Comunales | 156 años de su creación

Aniversario de San Cristóbal

San Cristóbal es uno de los dos barrios que integran la Comuna 3. El 28 de junio celebra su aniversario, conmemorando su creación en 1869. Se cumplen ahora, 156 años desde su surgimiento. Mucho tiempo en un país que lleva apenas 215 años de vida independiente. Más que suficiente para ver cómo un retazo de la pampa aledaña a la incipiente urbe capitalina, se transformó una y otra vez, sin perder nunca su impronta popular. Buenos Aires, 10 de junio de 2025. San Cristóbal destaca entre los 48 barrios de Buenos Aires, por una historia rica y vibrante, a pesar de ser uno de los más pequeños y de haber sido partido al medio por la traza de la autopista. Se origina en una reorganización parroquial de Buenos Aires en esos años, por la que se crean también San Telmo, Santa Lucía, Del Pilar, San Miguel, Balvanera y Catedral al Sur. 

En el caso de San Cristóbal, se determinó que la misma no se consideraría conformada hasta tanto fuera construido su templo, cosa que sólo se materializó el 10 de febrero de 1884. En esa fecha, con la presencia del presidente Julio A. Roca, se inauguró parte de la actual iglesia sobre avenida Jujuy. En tanto que, en 1885, en la esquina de Independencia y Entre Ríos, se crea el Mercado San Cristóbal, que sigue vigente en la actualidad y es el más antiguo de la ciudad.

Por entonces esta zona de quintas vio aumentar rápidamente su población, mientras comenzaban a delinearse sus calles y a edificarse sus primeras casas. A consecuencia de la fuerte inmigración y la proximidad con las áreas centrales de la ciudad, se pobló velozmente. Para el año 1887, solo 18 años después de su creación, el barrio tenía más de 37.000 habitantes y unas 3.200 casas. Un tercio de los cuales eran extranjeros. 

El 1º de noviembre de 1892 se inauguró en la manzana de Independencia, Rioja, Estados Unidos y Caridad (General Urquiza), la célebre plaza Euskara con sus canchas de pelota, por entonces un deporte masivo, con una capacidad para cuatro mil personas y otras instalaciones deportivas. El famoso frontón nació en el seno de la sociedad vasca Laurak Bat.

También durante la primera mitad del siglo XX, el barrio fue testigo de importantes acontecimientos históricos, como la Semana Trágica de 1919, cuando trabajadores en huelga fueron reprimidos violentamente. 

Donde hoy se encuentra la Plaza Martín Fierro, estaban instalados los Talleres Vasena, una gran fábrica metalúrgica que hacía fundición de hierro y bronce para diversas aplicaciones industriales; estructuras metálicas para la construcción, como columnas y techos; rejas, puertas y ventanas de hierro; alambres e hilos metálicos, incluyendo alambre de púas para el agro; máquinas industriales y piezas mecánicas para distintos sectores. La empresa tuvo un papel clave en el desarrollo de la infraestructura argentina, participando en obras como el Mercado de Abasto porteño y el puente sobre el río del Valle de Catamarca. 

En los Talleres se trabajaba a destajo, en jornadas de once o más horas, sin descanso semanal. Sus trabajadores iniciaron una huelga en diciembre de 1918 para exigir mejores condiciones laborales. Reclamaban reducir la jornada laboral de 11 a 8 horas, aumento de los jornales para mejorar sus ingresos, descanso dominical y reincorporación de delegados despedidos por la empresa.

El conflicto escaló rápidamente debido a la intransigencia patronal y la intervención de rompehuelgas. El 7 de enero de 1919, los trabajadores en huelga de los talleres metalúrgicos Vasena son baleados en masa por la policía y mueren cuatro de ellos. Esto marcó el inicio de la Semana Trágica, un período de represión brutal que dejó cientos de muertos y miles de detenidos, en combates callejeros librados en gran parte de la ciudad, que incluyeron un feroz ataque a la colectividad judía. Grupos parapoliciales y miembros de la Liga Patriótica Argentina asaltaron a los judíos en los barrios de Once y Villa Crespo. Los agresores, influenciados por ideas nacionalistas y antisemitas, los acusaban de ser parte de un supuesto “soviet argentino” en referencia a la Revolución Rusa. Durante estos ataques, cientos de personas fueron golpeadas, torturadas y asesinadas, en lo que se considera el único pogromo documentado en el continente.

San Cristóbal tiene también una profunda conexión con el tango, ya que fue hogar de grandes músicos y escenarios clave en la historia del género. Desde sus conventillos hasta sus cafés, el barrio fue un semillero de talento tanguero. Como testimonio imborrable de ello basta citar el nombre de la casa de baile de María La Vasca. Ubicada en el 2721 de la calle Carlos Calvo, fue un legendario escenario de la historia del tango y de este típico barrio porteño. 

En sus cafés y bares se interpretaron algunos de los primeros tangos documentados, como “El entrerriano” en 1897. Vecinos del barrio como Francisco “Pirincho” Canaro y Vicente Greco, marcaron el desarrollo del tango-canción. Canaro, por ejemplo, pasó su juventud en el conventillo “Dos Mundos” de la calle Sarandí, donde comenzó su carrera musical. Greco, por su parte, fue autor de tangos emblemáticos como Rodríguez Peña y El flete. Además, figuras icónicas como Carlos Gardel y Juan Perón frecuentaron sus calles. Gardel para encontrarse con Razzano y Perón, para visitar a su madre. 

A lo largo de los años, el barrio ha sufrido transformaciones, especialmente con la construcción de la Autopista 25 de Mayo en 1980, que modificó su fisonomía, partiéndolo en dos a todo lo largo. A pesar de estos cambios, San Cristóbal sigue siendo un barrio con identidad propia, donde conviven historia, cultura y tradición.

                                    Norberto Alonso


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