Sociedad | El ajuste de Milei

La salud cercenada

El anuncio más dramático fue el del cierre del Hospital Bonaparte, único especializado en salud mental y adicciones. Pero en simultáneo se están ahogando presupuestariamente al Garrahan y al Español, ubicado en nuestra Comuna. La consigna “no hay plataâ€, se traduce en congelamiento salarial de los profesionales desde enero y carencias en suministros básicos. Buenos Aires, 8 de octubre de 2024. Los trabajadores del Hospital Nacional de Salud Mental Laura Bonaparte denunciaron los primeros días de octubre que el gobierno nacional decidió cerrar este centro especializado en salud mental y adicciones, el único en su tipo en el país. Esta medida afecta a más de 600 trabajadores que, en lo que va del año, les brindaron atención a unas 25 mil personas.

Fernández Camacho -delegado general de ATE- comentó que el viernes 4 por la mañana el director de la institución, Christian Baldino, comunicó la decisión de cerrar los servicios de guardia e internación: “Esto acarrea varios problemas. Sucede que hay cincuenta personas internadas y el hospital, además, funciona como centro de díaâ€. El delegado agregó que “hasta ahora, veníamos atravesando la misma situación que otros organismos gubernamentales: o sea, renovación trimestral de los contratos y despidos arbitrariosâ€. En los dos últimos meses, en consecuencia, el hospital perdió a 60 profesionales: la mitad fue despedida y la otra mitad se fue yendo por la precariedad de las condiciones laborales. “Es una situación que atravesamos, al igual que el Hospital Español o el Garrahanâ€, apuntó.

Otra delegada, que trabajaba en la guardia que acaban de cerrar afirma que “La población que más consulta es la que no tiene cobertura. Acá se entrega medicación a pacientes que tienen tratamientos crónicos de salud mental y eso no está asegurado en ninguna otra jurisdicción. Toda esa gente quedará la deriva con sus tratamientos y sus patologías de salud mentalâ€, explicó.

¿Tiene lógica?

Amputar un dispositivo orientado a rescatar personas del flagelo de la droga, ¿qué sentido tiene? Es de dominio público el progresivo avance de las adicciones y la carencia de recursos terapéuticos suficientes y capacitados para abordarlos. Desmantelar lo poco existente puede parecer suicida, a menos que se trate de la lógica perversa de promover indirectamente las adicciones, dejando a la deriva a los enfermos y sus familias. Lo señala An Millet, trabajador social del Bonaparte: “Que el Gobierno Nacional este yendo directamente a atentar contra la salud mental de la población es un mensaje muy claro. No es solo por el cierre del Bonaparte. Es lo que vienen haciendo con las políticas que implementan: no llegar a fin de mes tiene un efecto directo en nuestra salud mental, en nuestro bienestarâ€.

El paulatino desmantelamiento del Estado transfiere el cuidado de la salud a las familias, que deberán resolverlo, si pueden, en el mercado. La conversión de la salud en una mercancía, deja a la intemperie a la mayoría de la población. Sólo en nuestra ciudad casi el 50 por ciento de los habitantes son pobres o indigentes, por lo que hay extensos bolsones de hambre en la urbe más rica del país.

La estrategia del ahogo

El nuevo ministro de Salud en apenas cuatro días en el puesto generó dos hechos resonantes. El más notorio fueron los anuncios aciagos sobre el futuro del Bonaparte. El otro afectó al principal hospital pediátrico del país. Le pidió la renuncia al directorio debido al otorgamiento de un bono extraordinario al personal, para compensar la pérdida de poder adquisitivo de los salarios, casi congelados en lo que va del año. Argumentó que la medida no “se corresponde con la pauta salarial que marcó el Estado nacional. El consejo definió esta medida sin consultar y sin evaluación previaâ€, fundamentó Lugones. Se trataba de funcionarios designados por este mismo gobierno, que actuaron en el marco de sus facultades por ser el Garrahan un hospital autárquico y que usaron fondos que recauda el mismo nosocomio de su facturación a obras sociales y prepagas. Nada de eso importó. El objetivo de la administración libertaria es pauperizar al personal de salud para que renuncien a sus trabajos.

Los trabajadores del Garrahan en respuesta anunciaron un paro 48 horas para los días 8 y 9 de octubre, en reclamo por la actualización de sus salarios y por el deterioro de las condiciones sanitarias de la institución. “Están renunciando los profesionales y casi no se va a poder sostener la atención en nuestro hospitalâ€, afirmó Norma Lezana, representante de los profesionales y técnicos. Los trabajadores además acaban de presentar una denuncia ante la Justicia, afirmando que las autoridades los obligan a reutilizar material descartable, lo cual está desaconsejado en las prácticas médicas, por los enormes riesgos sanitarios que implica. “La reutilización de materiales descartables es parte del desfinanciamiento de lo público. Estas tareas implican riesgos para los trabajadores porque se pueden lastimar y allí hay sangre o material biológicoâ€, afirmó Norma Lezama.

La situación se repite en el Hospital Español, principal centro de atención de afiliados a PAMI. Los médicos salieron a reclamar por sueldos bajos y la falta de personal que ponen en riesgo la atención. Sucede que la mala situación económica generó renuncias masivas. Así “el servicio de Clínica Médica quedó con seis médicos de planta para atender a 100 pacientes internadosâ€. El Jefe de Clínica Médica dijo: “Con catorce años de antigüedad estoy ganando 1 millón de pesos†y explicó que PAMI a través de la intervención, tomó la decisión desde enero de no dar aumentos. Evidentemente, es un plan de vaciamiento, de congelamiento de salarios para terminar con el cierre del hospital, que es lo que no queremosâ€, afirmó.

                            Lic. Gerardo Codina


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