Editorial | D茅ficits en la gesti贸n

Tr谩nsito, una asignatura pendiente

La gesti贸n de la ciudad le sirvi贸 al PRO para diferenciarse de los gobiernos nacionales, salvo en la presidencia de Mauricio, cuando se multiplic贸 la inversi贸n nacional en nuestro distrito, el m谩s privilegiado del pa铆s. Ahora Jorge tiene un dilema. No puedo mostrarse opuesto a Milei, porque muchos de sus votantes adhieren a las pol铆ticas del libertario y tampoco puede seguirlo en todo, como si fuera el nuevo mes铆as de la derecha, porque ser铆a desconocer al propio primo, fundador del PRO.
Buenos Aires, 16 de abril de 2024. Enredados en ese juego semejanzas y diferencias, a los macristas, cultores de una imagen de eficiencia empresarial en la gesti贸n, se les escaparon varias tortugas entre los asuntos locales que deb铆an encarar. Uno es el de la basura. Nunca la ciudad ha estado limpia, pero adem谩s hace 16 a帽os que se incumple sistem谩ticamente con la Ley de Basura Cero. Aunque ese incumplimiento no es 煤nicamente adjudicable a la ineficiencia, sino tambi茅n a la banalizaci贸n de la cuesti贸n ambiental. S贸lo la toman en serio como tema publicitario.

Otra asignatura pendiente es el tema del tr谩nsito. Es una cuesti贸n que afecta la vida de muchas grandes ciudades en todo el mundo y que no resulta f谩cil de resolver. Entre nosotros se han hecho algunas innovaciones que facilitan la circulaci贸n de los colectivos, como las v铆as exclusivas mal llamadas Metrobus, y las sendas para bicicletas, que favorecen una forma de trasladarse m谩s saludable. Tambi茅n pasos bajo nivel en reemplazo de barreras y viaductos en algunos puntos. Pero no mucho m谩s. Por primera vez en d茅cadas no hay ninguna ampliaci贸n de la red de subterr谩neos en construcci贸n ni proyectada para los pr贸ximos a帽os. Se trata s贸lo de un s铆ntoma, pero hay otros.

En primer lugar, la falta de control de las reglas de tr谩nsito. Cada vez m谩s ca贸tico por la multiplicaci贸n de veh铆culos en las calles, muchos estacionan en doble fila entorpeciendo la circulaci贸n de los dem谩s. Un claro ejemplo es el 谩rea comercial del Once y no s贸lo por los manteros, lo que se repite adem谩s en muchos puntos de la ciudad. 

A esto se agrega que ciclistas, motociclistas y usuarios de patinetas el茅ctricas frecuentemente transitan por las veredas como si fueran peatones, cuando est谩 prohibido o cruzan en rojo como si los sem谩foros no fueran para ellos. Estas acciones imprudentes, muchas veces a contramano, ponen en riesgo a las personas que se trasladan a pie, sobre todo si son mayores. Aunque el gobierno tiene un cuerpo de inspectores de tr谩nsito, integrado por trabajadores precarizados, el control del cumplimiento de las normas de tr谩nsito brilla por su ausencia, salvo por las foto multas.      

La falta de compromiso con el ordenamiento del tr谩nsito tambi茅n se evidencia en la reticencia a asumir la regulaci贸n de las l铆neas de colectivos que inician y finalizan su recorrido dentro de la ciudad. Aunque en este caso, se debe a que no se quieren asumir compromisos financieros con el subsidio de los pasajes. Lo mismo que ocurre con el desmesurado incremento que se pretende imponer en la tarifa del subte (m谩s de un 500% en el a帽o). Detr谩s de esa decisi贸n se esconde la voluntad de recortar los subsidios estatales a la tarifa. No es por falta de recursos, que el gobierno porte帽o tiene, sino porque conceptualmente descreen del fomento del transporte p煤blico, a contramano de las experiencias m谩s avanzadas de gesti贸n urbana. Y tampoco quieren asumir la gesti贸n de la red de subterr谩neos que volvieron a concesionar al mismo grupo empresario que heredamos del menemismo, aunque ahora use otro nombre. Subsidiar a los trabajadores es un gasto, entienden. Pero darle negocios con ganancia asegurada a grandes grupos econ贸micos es fomentar la iniciativa privada. Para eso sirve el estado en la perspectiva de nuestra derecha.

                                                                                                        Lic. Gerardo Codina  


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