Comunales | Recorriendo el barrio

Joyas arquitectónicas

La Casa de los Lirios es uno de los edificios más representativos del Art Nouveau en la ciudad de Buenos Aires, Argentina. Se encuentra en Avenida Rivadavia 2027 y 2031, en el barrio de Balvanera, y fue construido hacia 1903 o 1905 para Miguel Capurro. El proyectista fue el ingeniero argentino Eduardo S. Rodríguez Ortega, que ha sido catalogado como un admirador del arquitecto Antonio Gaudí. A pocas cuadras del Obelisco porteño, este majestuoso palacio del siglo XX sigue captando la atención de los peatones al recorrer la emblemática avenida Rivadavia. Buenos Aires, 19 de noviembre de 2024. La Casa de los Lirios es un edificio de viviendas, con planta baja y tres pisos altos. En la primera, se encuentra hacia el centro el acceso a las viviendas (en un volumen que sobresale), y dos locales comerciales, uno a cada lado. La puerta principal lleva a un vestíbulo que conduce a la escalera y ascensor, y los comercios ocupan casi la totalidad de esa planta. Los pisos superiores son simétricos, al igual que la fachada, y poseen dos departamentos cada uno.

La gran protagonista del edificio es la fachada. Se trata de uno de los ejemplos más reconocidos de la corriente catalana del modernismo que surgió en Europa contra la tendencia académica de la arquitectura, a comienzos del siglo XX. En términos arquitectónicos, la fachada es orgánica, lo que significa que tiene su inspiración en la naturaleza, el movimiento y las ondulaciones, haciendo alusión al movimiento Art Noveau de la época.

Es por la ornamentación que insinúa tallos y flores de lirio, que la casa recibió el nombre con el cual se la conoce. El capitel y los manojos de jacinto que rodean todo el frente le dan un aspecto casi fantasmal, que más envuelve y más domina cuanto más se contemplan sus balcones y la totalidad del frente, este es un trabajo de artesanía puro. Las curvas clásicas de la herrería en el Art Nouveau tienen una armoniosa prolongación en la mampostería de los bow-window que conforman el centro del mismo, en cada uno de los pisos. Se puede observar en los detalles de las ménsulas que sostienen el balaustre superior y el degrade escalonado de cada uno de los planos del mismo.

En la cornisa, el volumen central está coronado por un gran rostro de un anciano realizado en yeso, con sus cabellos extendidos ocupando todo el remate que algunos lo asocian con el dios del viento Eolo y otros con Neptuno, señor de los mares. En ambos casos, la imagen "representa el viento, la libertad, la búsqueda de algo nuevo".

La puerta de acceso está realizada en hierro, al igual que las rejas de los balcones, y presenta un patrón similar al de los cabellos que decoran la cornisa. Por último, las ventanas y balcones están ornamentadas con troncos, tallos y flores, mostrando la capacidad de manejo de los materiales que se había alcanzado en la época para expresar formas fluidas y vivas. En la actualidad un edificio es considerado Representativo por el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, y cuenta con un nivel integral de protección.

Otro edificio que honra la memoria de Gaudí es el "No Hi Ha Somnis Impossibles". Este se encuentra en misma avenida Rivadavia, pero al 2009 y también es autoría de Rodríguez Ortega. El mismo exhibe y realza la impronta del español con su cúpula de 952 piezas de vidrio espejado. El nombre del edificio fue nombrado con la leyenda en lengua catalana "No Hi Ha Somnis Impossibles" que significa "No hay sueños imposibles" y se deja ver en una pared de la construcción.

Quién fue Gaudí

Antoni Gaudí fue un arquitecto catalán reconocido internacionalmente como uno de los expertos más prodigiosos de su disciplina y uno de los máximos exponentes del modernismo. Fue y su legado sigue llamando la atención por ser artífice de un lenguaje arquitectónico único y personal e incomparable. Tenía facilidad para imaginar los espacios y la transformación de materiales que prosperó hasta convertirse en el genio de la creación en tres dimensiones que posteriormente demostraría ser.

Consideraba a la naturaleza como su gran maestra y transmisora del conocimiento más elevado por ser la obra suprema del Dios. De esta manera Gaudí encontraba la esencia y el sentido de la arquitectura siguiendo sus patrones y siempre respetando sus leyes, sin copiarla para hacer de su arquitectura la obra más hermosa, sostenible y eficaz posible. Así llegó a concluir en que: “La originalidad consiste en volver al origenâ€.

En el año 1870 se trasladó a Barcelona para seguir la carrera de arquitectura mientras se la rebuscaba con diferentes trabajos para costear sus estudios. Era un alumno un tanto irregular, pero con un talento innato que perfeccionó y le abrió puertas como llegar a ser colaborador de sus profesores.

Se recibió en 1878 y puso su estudio de arquitectura en Barcelona donde comenzó a forjar su legado arquitectónico, el cual es gran medida es considerado Patrimonio de la Humanidad. Entre sus obras maestras se encuentran la Torre Bellesguard, el Park Güell, la restauración de la catedral de Mallorca, la iglesia de la Colonia Güell, la Casa Batlló, La Pedrera y, finalmente, la Sagrada Familia.

Gaudí murió el 10 de junio de 1926 pero su legado sigue siendo una inagotable fuente de estudio e inspiración para estudiantes de Arquitectura y una opción que tiene el mundo y la Ciudad de Buenos Aires con los homenajes que le realizaron en diferentes puntos de la ciudad, sobre todo los mencionados en la Avenida Rivadavia.


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