Porteñas | Caos de tránsito

La aventura de cada día

Pasa el tiempo y Buenos Aires está cada vez más obstruida. A los que habitan el distrito se le suman los millones de argentinos que llegan a diario para trabajar, estudiar y disfrutar de las diversas actividades que brinda la ciudad. Así el traslado de un punto a otro se convierte en una aventura diaria, cuyo tiempo apenas puede anticiparse. Buenos Aires, 2 de enero de 2018. Calles cortadas, bicisendas, vehículos mal estacionados, embotellamientos, grandes masas de automóviles particulares y un transporte público colapsado, hacen que muchas veces movilizarse sea una verdadera "odisea". Diez años de gestión macrista no pudieron mejorar este caos. 

Muchas veces es el propio gobierno el que lo acentúa, planeando mal obras que se superponen unas con otras y generan zonas por las que es imposible circular. Otras veces, ordena operativos de seguridad desmesurados que, además de militarizar barrios enteros, como fue el caso del debate parlamentario del nuevo régimen de cálculo previsional, le perturban la vida a todos los que transitan en las inmediaciones.

A eso se agregan contenedores en las calles, sumando obstáculos, bicisendas de doble mano que empequeñecen calles de por sí estrechas y generan riesgos de accidentes con peatones que no están atentos, camiones de reparto estacionados en doble fila a toda hora, ómnibus de larga distancia esperando pasajeros en cualquier lado y la ausencia de una policía de tránsito que haga valer las normativas vigentes y sancione las faltas cometidas. Pese a la multiplicada presencia callejera de efectivos de la nueva policía de la ciudad, estos agentes parecen no tener entre sus responsabilidades controlar el tránsito ni garantizar la seguridad de los vecinos. Sólo mostrarse.     

La conversión de avenida Santa Fe y de avenida Pueyrredón en vías de doble mano no trajo ningún beneficio palpable y empeoró, en el segundo caso, el tiempo de viaje de decenas de miles en los horarios pico. Las nuevas obras del Once peatonal, que son bienvenidas, harán más difícil el tránsito en la zona.

Aunque el Ejecutivo aplicó diversas políticas para desincentivar el uso del automóvil particular, en su mayoría no son efectivas, debido a que el transporte público, en general, sigue siendo deficitario y en muchos casos viajar resulta complicado e incómodo. En tanto, la apuesta por la expansión de la red de subterráneos sigue siendo una asignatura pendiente.

El tema del tránsito reunió el mayor número de quejas de los vecinos el año pasado. Este año seguramente será igual. El Sistema Único de Atención Ciudadana (Suaci) porteño recibió más de 52.500 denuncias al respecto durante el primer año de gestión como jefe de Gobierno de Larreta. Quejas que no reciben respuestas.


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