Comunales | Jubilados víctimas del ajuste

Hospital Español en “estado de caos”

El centro de salud de Belgrano y La Rioja atiende a pacientes del PAMI. En marzo las autoridades intentaron sin éxito despedir a más de 200 empleados y luego ejecutaron un plan de retiros voluntarios. Temor por un vaciamiento irreversible. Buenos Aires, 8 de abril de 2025. “Trabajamos en un estado de caos. La atención a los pacientes empeoró y hay mucha incertidumbre”. Así definen los empleados del Hospital Español del barrio de Balvanera (Belgrano y La Rioja) el panorama diario en el centro de salud que atiende a afiliados del PAMI. La situación se complicó tras el cambio de gestión nacional mediante varios recortes y se agravó en marzo de este año porque se intentó despedir a más de 200 personas. Una conciliación lo detuvo, pero luego se ejecutó un plan de retiros voluntarios al que adhirieron más de 150 trabajadores.

Vale recordar que el PAMI coadministra el Hospital tras el fallo de un juzgado comercial de 2017. Se declaró en quiebra a la Sociedad Española de Beneficencia, propietaria del centro de salud y se resolvió que el Instituto Nacional de Servicios Sociales para Jubilados y Pensionados-PAMI sea su coadministrador junto al síndico. También del Hogar de Ancianos Elías Romero ubicado en Temperley.

Desde que el presidente Milei asumió la presidencia de la Nación “el panorama en el Español es complejo”, dicen sus trabajadores y agregan: “Hay un estado de desinterés total por el hospital. Lo que hay es lo que el Gobierno nacional intenta hacer con todo el PAMI, que toda prestación que se pueda tercerizar sea tercerizada”. “El hospital en algún momento dejaría de ser administrado por PAMI e ingresaría un privado para que lo gestione”, especulan los trabajadores como un escenario posible en el mediano plazo: “El desguace de la planta laboral y el corte de beneficios a los afiliados es constante mientras hay una idea de remodelar el edificio, también de sumar infraestructura como camas nuevas. Por un lado, se acomoda la parte edilicia y por el otro, se vacía la planta de trabajadores”.

En medio de este clima de incertidumbre, alimentado por las secuelas de la “motosierra” en todo el Estado nacional, a fines de marzo de este año las autoridades anunciaron de forma repentina el despido de unos 217 trabajadores. Ante la urgencia, hubo una protesta en el hall y se plantearon quejas en el área de Recursos Humanos. “Se dio todo de forma tan vertiginosa que la comisión gremial interna no tuvo un proceso de lucha sostenida”, sostienen.

Agregan que “las autoridades del sindicato Asociación de Trabajadores de la Sanidad Argentina (ATSA) negociaron en la cartera laboral con las autoridades del hospital”. Participaron el gremio y los directivos de PAMI junto a la intervención del hospital -que son también directivos de PAMI-, a lo que se sumó un síndico que aporta el juzgado que entiende en la causa de la quiebra.

Ante esta conciliación, los despidos quedaron sin efecto. Parecía que la situación se normalizaba, pero al instante “el hospital presentó un plan de retiros voluntarios sin previo aviso y sin un plan de contingencia”. “Como quien no quiere la cosa, la planta de trabajadores se enteró una mañana mientras transcurría la jornada de trabajo”, recuerdan y agregan: “La gente se acercó a RRHH y vieron cómo era. Sin mediar ningún plan ni forma de trabajo, el que quería se adhería y firmaba en el mismo momento. Se les acreditaba el dinero a las horas o a los pocos días y dejaba el puesto de trabajo”.

La metodología vertiginosa provocó situaciones que pusieron en riesgo la operatividad del hospital, según recordaron los empleados: “La gente del sindicato pensó que iban a ser entre 50 y 70 los que adherían, pero fueron al menos 150”. “Fue tanto el estado de caos que se generó, que el sector de enfermería comenzó a adherir a los retiros en forma masiva. Se tuvo que revertir la situación en el área porque quedaban menos enfermeros que los necesarios para mantener operativa el área. Por el nivel de desmanejo, ni se contempló esa posibilidad”, agregan. Los empleados ahora analizan que “es adrede esta forma de manejarse para generar angustia y estrés laboral”. Se desconoce si durante la audiencia las autoridades le dijeron al sindicato que también tenían en agenda el plan de retiros voluntarios.

Al cierre de esta edición, el plan de retiros voluntarios estaba cerrado, pero con “150 trabajadores afuera y no se sabe si se continuará más adelante”. Antes del intento de despedir a 217 personas, el plan de recortes se hacía sentir en el hospital de Balvanera. Los empleados recuerdan que “desmantelaron el área de servicio social” y que produjo “un impacto feroz en los afiliados más vulnerables, sin recursos, que no tenían dónde vivir”.

Por el clima de caos, “muchos afiliados piden irse a otros centros de salud a recibir atención”. “Los afiliados se encuentran con complicaciones para continuar sus tratamientos, las guardias están con mayor demora, todos los días una nueva”, resumen. Según estiman los empleados del Español, el hospital tiene en el presente un registro por el cual unos 80.000 afiliados de PAMI se deben atender allí, tanto en las guardias como en la zona de internación.

Lo que hoy exponen es que a nivel de recursos humanos están por debajo de lo necesario para responder ante tanta cantidad de personas. No obstante, alertan que las intenciones de la gestión nacional -plasmada de forma indirecta- es llevar el número de 80.000 a 120.000, algo que no es posible ante el panorama actual y que generaría situaciones de estrés tanto para el equipo médico como para los pacientes.

“El estado es de incertidumbre total todo el tiempo con todos los temas”, concluyen los trabajadores para dar cuenta del presente del hospital de Balvanera, uno de los efectores de salud más importantes de la Ciudad de Buenos Aires y clave para los adultos mayores de PAMI.

                                    Juan Castro



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