Comunales | Conflicto social en Once

Comerciantes y manteros

Con una nueva convocatoria a un corte de calle hoy a las 19 horas en Av. Pueyrredón y Sarmiento, impulsado por la organización Buenos Vecinos BA, se exterioriza la continuidad de un conflicto social abierto que se expresa en la disputa del espacio público en nuestro barrio. Por un lado, el reclamo de los comerciantes y vecinos que demanda que "el Estado porteño nos restituya el espacio público hoy tomado y loteado por una organización ilícita" y por el otro, el reclamo de ser considerados como trabajadores que no compiten “con una manta que tiene diez prendas con un negocio que tiene mil o 1500 artículos. Nosotros sólo tenemos unas pocas prendas para comer el día a día y sobrevivir”, como afirman los referentes de Vendedores Ambulantes Independientes de Once (VAIO).
Buenos Aires, 12 de octubre de 2021. Con convocatorias a sumarse a la iniciativa de realizar un corte de calles hoy por la tarde "Vecinos y comerciantes de Once hartos del malvivir y del caos", reclaman "Justicia. Exigimos el cumplimiento de la ley" y afirman defender los derechos humanos, argumentando que "Hay 7000 manteros captados y extorsionados por las #mafias". El reclamo cobró intensidad después de que cuatro comerciantes recibieron una golpiza al enfrentarse con 15 manteros senegaleses en Once el sábado 2 de octubre cuando los increparon por la ocupación ilegal de sus veredas en Sarmiento y Pueyrredón. Los vendedores ambulantes se negaron a desalojar el espacio público y los enfrentaron con golpes e insultos.

El retorno paulatino a la actividad habitual después de las oleadas más graves de la pandemia, restituyó una presencia habitual en las veredas del barrio: miles de personas que intentan resolver su sustento diario vendiendo precariamente cuanta mercancía se pueda imaginar, desde prendas de vestir hasta artículos electrónicos. Lo hacen ocupando las veredas más transitadas de nuestro centro comercial, donde la Cámara Argentina de Comercio y Servicios (CAC) denuncia un intenso "crecimiento de la venta ilegal callejera".

Reclamo de la CAC

Los comerciantes piden que el Gobierno de Larreta intervenga en la venta callejera. La venta ilegal callejera es uno de los varios problemas que enfrentan los comerciantes hace años. La situación está lejos de resolverse. Ayer, desde la Cámara Argentina de Comercio y Servicios (CAC) enviaron una carta al jefe de Gobierno, Horacio Rodríguez Larreta y la ministra de Espacio Público e Higiene Urbana de la Ciudad de Buenos Aires, Clara Muzzio, para manifestar su “profunda preocupación ante el crecimiento de la venta ilegal callejera en el ámbito de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires”. 

“Nuestra entidad reiteradamente ha alertado acerca de las adversas consecuencias que la venta ilegal en sus diversas modalidades genera sobre el comerciante legalmente establecido, particularmente en un contexto como el actual, en el que el sector aún sufre las consecuencias de la pandemia y las restricciones asociadas, y de diversos problemas macroeconómicos que arrastra nuestro país desde hace años. Asimismo, ha denunciado los perjuicios que genera para los consumidores, el Estado y la sociedad en su conjunto, vinculados a la competencia desleal, el fraude marcario, el contrabando y la evasión fiscal”, señalan Mario Grinman y Rodrigo Pérez Graziano, presidente y secretario, respectivamente, de la CAC. 

“El avance de esta actividad al margen de la ley que recientemente se ha registrado en diversas calles porteñas (algo que puede ser apreciado por el ciudadano de a pie y que también se ve reflejado en las estadísticas elaboradas por nuestra entidad, que hace un seguimiento sistemático de este flagelo desde hace años) nos motiva a peticionar nuevamente ante las autoridades competentes, solicitando su pronta intervención. Nos permitimos agregar que ésta cobra particular urgencia cuando se toma en cuenta que en las últimas jornadas se registraron hechos de violencia en los que comerciantes de la zona de Once sufrieron heridas de consideración”, dijeron desde la CAC. 

Días atrás, la CAC advirtió que se registró un incremento en el número de ferias internadas o multipunto (popularmente conocidas como “saladitas”) en las áreas relevadas de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, con respecto a la medición prepandemia. En concreto, en el relevamiento efectuado en las últimas semanas se detectó un total de 139 ferias internadas (13% más que en la medición del 2019, antes de la pandemia), que tuvieron una superficie promedio aproximada de 463 metros cuadrados y una cantidad promedio de puestos cercana a 43. 

El principal foco, de 95 ferias, se ubica en el barrio de Floresta y comprende la Avenida Avellaneda, la calle Bogotá y calles aledañas. El segundo lugar en el ranking corresponde al foco ubicado en la zona de Once, perteneciente al barrio de Balvanera, donde se ubican 26 predios. En Liniers, en tanto, se contabilizaron 13 establecimientos.

