Comunales | Raquel Papalardo, rectora del Mariano Acosta

“Somos grandes defensores de lo público”

La rectora de la escuela normal de Urquiza y Moreno, pronta a jubilarse, repasa sus años al frente de la institución. Recuerda cómo se superó la crisis edilicia y puntúa actividades como el Circuito Marechal. “Uno de los grandes hitos fue la apertura del nivel inicial”, destaca sobre el jardín al que asisten cien chicos de entre tres y cinco años. Buenos Aires, 5 de abril de 2016.A pocas cuadras de Plaza Once, la escuela normal Mariano Acosta es uno de los sitios con más historia de Balvanera. Y también con más presente. La postal de Urquiza es el gran número de estudiantes de todas las edades que vienen y van, al pie del colegio centenario. Raquel Papalardo, rectora de la escuela, explica que el Acosta es ejemplo en defensa de la educación pública y que sus frutos se ven en la rica vida social, cultural y educativa en este rincón de la Comuna 3.

Su oficina está en el primer piso. Es amplia, de madera, con algunas vitrinas donde hay libros antiguos, una lona impresa con tapas de diarios que reportan actividades del Acosta a principios del siglo pasado y escritorios repletos de papeles, planillas y manuales. Su lugar de trabajo es la síntesis de lo que han sido sus años al frente del Acosta: rescatar la memoria histórica y ampliar las actividades en la escuela.

Un comienzo agitado

Papalardo recuerda que fue docente en nivel primario y de media en escuelas públicas y privadas. Luego fue suplente, interina, vicerrectora y en 2007 asumió como Rectora del Mariano Acosta. “Fue cuando la escuela sufrió un colapso edilicio. También se demandaban cambios pedagógicos”, explica.

Destaca que tras las obras de anexo y modernización de 2004, varias zonas antiguas estaban derruidas. La respuesta del gobierno en 2007 había sido mudar a los estudiantes a otras dependencias. “Asumí en una escuela sin alumnos”, dice Papalardo. Recuerda como primer hito en su tiempo de rectora el “Acostazo”: “Padres y alumnos tomaron la Jefatura de Gobierno para que le devuelvan la escuela. Consensuamos con autoridades una reparación provisoria, al mes volvimos”. Esta recuperación dio pie a rescatar la documentación y objetos históricos del colegio para ponerlos en valor.

Proyectos para el barrio y la escuela

Puertas adentro del Acosta, durante los años de Papalardo se implementaron diversas actividades que corren en paralelo a las horas de clase. “Estudiantes de 4° y 5° año visitan escuelas del norte argentino, algunas de frontera. Es un vínculo cultural y pedagógico”, describe. También destaca la puesta en marcha de la sala teatral del colegio.

Los derechos humanos fueron importantes en sus años de gestión. En 2011 se instalaron baldosas por la memoria, en la vereda de Urquiza, para recordar a estudiantes desaparecidos. Se los homenajea en mayo, dice Papalardo. En 2012 se les dio a las familias los diplomas de los cinco maestros normales detenidos-desaparecidos. “Es un hito de valor enorme”, sintetiza la rectora.

La Noche de los Museos es un evento anual donde participan instituciones diversas de la ciudad. El Acosta abre sus puertas con propuestas culturales organizadas por su comunidad educativa y por instituciones del barrio como grupos de teatro y músicos. “Celebramos que cada año haya más visitantes y más propuestas”, resume Papalardo.

Otro hito cultural en el que participa el Acosta es el Circuito Marechal. Fue creado en 2013 por instituciones de Balvanera para dar impulso comercial y cultural a la zona. “Vamos a seguir adelante con actividades en el espacio público para plantear los problemas del barrio e integrar a la comunidad”, asegura.

“El año pasado vinieron integrantes de la AFSCA con cursos para la radio de la escuela, es un proyecto comunitario que ya está en marcha”, dice Papalardo. “Presentamos un proyecto comunitario sobre capacitación en radio dentro del Circuito”. También planea que “a largo plazo, se abra en algún lugar del barrio o del Circuito una escuela de oficios”.

El nivel inicial

“El año pasado el hito institucional fue la creación del nivel inicial. Los salones donde hoy funciona el jardín eran ocupados por una orquesta que primero fue de la escuela, luego de los normales y luego fue de la ciudad. Pedíamos que la orquesta fuera trasladada para el nivel inicial Yo venía luchando por no perder ese espacio desde el 2009” destaca Papalardo.

“La orquesta ocupaba 100 metros cuadrados. Desde 2009 hubo una lucha permanente con notas, abrazos, marchas. Logramos que en 2014 abra la escuela inicial. A fines del año pasado la orquesta se fue. Pedimos a Ciudad que haga arreglos. Al final pagó una parte chica Ciudad y luego la mayor parte la Cooperadora de padres. Se hizo a pulmón. Por ejemplo, uno de los papás se encargó de la plomería”, suma.

“Hay espacios de juegos, vamos tener sala de música. Tenemos sala de tres, cuatro y cinco años en los turnos mañana y tarde. Cien chicos asisten. Los jardines públicos son muy demandados, por eso es importante este logro para el barrio”, afirma la rectora.

Memorias y militancia

Papalardo piensa en el futuro, mientras firma planillas del día a día. Dice que una vez jubilada piensa escribir sus memorias y dar cuenta de sus años bajo una consigna común: “La defensa de lo público”. “La escuela parece enorme, pero está llena, somos un montón con una diversidad de actividades enorme”, celebra.

“Es una presencia fuerte que muestra el valor de la educación pública. Todos los que trabajamos acá, los padres y la cooperadora militamos lo público. Tiene que ver con la identidad de la escuela. Se trata de sumar, igualar, para que todos tengan el mismo punto de partida, es el objetivo fundamental de la comunidad educativa”, concluye Papalardo.

Juan Castro

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