Porteñas | Nueva regulación educativa

Celulares fuera del aula

El gobierno porteño presentó el 8 de agosto una resolución del Ministerio de Educación local que establece que en la escuela primaria los alumnos no utilicen su teléfono en el aula ni en el recreo, mientras que en la secundaria solo están habilitados a sacarlo si sus profesores lo piden. La medida se tomó para “mejorar la calidad de la enseñanza”. En cambio, en otras jurisdicciones se apuesta por la concientización sobre el uso responsable de la tecnología.
Buenos Aires, 13 de agosto de 2024. En las escuelas primarias y los jardines de infantes de la Ciudad de Buenos Aires, los estudiantes no podrán usar celulares durante las clases ni en los recreos. En tanto que en las secundarias, los teléfonos deben estar guardados durante las horas de clase, “excepto en las actividades pedagógicas planificadas”. Así lo estableció el Ministerio de Educación porteño en una resolución que presentó el jefe de Gobierno, Jorge Macri.

La medida se adoptó “para favorecer el desarrollo de los chicos y adolescentes”, según el comunicado oficial que explicó la medida tomada luego de consultas con equipos docentes, especialistas y representantes de ONGs, y que afecta a 566.000 estudiantes de 2.291 escuelas de nivel inicial, primario y secundario, tanto estatales como privadas, informó el Ministerio.

“Tenemos que generar condiciones en el aula para volver a tener la atención de los chicos”, indicó Macri. En conferencia de prensa, sostuvo que la medida busca mejorar la calidad de la enseñanza y favorecer el desarrollo y la autorregulación de los chicos y adolescentes. “Una de las razones centrales de por qué los chicos no están aprendiendo en clase es por el celular, que es una máquina de distracción”, dijo Macri. 

En conferencia de prensa, el Jefe de Gobierno sostuvo que la medida busca mejorar la calidad de la enseñanza y favorecer el desarrollo y la autorregulación de los chicos y adolescentes. Y agregó: “Como Gobierno tenemos que generar condiciones en el aula que les permitan a nuestros profesores y maestros volver a tener la atención de los chicos. Queremos que el control del aula lo tenga el docente y no el celular”. “En la primaria y la secundaria, el celular en el aula, no. Es importante que como adultos responsables también nos hagamos cargo. Y entonces sí, habiendo puesto este tema sobre la mesa y discutiéndolo, empezaremos a ganar la batalla desde el Gobierno, desde la escuela, pero también desde la familia”, sostuvo Jorge Macri. 

Otras miradas

Por otro lado, en un enfoque contrastante, las autoridades educativas de Mendoza han decidido no seguir el ejemplo de CABA. La Dirección General de Escuelas (DGE) de Mendoza confirmó que “no se analiza la prohibición del uso de celulares en las escuelas de la provincia”. En lugar de restricciones, el enfoque en Mendoza está orientado a la concientización sobre el uso responsable de la tecnología.

Claudia Ferrari, subsecretaria de Educación de la provincia, subrayó que Mendoza ya cuenta con un marco normativo establecido por la ley 7861 de 2008, que autoriza el uso de teléfonos celulares y otros dispositivos móviles durante los recreos, horas libres y en momentos de ingreso o egreso de las instituciones educativas, tanto públicas como privadas. Ferrari explicó que en Mendoza el uso de la tecnología se considera un eje central de la política educativa. “Tratamos de que todo el uso que se le dé a la tecnología dentro de la escuela tenga una finalidad pedagógica clara y que sea para el desarrollo de mejores aprendizajes de los estudiantes”, señaló la funcionaria.

En cuanto a la posibilidad de modificar la ley que regula el uso de celulares en las escuelas mendocinas, Ferrari fue categórica: “La ley hoy no está en debate. Lo que sí está en análisis permanente es cómo acompañar a las instituciones, a los docentes y a los estudiantes para desarrollar propuestas que fomenten el uso positivo de los recursos digitales con una finalidad pedagógica”.

Las razones de la medida

“Hay cosas muy importantes que el celular no puede resolver por nosotros. El sentido crítico, el desarrollo de vínculos afectivos reales, que van más allá de la pantalla, o el cuidado de nuestra salud mental. La responsabilidad es de los adultos, como padres no nos podemos desentender, porque somos nosotros los que tenemos que proteger a los chicos”, afirmó Muzzio.

La ministra Mercedes Miguel explicó: “Regular no es prohibir. Queremos un entorno educativo donde la tecnología sea una herramienta útil y no una distracción. Tenemos muchísima evidencia que indica que esta decisión es acertada. Argentina es pionera, número uno según datos de la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico, de estudiantes que reconocen distraerse en matemáticas por el uso del celular. Y 5 de cada 10 jóvenes de nuestro país dicen que les genera mucha ansiedad cuando no tienen su celular cerca”.

También considera las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud y de la Sociedad Argentina de Pediatría sobre el riesgo que implica el uso excesivo de pantallas y medios electrónicos en el desarrollo de las habilidades cognitivas de los chicos más pequeños. Según una encuesta realizada por la Unidad de Evaluación Integral de la Calidad y Equidad Educativa (UEICEE) del Ministerio de Educación, en la Ciudad los chicos usan los dispositivos electrónicos más de dos horas al día, un tiempo superior al recomendado. Y más de 8 de cada 10 docentes de nivel secundario consideran que el uso de celulares en clase dificulta la atención y participación de los estudiantes. Además, 7 de cada 10 familias y 8 de cada 10 docentes sostienen que el uso de celulares tiene consecuencias negativas en el bienestar de los estudiantes. 

                                                                                                                       Santiago Pujol


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