En nuestro barrio, las zonas más afectadas son las calles Bartolomé Mitre, entre Pueyrredón y Larrea; Presidente Perón, entre Pueyrredón y Larrea; Valentín Gómez, entre Pueyrredón y Paso; Castelli, de Rivadavia a Corrientes; Paso, de Rivadavia a Corrientes; en una parte de Larrea y Corrientes; y unas tres cuadras de Corrientes, del 2500 al 2300.

Denuncia de Buenos Vecinos BA

“En la Comisaría 3° nos dijeron que hay aproximadamente 7.000 manteros en Once y que la policía no puede hacer nada si no recibe la orden del Ministerio Público Fiscal. Lo único que hacen es mediar cuando hay algún altercado y evitar levantar actas. Acá hay connivencia porque los propios senegaleses me contaron que ellos pagan $500 por día para que los dejen trabajar. Esto es una mafia”, advirtió la presidenta de la ONG.

Si bien durante la pandemia la venta callejera ilegal había caído un 30,5%, el último relevamiento realizado por Cámara Argentina de Comercio y Servicios (CAC) arrojó que la situación se empezó a revertir en julio, cuando se detectó una suba del 4,8%.

La ONG Buenos Vecinos nació en 2012, justo el año en que los manteros empezaron a organizarse mejor y pasaron de trabajar sobre las mantas a montar puestos con toldos y sombrillas y copar más espacio público. “Vimos que había una estructura mafiosa con varios recaudadores que tenían todo muy organizado y ahí arrancamos con las denuncias”, recordó Gloria, quien precisó que el 85% de los manteros son senegaleses y el resto peruanos.

Aunque desde el gobierno porteño aseguran que realizan operativos diarios para poner freno a la venta ilegal, muchas veces en conjunto con personal de la Agencia Gubernamental de Control (AGC), la Dirección Nacional de Aduanas y Migraciones, “los manteros abandonan el lugar pero horas después o al otro día vuelven a trabajar”, se quejó Gloria.

Por último, la presidenta de la ONG Buenos Aires se preocupó por dejar en claro que la lucha de los vecinos y comerciantes de Once no es contra los senegaleses ni los peruanos sino contra las mafias que los reclutan. “Al fin y al cabo, los senegaleses son víctimas de trata de personas. Su situación es crítica porque ni siquiera tienen consulado en Argentina. Entran con su pasaporte y cuando se les vence la estadía no tienen forma de renovar un permiso de estadía por no tienen dónde recurrir; y entonces son captados por estas mafias”, dijo Gloria, quien exige simplemente que las autoridades “hagan cumplir la ley para todos”.

“El Ministerio Público Fiscal de la Ciudad archiva de manera automática toda denuncia que ingresen vecinos o comerciantes a su página. Los contribuyentes se preguntan adonde solicitar ayuda mientras acumulan una rabia que sólo puede traer más violencia”, concluyó la mujer.

“Una de las organizaciones que opera se llama Vendedores Ambulantes Independientes de Once (VAIO), que depende del depende del Movimiento de Trabajadores Excluidos (MTE) y está liderada por la ciudadana peruana Luzmery Villanueva Dioses, quien tiene causas abiertas por extorsión y amenazas coactivas a los propios manteros ya que si no pagan no los dejan trabajar”, contó Gloria.

Descargo de los manteros

La titular de la asociación de Vendedores Ambulantes Independientes de Once (VAIO), Luzmery Villanueva, descartó de plano que los trabajadores nucleados en esa organización pertenezcan “a una mafia”, tal y como se denunció desde algunos medios de prensa. “Nosotros le pedimos al Gobierno de la Ciudad una mesa de dialogo donde podamos discutir políticas de defensa del trabajo y de organización. Un espacio que incluya a los vendedores ambulantes y a la sociedad porque somos parte de ella”, enfatizó la dirigente.

“La verdad que ya estamos cansadas y cansados de ser tratados de mafiosos, que cobramos cuotas a los compañeros por lugar en las veredas. Tanto en Once como en muchos lugares del país hay racismo y xenofobia, no sólo contra los senegaleses (muchos de los cuales se dedican a la venta ambulante), sino contra todos los vendedores ambulantes”, puntualizó Villanueva. Acto seguido, aclaró que los ambulantes no representan “competencia para los comerciantes porque es un trabajo que se hace con una manta donde se ofrecen diez prendas”.

“No podemos competir nunca con una manta que tiene diez prendas con un negocio que tiene mil o 1500 artículos. Nosotros sólo tenemos unas pocas prendas para comer el día a día y sobrevivir”, graficó la referente sectorial. Del mismo modo, puso de relieve que los trabajadores de VAIO se ubican “en las calles laterales y no en las avenidas”, pero consideró que las autoridades “lamentablemente no quieren dar solución” a los reclamos.

“Tenemos varios proyectos para mejorar nuestra actividad y poder trabajar dignamente sin perjudicar a los trabajadores formales. Ya es hora que el Gobierno de (Horacio Rodríguez) Larreta regularice nuestra actividad y podamos todos trabajar tranquilos”, sentenció. 


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