Porteñas | "Años de calle"
Preestreno en la plaza
La cinta fue filmada durante más de una década y registra el paso de la niñez a la adultez de cuatro chicos -Andrés, Rubén, Ismael y Gachi- que viven en las calles porteñas.
Cuatro niños vivían en las calles de Buenos Aires en 1999 y los directores se preguntaron: ¿Cómo serían sus futuros?, por lo que filmada durante más de diez años, esta película explora tres momentos en la vida de estos niños que transitaban su vida como un juego.
A partir de escenas cotidianas e íntimas se ensamblan como en un "collage", el significado de la marginalidad, la búsqueda de inclusión y la mirada de quien observa al otro lado de la cámara.
Más de diez años de vida, resumidos en poco más de una hora, generan un efecto impactante en un documental que no puede dejar a nadie indiferente acerca de la necesidad de hacer algo respecto a una realidad ignorada y asimilada naturalmente por todos.
Según Grinschpun, conoció a esos chicos "en 1999 mientras les daba talleres de fotografía en el Centro de Atención Integral a la Niñez y Adolescencia (Caina), un hogar de día para chicos en situación de calle; durante esos meses despertaron mi curiosidad sus rincones, sus rutinas, sus juegos y el modo inocente que tenían de transitar la dura situación que les tocaba vivir".
"Con mi cámara de testigo y junto a Laureano Gutierrez, los acompañé por la Buenos Aires que ellos viven a diario, conocí los lugares que frecuentan y la gente con la que comparten sus días. Crecieron y se transformaron sus caras, sus gestos y sus realidades. Se convirtieron en adultos y lo hicieron con carencias básicas y desde la total exclusión", agregó.
Esas primeras imágenes fueron el punto de partida para seguir filmando este documental, que volvió a reunir a la directora y a estos jóvenes en 2004 y en 2010, mostrando así su crecimiento como personas y cómo había sido la evolución en la vida de cada uno de ellos, que en el caso de Rubén y Andrés se había convertido en una pesadilla carcelaria, mientras que en el de Ismael en algo más promisorio.
Lo que termina sucediendo es un reflejo de la realidad que ayuda a comprender que somos consecuencia de lo que nos va pasando. No es una instantánea de la vida, detrás de eso hay un montón de causas que los llevan a que estén como están: una sociedad que no supo construir las redes necesarias para que tengan salud, contención y un montón de cosas más, señaló Grinschpun.
El filme, que invita a reflexionar sobre la necesidad de mirar y prestar mayor atención a personas vulnerables que sobreviven como pueden a la intemperie, fue exhibido por primera vez en una proyección pública, gratuita y al aire libre en la Plaza Miserere, con la presencia de dos de sus protagonistas y justo al lado de la estación Once, donde tuvo su inicio en 1999.
Hubo mucha diversidad de público, fue una sorpresa increíble, porque hubo gente que se acercó especialmente a ver la película y otros que estaban ahí mismo en la plaza. Queríamos que viniera la gente que conoce esta historia porque creemos que es parte de su realidad, afirmó Grinschpun, quien contó con la colaboración de Laureano Gutiérrez en distintos aspectos de la realización del filme.
En diálogo con Télam, la directora añadió que los chicos que están en situación de calle y vieron la película seguro se sentirán identificados con esas imágenes porque son un registro real y crudo, sin filtro, de lo que está pasando, sin una intervención directa nuestra. En ese sentido, la intención de la película es mostrar esas realidades tal como son.
La directora recordó que en un momento de la filmación la cámara empezó a ser más desprolija para permitir que a la película entrara toda la verdad. Dejamos que la vida entre y que todas nuestras contradicciones quedaran plasmadas y dejaran en claro cómo había sido el proceso y nuestro vínculo con ellos. Preferimos tomas más largas con todas sus irregularidades, porque así ocurrían cosas que te permitían ver mejor la realidad.
Nuestra intención es mostrar que esto es algo que nos afecta a todos y que es importante animarse a mirar atrás del pibe ese que te viene a pedir una moneda, porque que hay una vida atrás y él está ahí porque como sociedad hay un montón de cosas que no les podemos ofrecer, afirmó.
Y añadió: Sin educación, sin redes ni contención, terminan siendo personas peligrosas, pero hay que entender que esto está lleno de grises, que no son ni los malos ni los pobrecitos. Son personas con las cuales tenemos muchos puntos en común, que buscan y desean lo mismo que nosotros. Por eso debemos animarnos a mirar y ser empáticos con lo que les pasa.
La directora señaló que ellos también nos cuestionaban por qué estábamos haciendo eso, y esa era una contradicción que teníamos nosotros. Lo que tuvimos que entender es que nuestra cámara es una herramienta para intentar cambiar algo de su realidad. Darle el espacio a ese otro diferente para que pueda hablar, para poderlo mirarlo.
El documental fue declarado de interés por el Ministerio de Cultura de la Nación, la Secretaría Nacional de Niñez, Adolescencia y Familia de Argentina (Sennaf) y la Dirección General de Niñez y Adolescencia de Buenos Aires (Dgnya).
"Años de calle" participó del 15º BAFICI y los festivales de Zurich, La Habana, el Internacional de Cine y Nuevos Formatos Audiovisuales Mendoza Proyecta, Selección Competencia Oficial Argentina, y recibió los premios a Mejor Película Argentina y Mejor Documental Competencia Argentina en Incaa TV.
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