Buenos Aires, 10 de setiembre de 2024. A fines de 2021 el oficialismo porteño le dio aprobación definitiva en la Legislatura al convenio urbanístico que habilitó la rezonificación de la ex ciudad deportiva, en manos del grupo empresarial IRSA desde 1997, cuando adquirió los terrenos por alrededor de 50 millones de dólares. La iniciativa estuvo frenada durante todo 2022 por la Justicia de primera instancia, que declaró nulo el convenio urbanístico al señalar que había pasado por arriba de tres normas además de la Constitución porteña: el Plan Urbano Ambiental, la Ley 123 de estudios de impacto ambiental y el Acuerdo de Escazú. El freno fue revocado por la Cámara en marzo del año pasado. 

Fue Eduardo Elztain, presidente de IRSA el encargado de anunciar que IRSA avanzará con la construcción del nuevo barrio de lujo. Lo hizo en el Hotel Hilton, en el marco de la Expo Real Estate que reúne a los popes del negocio inmobiliario. Allí dijo que invertirá 2 mil millones de dólares en cuatro proyectos residenciales dentro de la Ciudad de Buenos Aires, siendo este el más trascendente. Según indicaron desde IRSA, el proyecto pasó de llamarse Costa Urbana a Ramblas del Plata y el segmento de población apuntado será restringido, de clase media alta para arriba, y con precios a partir de 4 mil dólares el metro cuadrado. 

Serán en principio 6400 unidades destinadas a departamentos, locales y oficinas. Habrá espacio para centros comerciales -IRSA es dueño de los shoppings más importantes de la ciudad- y hasta un hotel que se sumará al Intercontinental, el Libertador, y el Llao Llao de Bariloche también propiedades del Grupo. Se espera, informan, que las primeras viviendas puedan estar disponibles hacia 2028, aunque en total estiman que todo el desarrollo demorará al menos diez años. Las primeras obras de infraestructura, en tanto, comenzarán de acá a fin de año. 

Antes, el proyecto deberá pasar por una instancia más. La Agencia de Protección Ambiental de la Ciudad convocó para el próximo 4 de septiembre la audiencia pública reglamentaria en el marco del proceso de obtención del certificado de aptitud ambiental. Es porque, entre otras cosas, Costa Urbana -así se sigue llamando en los papeles oficiales- implica el desarrollo de una urbanización con apertura de calles y redes de servicios públicos nuevas. Todo a orillas del Río de la Plata y frente a la Reserva Ecológica Costanera Sur, humedal protegido internacionalmente. 

Los vecinos y vecinas que se anotaron para participar podrán volcar allí las opiniones que ya dejaron en la audiencia pública que en 2021 se realizó en la Legislatura en el marco del procedimiento de doble lectura del convenio urbanístico. En aquella ocasión, más de 800 vecinos y vecinas se manifestaron en contra del proyecto y el rechazo alcanzó al 98 por ciento de los y las participantes, con posturas centradas en ejes como el déficit habitacional porteño, el impacto ambiental del proyecto en zona de humedales, la especulación inmobiliaria y el acceso al río excluyente. 

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