Historias de nuestra comuna | La demolición del patrimonio

Antiguo Teatro Marconi

Su antecedente fue el Teatro Doria, un recinto consagrado a la ópera y la zarzuela ubicado en la avenida Rivadavia 2380, en el barrio de Balvanera, cuna de inmigrantes italianos. Fue fundado por el empresario Silvio Giovanetti e inaugurado el 13 de agosto de 1887. Buenos Aires, 11 de marzo de 2025. El Doria era un simple barracón de madera, al que acudían casi exclusivamente los puesteros y peones del Mercado Rivadavia ubicado enfrente. Dedicado a compañías líricas de segundo orden, fue distinguido popularmente como el “Colón del Oeste”, aunque algunos lo denominaban de manera peyorativa “el galpón” por su estructura interna y techo a dos aguas.

Recibía compañías líricas discretas y excedía la periferia del círculo teatral llevando espectáculos culturales a las comunidades más desplazadas. Se lo conocía como un teatro de y para italianos pobres, donde por unas pocas monedas se podía acceder a una entrada, ya que el valor de las localidades era mucho menor que en las grandes salas teatrales del centro como el Coliseo, el Ópera y el Colón.

Pese a la aceptación popular de la que gozaba el teatro, en 1901 ya no era rentable para su dueño. Silvio Giovanetti aprovechó entonces una oferta del empresario del barrio y le vendió su ya desactivado tinglado a Guillermo Bonomi, quien terminó de hacerlo escombros para construir en ese mismo lugar un nuevo teatro. El empresario contrató los servicios del arquitecto Juan Bautista Arnaldi para diseñar el edificio y lo rebautizó con el nombre de otro italiano famoso, el inventor de la telegrafía sin hilos Guillermo Marconi.

El teatro fue inaugurado el 24 de diciembre de 1903. Tenía capacidad para 450 espectadores ubicados en 300 plateas y 36 palcos. En sus primeros tiempos fue un teatro dedicado a la ópera. Aunque su ubicación alejada del centro le restaba trascendencia, se especializó en presentar artistas de segundo orden, actitud que con el tiempo le permitiría constituirse en un semillero del Teatro Colón, llegando a ostentar con sus 1.063 butacas el título de “Catedral Chica de la Lírica”.
En su escenario se presentaron las grandes artistas del espectáculo regional italiano del momento. Desde el genovés Gilberto Govi, hasta el tenor Pedro Novi protagonizando el rol principal de La Traviata, Il Trovattore, Caballería Rusticana y Rigoletto, la actuación de estrellas nacionales como Blanca Podestá, Luis Arata, Tomás Simari, y la representación de las obras de Enrique Guastavino, César Tiempo y Claudio Martínez Paiva.

El Marconi fue alcanzado por la piqueta destructora en el año 1967, haciendo añicos una estructura que fue orgullo de Buenos Aires. Para el arquitecto Jorge Brozzano, quien fuera Presidente del Centro Internacional para la Conservación del Patrimonio, “la carencia de una política de conservación por parte de las autoridades, la presión de empresarios poco comprometidos con el patrimonio cultural de la ciudad de Buenos Aires y la ausencia de una normativa que proteja estos lugares, llevaron a la desaparición de espacios, que además de sus valores estéticos, formaban parte de la identidad de la ciudad”
                                                                                                          Norberto Alonso


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