Historias de nuestra comuna | Reparación histórica

La obra de Lola Mora en el Congreso

Réplicas de dos grupos escultóricos de la artista Lola Mora, similares a los que se encontraban originalmente en el Congreso de la Nación, fueron inauguradas hace unos días al término de la Asamblea Legislativa del 1º de marzo. Buenos Aires, 14 de abril de 2014. Julián Domínguez, presidente de la Cámara de Diputados, dijo que esta obra restituye la conformación histórica patrimonial del Congreso Nacional. Y además constituye un acto de reparación y reconocimiento a la figura y la obra de esta gran artista salteña fuertemente cuestionada en su momento por trabajar vestida con boina y pantalones, es decir con atuendo masculino, y mostrar siempre en todas sus esculturas excesiva cantidad de cuerpos desnudos.

A sus cuarenta años de edad, el gobierno nacional encargó a Lola Mora la realización de un conjunto escultórico cuyo marco sería el Congreso Nacional. Para ello, la artista trabajó durante 1905 primero en Italia, donde se hallaba estudiando en un taller, y luego en un sector del Congreso, ya que sus autoridades le facilitaron un estudio y una vivienda. Los grupos escultóricos se inauguraron en 1906 como parte de la decoración exterior del Parlamento. En la fachada principal, a los costados de la escalinata central sobre la izquierda, Mora ubicó alegorías de La Libertad y El Progreso junto a dos leones y a la derecha, las de La Paz, La Justicia y El Trabajo.

Hoy, estas esculturas originales se encuentran en San Salvador de Jujuy cuando se llevaron desde el Congreso Nacional hacia la Casa de Gobierno provincial, producto de varias denuncias hechas por partidos opositores al gobierno de la época, los que conformaron una comisión para investigar los sobreprecios en la construcción del edificio, iniciada en 1905.

En los debates parlamentarios, muchos diputados y senadores tanto oficialistas como opositores tildaron las esculturas de “mamarrachos” y “adefesios”. Y buena parte de la conservadora sociedad porteña no ocultaba su disgusto e incomodidad por sus desnudos. En 1921 las piezas fueron retiradas y guardadas en un galpón municipal hasta que al año siguiente el senador jujeño Carlos Zabala logró que las donaran a su provincia. Desde 1927 las alegorías decoran los jardines de la casa de gobierno provincial.

Al asumir la presidencia de la Cámara de Diputados, Julián Domínguez intentó repatriarlas, pero en Jujuy hubo fuerte resistencia desde todos los sectores sociales y políticos, por lo que decidió encargar las réplicas a través del Plan Rector de Intervenciones Edilicias (PRIE) que junto al Senado se halla restaurando el Palacio del Congreso y sus edificios anexos.

En la web del PRIE se explica detalladamente el trabajo de alta tecnología llevado a cabo: “Sobre las piezas que se encuentran en Jujuy se realizó un proceso de escaneado de última generación para obtener las imágenes de las esculturas en tres dimensiones. Es un método que asegura la preservación absoluta de la obra de arte porque no se la toca, ya que emplea el sistema de iluminación y refracción de un rayo láser. Mediante un programa computarizado se genera una imagen corporizada de las esculturas y el armado de un símil en forma virtual. Después, empleando una serie de elementos y un software especial, es construido un modelo virtual a escala real y los moldes. Con la obtención de estos se realizan los calcos”.

Las copias a escala real construidas en símil mármol son las que acaban de emplazarse en la explanada del Congreso.

Norberto Alonso


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