Comunales | Nueva novela de María Pía López

Miss Once

Se conoció Miss Once, el nuevo libro de María Pía López. Presentada en el bar del Centro Universitario de Idiomas (CUI) en Junín 224, y publicada por Paradiso Ediciones, la nueva novela de López relata historias de personas que habitan el barrio de Once. Buenos Aires, 26 de mayo de 2015. Socióloga, ensayista, docente e investigadora de la UBA, María Pía López es, desde hace ya muchos años, una de las cabezas más lúcidas y claras que ha aparecido en el mundo del pensamiento crítico y transformador de la Argentina. A esos títulos suma su condición de vecina del barrio y titular del Museo del Libro y de la Lengua, dependiente de la Biblioteca Nacional. Precisamente sus recorridos entre Once y Recoleta fueron el origen de su nueva novela, presentada hace pocos días, llamada “Miss Once”.

Autora de importantes trabajos como Lugones, entre la aventura y la cruzada, Mutantes. Trazos sobre los cuerpos o la novela No tengo tiempo, su rostro se ha vuelto familiar en los últimos tiempos no solo por sus aportes escritos, también por su alta exposición en distintos debates públicos sobre temas de la política actual o de la disputa intelectual. Es, además de colaboradora habitual de Página 12 y coeditora de la revista El ojo mocho, miembro de Carta Abierta.

Vecina de Balvanera, sus escritos reflejan el barrio. Más precisamente el Once. Nucleo fundacional del rectángulo urbano hoy conocido como Balvanera, en recuerdo de la primera parroquia aquí establecida.

María Pía López puso el acento en sus peculiaridades en Miss Once, su nueva novela, publicada por Paradiso. “La idea original era un poema que contara el trayecto de Once a Recoleta, de casa al trabajo, y eso se diluyó hasta ser una de las tres partes del libro”. Así, alternando “De casa la trabajo” con “Historias” (“la parte ficcional del libro”) y “Once” (una serie de impresiones sobre hechos y personajes históricos del barrio), tomó forma la cuarta novela de López. “Quise captar en forma impresionista el tránsito de mi casa al trabajo, con los contrastes que hay en el medio, pero el poema largo que tenía en mente se volvió ficción, el impresionismo quedó de lado. La narrativa es más afín al movimiento totalitario de concentrar toda o casi toda la historia nacional en unas pocas manzanas”, dice.

María Pía López escribe con una convicción: hay que refundar la Patria. Miss Once participa de esa convicción (al mismo tiempo trágica y festiva, como corresponde a toda incertidumbre: "Inconmensurable es el ansia de felicidad humana, casi tanto como infinito el dolor del mundo") y lo hace poniendo una piedra fundacional en Balvanera, Miserere, Once, los nombres con los que, según las épocas, se fue reconociendo la barriada en la que la escritora (personaje de su propia novela) vive.

María Pía López encuentra la posibilidad de felicidad (pero también la de la muerte y la desesperanza) en las calles que el traslado de la Estación del Parque convirtió en el puerto ferroviario en el que desembarcaba la Pampa entera. María Pía magistralmente teje las historias pequeñas y nunca contadas de los actuales habitantes del barrio: Beto y Mario, que arreglan celulares; Jenifer, una estudiante de cosmetología que ha quedado embarazada y recurre a los servicios de Elba, una docta vecina y clienta de Mario; Diótima, una prostituta.
Miss Once, retrata el vértigo social y multicultural de un barrio que alberga gran parte de la historia porteña: desde las invasiones inglesas hasta la tragedia ferroviaria de Once.

Miss Once es una demente, trans y alegórica, se nos dice, que lo conoce todo y a quienes todos conocen. Y los inmigrantes judíos, coreanos, dominicanos que pueblan la fantástica arquitectura soñada por italianos aventureros dan a cada centímetro del barrio un toque al mismo tiempo arcaico y futurista.

La autora refiere “Quise mostrar la tristeza de la vida de las personas más desdichadas de Once, evitando que la narración se fuese a lo sórdido, de no caer en mecanismos obtusos del dolor.” Contar la historia de este barrio es un poco hablar de la historia de toda la ciudad. Ella lo señala. “Muchos episodios de la historia argentina pasaron por Once o cerca. Borges toma el Palermo criollo, del orillero, el malevaje… y Once no es el gaucho, sino el inmigrante, con capas que se van superponiendo, una gran Babel: judíos, árabes, coreamos, senegaleses. Vivo acá hace 16 años y me gusta mucho, sobre todo la sensación de barrio heterogéneo y políglota. Salís a la calle y escuchás voces de otros lugares todo el tiempo. No encontrás eso en ninguna otra parte de la ciudad. Encontrás los locales de telas, que son un mundo maravilloso, que a mí me gusta mucho, como el que se ve en El abrazo partido, la película de Daniel Burman.”

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