se dejan deslumbrar por sus matices. Cada vez es más frecuente escuchar otros idiomas, y no por sus habitantes, sino por los turistas que están llegando", comentaba un comerciante gastronómico según publicó Infobae. Es que "con una esencia comercial y multiétnica, el barrio sorprende por su esplendor arquitectónico, rasgos de un pasado luminoso, y un presente vibrante", escribía el colega Juan Dillon allí el 12 de setiembre pasado. 

Claro que tanto tour de compra, con carga de grandes bultos al regreso, invade muchas veredas del barrio, agregando obstáculos al tránsito de vehículos y peatones en una zona de por sí sobrecargada. Se estima que por día llegan 3.500 pasajeros en unos 70 micros, que estacionan en la calle desde la madrugada hasta las 18 ó 19 horas, sin mayores condiciones de comodidad ni higiene, tanto para los pasajeros como para los choferes.

Pese a lo que puede suponerse, la ilegalidad no es total. "Estas empresas violan la modalidad: sacan permiso de turismo para tours, pero ofrecen servicio de venta de pasajes regular, con paradas preestablecidas. Entonces funcionan como si fueran de larga distancia, pero no cumplen con las obligaciones que ese rubro tiene, como condiciones de seguridad, derechos laborales, horarios fijos, y pago de impuestos y de uso de terminal o dársena", explicó un vocero de la Cámara de Empresas de Micros de Larga Distancia (CELADI). Así es como consiguen precios más competitivos, sostienen desde esa cámara, que pueden ser "de hasta un 50% menos que los ofrecidos por las compañías en regla".

 

Desde la Comisión Nacional de Regulación del Transporte (CNRT) indican que hay controles diarios en la zona y en otros barrios porteños. Este año ya se labraron 773 infracciones y  retuvieron 22 unidades por transporte ilegal o violación a la modalidad para la que están habilitados, uno de ellos en Once.

 

                                          Norberto Alonso

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