Sociedad | Cada vez más pobres

Jubilados al horno

Una postal se ha instalado cada miércoles. La brutal represión de los reclamos que hacen jubilados en el Congreso por la pérdida de poder adquisitivo de sus haberes y el recorte de sus beneficios, incluido el fin de la moratoria. La motosierra se metió a fondo con ellos y solo responde con palos a sus protestas.
Buenos Aires, 8 de abril de 2025. La situación de los jubilados cobró mayor relevancia en la agenda pública tras la considerable protesta del miércoles 12 de marzo, a la cual se sumó parte de la oposición y que culminó con el fotógrafo Pablo Grillo al borde la muerte, internado en el Ramos. El Gobierno, por su parte, denunció la politización del reclamo, como si no se protestase contra su política y condenó la presencia en la misma de barras bravas de clubes de fútbol.

Esa jornada terminó con decenas de heridos y más de un centenar de detenidos, tras choques entre manifestantes y las fuerzas de seguridad. Pero no fue la primera ni será la última. Todos los miércoles se repite esta escena en la Argentina de Milei.

Su gobierno, mediante el DNU 274/24 del 22 de marzo de 2024, decidió cambiar el sistema de actualización vigente hasta entonces y reemplazarlo por otro mensual, determinado por el nivel general de precios al consumidor nacional (IPC) publicado por el INDEC. El cambio se realizó sin ajustar los haberes por la inflación de 20,6% de enero, 13,2% de febrero y 11% de marzo de 2024. En cambio, se partió en junio de 2024 con el IPC de abril de ese año, mes en que la inflación medida por el IPC del INDEC disminuyó drásticamente, por lo que los haberes previsionales en promedio, descendieron a marzo de 2025 en un 28% frente a la fórmula incluida en la ley 27.609 de 2021.

Mayor es el ajuste para los que perciben el haber mínimo -es decir, aproximadamente el 65% del total de las asignaciones previsionales- que en marzo de 2025 con el aumento del 2,2% (IPC de enero de 2025) de la fórmula del DNU 274/24, sin bono, es de 279.122 pesos. De haber continuado con la fórmula de la ley 27.609 se ubicaría en 356.962 pesos, ya que los haberes del RIPTE se incrementaron entre marzo de 2024 y marzo de 2025 un 108%, mientras que el haber previsional aumentó un 71% (compensado y cada mes en menor medida por el bono de 70.000 pesos para los que no superen el haber mínimo previsional garantizado, suma congelada desde marzo de 2024 hasta la fecha).

“El ajuste de haberes sobre la base de la inflación medida por el IPC del INDEC incumple con el artículo 14 bis de la Constitución nacional, que prevé la movilidad de las pensiones y jubilaciones con respecto a las remuneraciones de quienes están en actividad. De allí el reclamo histórico del 82% móvil o similar”, afirma el economista Horacio Rovelli.

Como consecuencia de estas decisiones políticas, el gasto previsional desciende con respecto a años anteriores en que representaba el 43% del total de las erogaciones, para ser en el año 2024 del 37,1% y en los dos primeros meses de 2025 el 35,83% del presupuesto ejecutado. Esto le sirve al gobierno para afirmar que logró cerrar el déficit fiscal. Y fue la razón por la cual el Presidente, mediante el decreto 782/2024 publicado en el Boletín Oficial del 1 de septiembre de 2024, vetó la ley de movilidad jubilatoria aprobada por el Congreso de la Nación en agosto 2024, dejando sin efecto la norma sancionada que disponía elevar el haber mínimo y fijaba una nueva fórmula de cálculo de los ingresos de los jubilados. Milei calificó públicamente a los legisladores de “degenerados fiscales” por tratar de impedir el creciente deterioro del poder adquisitivo de las jubilaciones y pensiones. Según él, para no ser un degenerado fiscal se deben ajustar todos los gastos (sin contemplar en qué se emplean) con el objeto de tener superávit en las cuentas públicas.

Así se impide que jubilados y pensionados recuperen su poder adquisitivo a los niveles previos a este gobierno, con el fin de obtener un superávit primario y financiero para pagar una deuda pública que crece sideralmente desde el gobierno de Macri. Una deuda que no se investigó, y que se refleja en que la deuda bruta pasó de 240.665 millones de dólares en el gobierno de Cristina Fernández a los 467.788 millones de dólares al 31 de enero de 2025. Casi un PBI.

Dice Rovelli que “Estamos hablando de un haber mínimo para el corriente mes de marzo de 2025 con bono incluido de 349.122 pesos, cuando la Defensoría de la Tercera Edad porteña estima que la canasta básica de los jubilados para abril de 2025 será de 1.200.523 pesos (incluye el gasto de la vivienda de los adultos mayores que el INDEC no lo estima), y muestra que no alcanzó a representar siquiera un tercio del ingreso necesario para afrontar la subsistencia”.

No es el único recorte que sufren los jubilados. En diciembre de 2024 el PAMI decidió restringir la cantidad de afiliados que acceden a cinco medicamentos gratis por mes. Es que a partir de ahora los jubilados que requieran una cobertura del 100% en los remedios deberán gestionar el “subsidio social”, un trámite que impone requisitos que hasta el momento no eran exigidos.

Otro recorte ha sido el fin de la moratoria para acceder a la jubilación por carecer de treinta años de aportes al momento de intentar acceder al beneficio. Se responsabiliza así por la falta de aportes al trabajador, cuando debieron ser hechos por los empleadores, cuyas deudas con el sistema previsional se condonan. De esta forma, la mitad de los varones y siete de cada diez mujeres no podrán acceder este año a la jubilación del sistema contributivo de la Anses, al llegar a la edad mínima de retiro. Se trata, aproximadamente, de 149.000 mujeres que cumplirán 60 años, y de 93.000 varones que llegarán a los 65 años de edad, es decir, unas 242.000 personas en total (el 60% de las 403.000 que integran el universo contemplado). Así, con los jubilados al horno, le cierran las cuentas a Milei.

                                Mateo Salvo


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