Buenos Aires, 14 de mayo de 2024. Los vecinos sostienen que a poco más de un año del inicio del proyecto de transformación de la calle, el lugar es un basural, los canteros no tienen riego y cuando llueve se inunda y se vuelve un foco de dengue. 

Pasaron dieciséis meses desde que los vecinos y vecinas anunciaron que habían logrado consensuar con el Ejecutivo un proyecto para la modificación de la traza de la calle Castro. Eran los primeros días de 2023 y así terminaba un proceso conflictivo que, durante todo 2022, había enfrentado a la agrupación con las autoridades porteñas y de la Comuna 5 por los destinos de la calle. Se había rechazado la primera propuesta del Ejecutivo, que incluía el cierre de tres carriles de la calle, para lograr finalmente consensuar un plan alternativo que no implicaba ese cierre e igual permitía sumar superficie verde en forma de canteros. 

La obra avanzó en su construcción y la agrupación comenzó a denunciar desidia en el mantenimiento del lugar, con falta de riego, de podas, de reposición del sustrato o fallas en el cuidado de las especies nativas que habían acordado plantar. A esto se le sumó la intensidad de las lluvias de los últimos meses que inundaron la calle como no ocurría antes.

Sin embargo, el Gobierno de la Ciudad afirma que, aunque falta algún detalle, para ellos la obra está terminada, por lo que ya se trabaja en el traspaso de su gestión a la Comuna. En tanto, desde el Ministerio de Infraestructura aseguran que esa traza siempre tuvo problemas de inundaciones y aunque  la calle verde sirve para atenuar los efectos de las fuertes lluvias, no evita las inundaciones. 

Para No Destruyan Castro, a la obra le falta mucho para ser considerada como terminada: la iluminación sigue siendo deficiente, no se colocaron las cámaras que se prometieron y falta más del cincuenta por ciento de la vegetación que estaba pactada. Las vecinas y vecinos también suman la falta de funcionamiento de los aspersores mantenedores del riego, para lo que hacía falta la instalación de una bomba con un respectivo medidor de Edesur que nunca se concretó. La situación con la basura es otro tema que les preocupa, ya que si bien en el lugar hay contenedores del GCBA, alrededor y dentro de los canteros suelen acumularse residuos.  

Los vecinos y vecinas agrupadas vienen pidiendo reuniones con representantes de la comuna y el titular de Infraestructura Urbana, pero hasta el momento no tuvieron éxito.  Expresan que el tema está muy complicado porque no reciben información desde la Comuna y no tienen ninguna fecha de reunión. “Dijeron que supuestamente en abril iba a hacerse una para notificarnos el traspaso de la Dirección a la Comuna, pero no ocurrió”, sostienen.

Mientras tanto, los y las frentistas de la Calle Verde Castro se organizan para intentar mejorar la situación de lugar. Tienen previsto un encuentro para relevar el estado de la vegetación y terminar con el estado de abandono de los canteros. 

 

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