Historias de nuestra comuna | La Semana Tr谩gica

Buenos Aires amenazada por la guerra revolucionaria

En la primera presidencia de Hip贸lito Yrigoyen, entre los a帽os 1916 y 1922, se produjo en enero de 1919 y en San Crist贸bal, un hecho triste y doloroso que se conoce como la Semana Tr谩gica. En esa 茅poca Argentina iniciaba un incipiente proceso de industrializaci贸n, paralelo al n煤cleo agroexportador imperante, lo que form贸 un proletariado urbano d茅bil y disperso. Buenos Aires, 9 de enero de 2012. Sobre una poblaci贸n de 8 millones de habitantes, s贸lo 410.000 estaban ocupados como obreros y artesanos, distribuidos en 48.000 establecimientos, de los que pocos alcanzaban a ocupar a 100 obreros.

Estaba viva entre los obreros la llama de la revoluci贸n social. Las recientes experiencias de la Revoluci贸n Mexicana y la Revoluci贸n Rusa eran vistas como un est铆mulo por los obreros y como una amenaza por las clases dominantes.

Con la llegada de Yrigoyen los obreros tuvieron expectativas de mejoras en sus condiciones de vida y trabajo, pero la pol铆tica del gobierno era contradictoria. Los sectores conservadores del radicalismo actuaron atenuando las medidas reformistas y adem谩s estimularon la represi贸n contra el movimiento obrero, contando a veces con la pasividad del propio gobierno.La Semana Tr谩gica fue una muestra.

Los sucesos que evocamos comenzaron el 7 de enero de 1919 con una huelga en los Talleres Metal煤rgicos Vasena, ubicados donde hoy se encuentra la Plaza Mart铆n Fierro. Los huelguistas reclamaban la reducci贸n de la jornada laboral de once a ocho horas, mejores condiciones de salubridad, la vigencia del descanso dominical, un aumento de salarios y la reposici贸n de los delegados despedidos.

La empresa intentaba seguir funcionando con rompehuelgas provistos por la patronal Asociaci贸n del Trabajo. Un disturbio entre los obreros en huelga termin贸 con la intervenci贸n de la polic铆a, que dispar贸 con armas largas contra la multitud. La violencia no tard贸 en extenderse a las zonas cercanas. El saldo fue de cuatro obreros muertos y m谩s de treinta heridos, algunos de los cuales fallecieron despu茅s.

En repudio, la Federaci贸n Obrera Regional Argentina del IX Congreso (FORA del IX潞), y la FORA del V潞 Congreso, propiciaron una huelga general a partir del d铆a 9 de ese mes, en el que numerosos obreros se convocaron para asistir al entierro de los asesinados el d铆a 7. A las 17 llegaron al Cementerio de la Chacarita.

All铆, mientras se o铆a el discurso de uno de los delegados, un grupo de polic铆as y bomberos armados abri贸 fuego sobre la concurrencia. El diario La Prensa contabiliz贸 8 muertos, pero el socialista La Vanguardia elev贸 la suma a m谩s de cincuenta. Este incidente marc贸 el inicio de una lucha desordenada y ca贸tica contra la polic铆a.

De entre las clases altas surgieron grupos paramilitares, como la llamada Liga Patri贸tica Argentina, que no dudaron en perseguir y matar a dirigentes obreros, anarquistas, y todo aquel que pareciera extranjero. As铆, apalearon y detuvieron a jud铆os, rusos, polacos y alemanes, entre otros. El caso de los jud铆os fue notorio por el alto grado de antisemitismo de estos grupos. Seg煤n fuentes obreras (peri贸dico 聭La Vanguardia聮 del 14 de enero), el saldo dela Semana Tr谩gica fue de 700 muertos y 4.000 heridos.

La en茅rgica represi贸n de la polic铆a y el ej茅rcito, m谩s la violenta actuaci贸n de la Liga Patri贸tica Argentina y las presiones del yrigoyenismo para que Pedro Vasena, due帽o de la f谩brica, aceptara los reclamos de los obreros, lograron dar punto final al movimiento el 17 de enero de 1919.

Sin embargo, prosigui贸 la agitaci贸n social. Como el n煤mero de obreros superaba al de los polic铆as y los grupos paramilitares, el diario La Prensa mencionaba la amenaza de "guerra revolucionaria". Entonces Yrigoyen puso la ciudad bajo las 贸rdenes del coronel Luis Dellepiane, quien moviliz贸 tropas por toda la ciudad, dando lugar a semanas de enfrentamientos en las calles que dejaron un saldo cercano a los 1.000 muertos.

As铆 la situaci贸n fue controlada y el Ministerio del Interior ofici贸 de interlocutor con los obreros, quienes consiguieron aumentos que iban en el rango del 20 al 40%, adem谩s de la liberaci贸n de los dirigentes de las FORA.

Norberto Alonso

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