Buenos Aires, 17 de octubre de 2023. Un informe publicado por el organismo oficial señala que se considera “pobres” a aquellas personas que componen un grupo familiar que en septiembre tuvo un ingreso inferior a $322.275, siempre que sean propietarios de su vivienda. Ese valor, que conforma la Canasta Básica Total (CBT) en la Ciudad, representa un incremento de 14,09% en relación a agosto, cuando la línea de la pobreza fue de $282.453 netos mensuales. Eso significa que los productos de primera necesidad tuvieron un aumento de precios superior a la inflación general de ese mes (12%) medida por la misma entidad.

Por su parte, la Canasta Básica Alimentaria (CBA), herramienta estadística que mide cuánto debe gastar una familia para cubrir el 100% de sus necesidades alimenticias y marca la línea de la indigencia, llegó en septiembre a $185.044. En ese caso, el incremento en relación al mes anterior fue de 16,2% ($158.669 en agosto).

Tanto la CBA como la CBT mencionadas son las que el organismo tomará luego como referencia para determinar cuántas personas se encontraban en situación de pobreza o indigencia en septiembre. Sin embargo, es una realidad que el costo real de las canastas varía de acuerdo a la composición de cada grupo familiar. Para ilustrar esa situación, la Dirección de Estadísticas aclaró cuál es el costo que deben enfrentar otros hogares.

En ese sentido, se aclaró que un hogar conformado únicamente por una pareja de personas de la tercera edad debería ganar $93.432 para no ser indigentes y $157.756 para no ser pobres.

De igual manera se podría calcular un costo diferente para cada hogar, aunque es la familia tipo (pareja compuesta por una mujer y un varón de 35 años de edad, ambos económicamente activos y propietarios de la vivienda, con dos hijos varones de 9 y 6 años) la que se usa siempre como referencia para las estadísticas sociales.

Como su nombre lo sugiere, las mediciones de las canastas básicas toman en consideración los costos de los insumos mínimos para la supervivencia, pero en la práctica muchos hogares tienen un gasto más elevado.

De acuerdo a la medición en septiembre pasado una familia de cuatro integrantes tuvo un gasto promedio de $392.974. Ese monto representa una suba nominal de 12,82% en comparación al mes anterior ($348.316). En otros hogares el valor fue claramente distinto. Un hombre soltero de 25 años, por ejemplo, gastó unos $132.000 para vivir el mes pasado.

En lo que respecta específicamente a los alimentos, los números relevados por la Dirección de Estadísticas de CABA indican que el hogar promedio de cuatro integrantes gastó $195.219 de media en esos productos durante septiembre. El hombre soltero, en tanto, gastó poco más de $64.000.

Las mediciones estadísticas demuestran un aceleración del ritmo de incrementos de precios en los últimos meses y no se puede descartar que ese escenario se sostenga en las próximas semanas, dado a la disparada del dólar blue, acicateada por los operadores que responden al espacio libertario y la incertidumbre sobre los valores de mercado.

En el mes a mes es fácil perder noción del ritmo de las subas, pero un repaso de lo ocurrido en los últimos doce meses permite tener una idea clara de cómo se han encarecido los productos de primera necesidad. El organismo estadísticos de CABA, informó que entre septiembre de 2022 e igual mes de este año la Canasta Básica Total aumentó 150% y la Canasta Básica Alimentaria tuvo un incremento de 159%.

En ambos casos se registra una amplia diferencia con el Índice de Precios al Consumidor (IPC), que según el mismo organismo avanzó 127,3% durante los últimos doce meses en Ciudad de Buenos Aires. Lo que demuestra que el motor inflacionario se encuentra en los grandes conglomerados que monopolizan el abastecimiento de alimentos.

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