Buenos Aires, 9 de julio de 2024. La audiencia de carácter virtual comenzó el lunes 1 y durará toda la semana, debido a la inscripción de la gran cantidad de vecinos y vecinas anotados. En la sesión del miércoles 3, Lautaro Eviner expresó que vecinos y vecinas, comerciantes, instituciones del barrio, la Junta Comunal y la Junta de Estudios Históricos consiguieron más de 5 mil firmas para rechazar el proyecto. “Hasta se conformó un equipo técnico de vecinos porque no nos oponemos ni al progreso ni al desarrollo, pero entendemos que esta obra está lejos de eso y por eso planteamos el viaducto o la trinchera”, señaló Eviner, juntista de Unión por la Patria. “Les pedimos que vuelvan a llamar a la mesa de trabajo, la última fue el 30 de abril y pasaron más de dos meses sin respuestas”, agregó.

Las 24 personas que expusieron el miércoles 3 se manifestaron en contra del proyecto. El número final de 210 inscriptos, en tanto, supera las cifras habituales para este tipo de audiencias de temáticas barriales. A eso hay que agregarle que no se trata de una audiencia de la Legislatura, que suelen tener mayor difusión y convocatoria, sino de la Agencia de Protección Ambiental, que debe emitir el certificado de aptitud ambiental para el proyecto. 

Por esta razón, los primeros en exponer el lunes 1 fueron representantes del Ministerio de Infraestructura porteño y de AUSA, encargada de la obra. Antonio Cortés, subsecretario de Planificación de la Movilidad de la Secretaría de Transporte, aseguró allí que el bajo nivel se inscribe “en la visión de ´ciudad sin barreras´ del Plan Urbano Ambiental, que plantea la eliminación total de los pasos a nivel”. "Se busca reducir los riesgos de accidentes y disminuir los tiempos de viaje”, agregó. Desde AUSA, en tanto, indicaron que la obra comenzaría este mismo mes de julio con una duración aproximada de quince meses. 

Durante la audiencia también intervino la defensora del pueblo porteña, María Rosa Muiños, que sintetizó las preocupaciones que los vecinos y vecinas acercaron a la Defensoría: “El cambio sustancial del hábitat del barrio, el quiebre físico de su casco histórico, la desconexión del eje existente entre iglesia, estación, comercios y escuelas, el impacto negativo en el medio ambiente por la quita de la arboleda y posibles inundaciones como las que hemos visto en bajo niveles”, enumeró. “Se desoyó un gran trabajo que se hizo con la comunidad en el año 2020, donde se establecieron metas para la zona y, entre ellas, de ninguna manera estaba este bajo nivel”, añadió Muiños, que indicó que “para nuestro equipo técnico lo adecuado sería elevar las vías”. 

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