Comunales | 85 aniversario de su muerte
En memoria del Zorzal
El Museo Casa Carlos Gardel lanzò diferentes propuestas para conmemorar el 85 aniversario de su fallecimiento a la edad de 44 años, en Cali, Colombia. El 24 de junio de 1935 un accidente en la pista del aeropuerto de esa ciudad trocharìa la brillante carrera internacional del mayor cantante popular argentino.
Buenos Aires, 23 de junio de 2020. El domingo a las 15, el museo realizó en su cuenta de Instagram @museocasagardel y de Facebook @museogardel un taller donde los niños y niñas pudieron aprender a hacer piezas vinculadas con Gardel. Este taller digital, formó parte del ciclo “Pequeños Artistas” que @museosba desarrolla todo el año, siendo una de las tantas acciones dentro de un programa integral de actividades pensadas para la niñez, que lleva a cabo el Ministerio de Cultura de la Ciudad de Buenos Aires.
Además, desde ayer se comparte una lista colaborativa en Spotify para que el público participe sumando versiones de distintos músicos, del variado repertorio de Gardel. Hoy, entre tanto, se lanzarán en redes sociales trivias y recuerdos compartidos sobre Gardel como estrella de cine. Mientras que el miércoles 24 de junio, se difundirá un video con testimonios actuales, entre los que se destacan el artista Boom Boom Kid y el cantante Guillermo Fernández, la titiritera Laura Gutman y el coleccionista Gabriel Soria e imágenes de época que invitará a reflexionar entre todos sobre la pasión que genera Gardel.
Finalmente, el mismo miércoles 24 de junio a las 17, desde la cuenta de Instagram @museosba, el historiador Felipe Pigna conversará en vivo con la directora del museo, Marina Cañardo, recordando a Gardel, su aporte artístico, su calidad de visionario y su proyección internacional.
Todas las acciones estarán además disponibles en la web Cultura en Casa, en las cuentas de Instagram @museosba, @museocasagardel y de Facebook @museogardel.
Recuerdos del Zorzal criollo
Un 24 de junio de 1935, a la edad de 44 años, en el asfalto del aeropuerto de Medellín, Colombia, se apagó la voz del máximo exponente de nuestra música ciudadana: Carlos Gardel. Fue cantante, compositor y actor de cine, y su público lo conoció como Carlitos, El Zorzal Criollo, El Morocho del Abasto, El Mago, El Rey del Tango, El Mudo o El Troesma.
Con una voz particular, más de 900 grabaciones de tango y otros estilos musicales como folclore, milongas y rancheras, una gran cantidad de discos vendidos, entradas vendidas de cine y sus composiciones le dieron reconocimiento mundial. Incluso hoy, a 84 años de su fallecimiento, todavía está latente la frase que mayor lo describe: "Cada día canta mejor”.
“Volver”, “Por una cabeza”, “Caminito”, “Cuesta abajo”, “El día que me quieras” y “Mi Buenos Aires querido” son ejemplos de su éxito. Se han hecho innumerables versiones de algunos de sus temas por los más reconocidos intérpretes de diversos géneros.
El 28 de marzo de 1935 inició, desde Nueva York, una gira latinoamericana que lo llevó a Puerto Rico, Venezuela, Aruba, Curazao, Colombia, Panamá, Cuba y México. Estaba acompañado, entre otros, por Alfredo Le Pera (autor de la letra de muchas de sus tangos), sus guitarristas Guillermo Barbieri, José María Aguilar y Angel Domingo Riverol.
Medellín lo aclama y toda Colombia lo llama “El Rey del Tango”. Premonitoriamente un folleto publicado en Bogotá llevaba el título “Últimos días de Carlos Gardel", escrito por el empresario teatral colombiano Nicolás Díaz, quien propició su actuación en la ciudad capital.
A las 11 de la mañana del lunes 24 de junio de 1935, Gardel y sus compañeros de viaje se reunieron en las habitaciones del Hotel Granada, dispuestos a partir hacia Cali en un avión expreso. Gardel estaba más alegre, activo y movedizo que ninguno porque esperaba ansioso el fin de esa gira para regresar luego a Argentina, donde quería formar una productora propia. Una multitud se agolpó en las puertas del hotel y los fotógrafos tomaron las que serían sus últimas fotos.
