Sociedad | Tragedia de Once

9 años después

Los familiares de las 51 víctimas decidieron por primera vez no hacer un acto presencial ayer en el Andén 1 para cumplir con el distanciamiento social. De todas formas, tanto ellos como varias figuras de la política se expresaron a través de las redes. Una que lo hizo fue la diputada del PRO María Luján Rey, madre de Lucas Menghini Rey, fallecido en el accidente ferroviario, cuyos restos fueron encontrados días después. Como la tragedia fue instrumentada para atacar al gobierno de Cristina Fernández, pocos recordaron que el maquinista a cargo de la formación siniestrada, admitió el año pasado que había anulado el freno.
Buenos Aires, 23 de febrero de 2021. Nueve años después, la diputada del PRO María Luján Rey puntualizó que "el año 2020 ha sido una bisagra para la búsqueda de justicia", ya que "la Corte Suprema confirmó las condenas de 2015". Por eso, destacaron que, con ese fallo, "se terminó con la trasnochada idea de la persecución política de odio y venganza como motor de nuestras acciones" y que "se cerró un ciclo coronando con verdad y justicia, un largo camino de 8 años y 7 meses".

No hizo referencia a que también el año pasado, en un incidente dentro de la causa, el maquinista Marcos Antonio Córdoba admitió que había anulado el dispositivo de frenos, en el marco de una evaluación pericial decidida para resolver sobre un pedido de libertad condicional. Esa confesión adquirió otra dimensión en contraste con la escandalosa decisión del inefable juez Bonadío de procesar a los 5 peritos que dijeron que los frenos andaban y tomar solo la opinión del que dijo que no. 

Como es público, durante el proceso donde se intentó determinar el estado de los frenos del tren Chapa 16, cinco de los seis peritos -Raúl Díaz, Néstor Luzuriaga, Horacio Faggiani, Alejandro Leonetti y Julio Pastine- concluyeron que el mecanismo funcionaba. La disidencia la marcó Juan Brito, para quien el maquinista, Marcos Córdoba, se quedó sin poder de freno. Bonadío tomó las conclusiones de Brito, absolvió a Córdoba y procesó por falso testimonio a los otros cinco. Más tarde, esas decisiones serían anuladas, el motorman condenado y los peritos absueltos.

La noticia de la confesión de Córdoba la publicó en solitario el diario Página 12 el pasado 15 de setiembre, con la firma del periodista Raúl Kollmann porque a los grandes medios socios del macrismo la verdad no les importa. Esto publicó: ´“Yo tengo responsabilidad, anulé el dispositivo, pero no lo hice a propósito, nunca imaginé que algo así podía ocurrir”. Con esta frase, el conductor del tren que chocó en la estación Once, Marcos Antonio Córdoba, reconoció durante una pericia psicológica a las licenciadas María Dolores Carbia y Silvia Blanco, que fue el responsable de lo ocurrido aquel 22 de febrero de 2012 porque desconectó el freno de emergencia, llamado freno hombre-muerto. Córdoba admitió su accionar como una forma de probar que está arrepentido y acceder a la libertad condicional. La causa por la tragedia de Once giró en torno de los frenos: si fallaron, la conclusión era que el tren estaba en malas condiciones y la culpa era de funcionarios y empresarios. Si los frenos funcionaban, la carga de la responsabilidad caía más en el maquinista. Las maniobras en el expediente que instruyó Claudio Bonadío fueron tan grotescas que los cinco peritos que dictaminaron que el tren frenaba fueron acusados de falso testimonio. Dos años más tarde terminaron absueltos. En cambio el único perito que dijo que los frenos fallaron, Juan Alfredo Brito, está ahora al borde del procesamiento por falso testimonio agravado.

El reconocimiento que hace Córdoba figura en dos páginas, la 39 y la 42 del escrito que presentó su abogada, Valeria Corbacho, pidiendo su libertad condicional. “Yo soy responsable de anular el dispositivo del hombre muerto. Eso no me impedía frenar el tren”, dijo Córdoba en la página 39. En realidad, justamente el hombre muerto está para el caso en que haya una falla: el conductor lo tiene apretado todo el tiempo y entonces cuando lo suelta -por ejemplo si se desvanece o muere- eso hace que el tren pare automáticamente. Al tenerlo desactivado, no hubo freno de última instancia. (...) Con ambas frases, el motorman admite que desactivó el freno. El reconocimiento lo hizo para dar cuenta de que está arrepentido, necesita reconstruir su vida porque ese recuerdo lo tortura y por lo tanto considera que es imperioso que deje la cárcel. De todas formas, la abogada Corbacho solicitó que se declare la nulidad del informe por considerar que se excedieron en su contenido, pese a que la conclusión de ese estudio fue a favor del detenido.

La querella de Menghini-Rey, que siempre fue durísima, se opuso recientemente a que se conceda la prisión domiciliaria de Córdoba con una frase significativa: “siendo el único responsable del estrago” consideraron bochornoso que el conductor pase sus días en su domicilio. El fallo de la Casación que condenó a Córdoba, los funcionarios y empresarios, está todavía pendiente de un recurso ante la Corte Suprema. Más allá de la catástrofe que significaron los 51 muertos y los centenares de heridos, la causa fue utilizada contra el gobierno de Cristina Kirchner.´

La utilización política de la causa

Para esclarecer aún la instrumentación política de la investigación penal, en este noveno aniversario sólo referentes del partido en el que milita la madre de Lucas Menghini se pronunciaron. La presidenta del PRO, Patricia Bullrich recordó la tragedia en Twitter: "A 9 años de la tragedia de Once abrazos a los familiares y amigos de las víctimas. ¡La corrupción mata!". También el presidente del bloque de diputados nacionales del PRO, Cristian Ritondo, indicó que acompañan "el pedido de Justicia de las familias víctimas" de la tragedia de Once. "Reafirmamos nuestra convicción de que el Estado es responsable y exigimos que se trate el proyecto de Ley que otorga un resarcimiento económico a todas las familias y víctimas", agregó.


Compartir nota en las redes sociales Enviar Imprimir

Dejanos tu comentario