Buenos Aires, 9 de noviembre de 2021. Quizás el lector no conozca mucho de este personaje entrañable, comprometido éticamente con la salud mental y que siempre apostó a una salida con otros, comunitaria, solidaria. Alfredo Carlos Moffatt (nacido en Buenos Aires el 12 de enero de 1934) es un psicodramatista y arquitecto argentino. Conocido como uno de los discípulos predilectos del gran psiquiatra psicoanalista Enrique Pichón Rivière, fundó la Escuela de Psicología Argentina. Su carrera se caracteriza por distintos aportes en el ámbito comunitario y por el desarrollo de innovadoras terapias populares.

Entre esos aportes que marcaron la historia del abordaje del cuidado de la salud mental en nuestro país, uno de ellos está íntimamente ligado a Balvanera. Se trata de El Bancadero, Asociación Mutual de Asistencia Psicológica, que desde 1982 funciona en Carlos Gardel 3185, frente al Abasto, ahora a cargo de discípulos de Moffat. Los integrantes de esta entidad fueron uno de los puntales de las víctimas y familiares de la tragedia de Cromañón.

Otra iniciativa del viejo guerrero de la salud mental comunitaria ha sido Cooperanza, espacio en el que se desarrollan distintos talleres de recreación que operan en el patio del Borda todos los sábados ininterrumpidamente desde 1985. Los mismos tienen por objetivo fomentar la trama vincular y fortalecer el sentimiento de identidad de los internos. De allí nace como taller creado por Alfredo Olivera, LT22 Radio La Colifata en 1991.

Tampoco los barrios más pobres fueron ajenos a su esfuerzo. La crisis del 2001 movilizó la respuesta solidaria de la Escuela de Psicología Social, por él creada y que funciona en Rivadavia 3482, dando paso a Las Oyitas en La Matanza, con su organización autogestiva de ollas populares para chicos de barrios marginales, donde no faltan los juegos, la música y el teatro espontáneo.

Moffatt utiliza ideas y prácticas provenientes de diversos orígenes, que incluyen la sociología marxista, la antipsiquiatría, la psicología comunitaria, el psicodrama, la psiquiatría existencial, el psicoanálisis y la teoría sistémica de la comunicación. Su psicoterapia, notoriamente vinculada con la filosofía existencial, presupone que la identidad se ve determinada por los proyectos que dan sentido a nuestra vida. De ese modo, cada uno se define por la relación con aquellos otros con quienes construimos un camino en el tiempo.   

Ahora, cuando la vida le pasa cuentas, el viejo maestro solo tiene una jubilación mínima para sobrevivir. Curiosa devolución de una sociedad a la que entregó, apasionadamente, todo de sí. Más allá del afecto solidario de muchos que le darán una mano, Moffat merece que la sociedad lo distinga por su enorme aporte solidario.

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