Un choque de dos aviones, en el aeropuerto de Medellín, truncó la última presentación de la gira y el esperado regreso de Carlos Gardel a Argentina. El avión en que viajaba Gardel, un trimotor Ford de la empresa SACO, se desvió en pleno carreteo de despegue y embistió a otro avión similar de la empresa de origen alemán SCADTA, que esperaba su turno para despegar, incendiándose ambos. La justicia decidió que las causas del accidente se debieron a las características de la pista y a un fuerte viento proveniente del sudeste.
Sus primeros pasos
Carlitos rondaba los escenarios, salió a escena entre los invitados y transeúntes, subió y bajó decorados, anduvo en la utilería, sacando y entrando muebles a escena, mientras acompañaba con su voz lo que tocaba la orquesta. En el café “O’Rondemán”, en Agüero y Humahuaca, frente al Mercado del Abasto, se reunía con sus amigos y empezó a cantar ante el público.
En el año 1911 se encontró con el uruguayo José Razzano, en la casa de un amigo ubicada en la calle Guardia Vieja. La figura de Gardel comienza a ser familiar para toda la gente de los alrededores del Abasto, junto con sus canciones. Su canto era la serenata del barrio entero. Años después esa parte de la calle, entre Jean Jaurés y Anchorena, sería renombrada como pasaje Carlos Gardel.
La primera grabación fue como integrante del dúo Gardel-Razzano y se realizó el 9 de abril de 1917 en un caserón al lado del hotel Savoy, en la calle Cangallo (hoy Presidente Perón), cerca de la esquina de Callao. Ese primer disco fonográfico llevó en cada una de sus caras una canción criolla: “Cantar eterno”, de Angel Villoldo y “Entre colores”.
La aparición de los discos de Gardel- Razzano marca el inicio de la demanda creciente de estas reproducciones y la posterior contratación de otros intérpretes de la música y la canción populares así como el florecimiento de esta industria.
Gardel aprende el tango compuesto por su amigo José María Contursi y lo canta en las reuniones privadas con una tonalidad patinada y una nostalgia melosa que llega a los corazones, pero no se atreve a cantarlo ante el público. Periodistas y hombres de teatro se entusiasman oyéndolo y decide estrenarlo en el Teatro Esmeralda, donde cantó “Mi noche triste” y fue un éxito consagratorio.
El artista se nutre de los nuevos medios de comunicación
El dúo Gardel- Razzano hizo, por pedido especial, la primera transmisión desde Radio Splendid, en la época inicial de la radiotelefonía. Esto contribuye a promover la afición del público por la radio. Su última intervención radial, en vivo, fue en 1933, desde Radio Belgrano, antes de la que habría sido su definitiva partida de Buenos Aires.
Posteriormente se lo pudo escuchar desde Nueva York, efectuada por intermedio de Radio Splendid, con la originalidad del acompañamiento de los guitarristas desde Buenos Aires y por Radio Belgrano a través de la revista Canción Moderna (ex Radiolandia).
En un viaje a Europa, por el año 1930, Gardel les sugiere a los autores teatrales Manuel Romero y Luis Bayón Herrera la filmación de una película con temática argentina. Escriben el argumento de “Luces de Buenos Aires”, protagonizada por Gardel con destacados roles de Sofía Bozán y Pedro Quartucci. El rodaje se realizó en los sets que tenía la empresa Paramount en Joinville, cerca de Paris, pero ninguna escena fue filmada en Argentina.
Debido al éxito la empresa giró copias a otros países. En España y América el público interrumpía la exhibición de la película, después de cantar Gardel el tango “Tomo y obligo”, pidiendo escucharlo nuevamente. Un hecho jamás ocurrido en la historia del cine.
En 1932 la Paramount lo contrató para dos producciones más. En los mismos estudios filma “Melodía de Arrabal” y luego, en Nueva York, “Cuesta Abajo”. Posteriormente lo contrataron por tres films más: “El tango en Broadway”, “El día que me quieras” y “Tango Bar”.
Carlos Gardel puede considerarse precursor en la realización de videoclips o cortometrajes musicales sonoros, como se los conocía en esa época. En 1930 Gardel protagonizó quince, cada uno sobre una canción, con dirección de Eduardo Morera y producción de Federico Valle, pero fueron lanzados diez, ya que cinco se arruinaron en el laboratorio. Ellos son: El carretero, Añoranzas, Rosas de otoño, Mano a mano, Yira yira, Tengo miedo, Padrino pelao, Enfundá la mandolina, Canchero y Viejo smoking.