Buenos Aires, 8 de marzo de 2022. Muchos de ellos escapan de posibles condenas por el simple paso del tiempo, que agota su existencia. Una parte del aparato judicial continúa siendo cómplice de ellos, dilatando los procesos judiciales para que se vuelvan abstractos, debido al fallecimiento de los imputados. Sucede ahora mismo con uno de los máximos responsables del Apagón de Ledesma, ocurrido las noches del 20 y 27 de julio de 1976, cuando fueron secuestradas por las fuerzas represivas 400 personas de los pueblos jujeños de Libertador General San Martín y Calilegua, de las cuales 55 permanecen desaparecidas hasta hoy. 

Llamativamente el apagón no afectó al Ingenio Ledesma, principal empresa de la región y en el operativo represivo intervinieron también vehículos y personal de seguridad del ingenio. Por esta causa está imputado el empresario Carlos Blaquier, titular del Grupo Ledesma, acusado por la privación ilegal de la libertad de 20 personas. Tiene además otra causa similar por el secuestro y desaparición del ex intendente de Libertador Gral. San Martín, Luis Arédez y otras dos personas, secuestradas entre marzo y abril de 1976.

A fines del año pasado se supo que Blaquier no será juzgado. El motivo es que un dictamen del Cuerpo Médico Forense advirtió que no podrá seguir en el proceso “por problemas de salud mental”. La evaluación forense, de la que participaron miembros del Cuerpo Médico Forense y dos peritos de la Secretaría de DD.HH. dictaminó que “el deterioro cognitivo que presenta el imputado no le permite afrontar un debate oral”, debido a su avanzada edad, ya que tiene 94 años.

Recién en abril de 2012 se le imputaron estos crímenes y diez años después todavía no se consumó el juicio. Entre tanto, el hombre envejeció en libertad, gozando de su enorme fortuna y sin que la sociedad pudiera determinar su inocencia o culpabilidad. La lentitud judicial se transformó en un recurso para escamotear la verdad y el castigo de los culpables de aquellos horrendos crímenes. 

Blaquier es solo un ejemplo, entre muchos tantos, de la complicidad de la corporación judicial con el terrorismo de Estado y con el encubrimiento de los poderosos. Por eso permanece vigente el reclamo reiterado cada 24 de marzo: ¡¡Memoria, Verdad y Justicia!! 

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