Historias de nuestra comuna | Creador de Mordisquito y grandes tangos

Enrique Santos Discépolo

El escritor, poeta, dramaturgo, compositor, músico y cineasta Enrique Santos Discépolo, "Discepolín", fue una de las figuras mayores del tango. Y un innovador, revolucionario y perdurable en su condición de letrista popular. Fue autor, entre otros títulos memorables, de "Esta noche me emborracho", "Chorra","Malevaje", "Soy un arlequín", "Yira-yira", "Cambalache", "Desencanto", "Alma de bandoneón", "Uno" y "Cafetín de Buenos Aires".
Buenos Aires, 9 de julio de 2019. Discépolo nació el 27 de marzo de 1901, en Balvanera, en una casa de la calle Paso, a unas cuadras de la Plaza Miserere. A sus ocho años ya habían muerto sus padres. Su hermano Armando, catorce años mayor, y quien también fuera un destacado dramaturgo y director teatral, se convirtió en su maestro y tutor, y le descubrió la vocación por el teatro. En su adolescencia, Discepolín  inició con él su carrera de actor en 1917. 

Al año siguiente escribió sus primeras obras teatrales: "El señor cura", "El hombre solo" y "Día feriado". En 1920 actuó en la obra "Mateo", una de las más conocidas de Armando. En 1925 compuso la música del tango "Bizcochito" y la letra y la música de "Qué vachaché".

En una época en la que la autoría y la composición estaban claramente diferenciadas en el marco de las industrias culturales, Discépolo escribía letra y música, aunque nunca había estudiado piano y lo tocaba muy rudimentariamente. Esta capacidad doble le permitió trabajar cada tango como una unidad perfecta de letra y música. Con un agudísimo sentido del ritmo y de la progresión dramática, y un gusto melódico impecable, Discepolín se las ingenió para hacer de sus breves historias una auténtica comedia rioplatense.

En 1927 compuso el tango "Esta noche me emborracho", luego escribió "Chorra", "Malevaje", "Soy un arlequín" y "Yira-yira". Entre 1931 y 1934 escribió otros tangos muy conocidos, como "Wunderbar" y "Tres esperanzas" y de regreso de Europa "Cambalache", "Desencanto", "Alma de bandoneón", "Uno" y "Canción desesperada". En 1947 compuso "Cafetín de Buenos Aires".

Durante la primera presidencia de Perón, mostró su adhesión al peronismo y en su programa de radio "Pienso y digo lo que pienso" le hablaba en sus monólogos a un opositor al que había bautizado "Mordisquito", tratando de minimizar y contrarrestar la fuerza de aquéllos que estaban contra el gobierno. Esto caló hondo en una sociedad fuertemente dividida. Se dice que uno de sus últimos monólogos realizado en noviembre de 1951, fue clave para la reelección del líder justicialista como presidente, y que el mismo Perón consideró luego de la elección que el voto de las mujeres y los monólogos radiales de Discépolo habían sido elementos claves de su triunfo. 

En su programa, Enrique puso toda su creatividad e ironía para rebatir las críticas de los opositores y combatió a los que consideraba "carneros de la oligarquía" o "cipayos" con un empeño que no fue bien entendido. 

La intransigencia de muchos amigos que le reprocharon cruelmente haber dado charlas por radio, exponiendo y explicando el por qué de su adhesión a las políticas de Perón, le provocó bastantes disgustos en la fase final de su vida, y le valió la pérdida de numerosas amistades, lo que  para él se transformó en algo parecido a un insoportable exilio. Murió a los 50 años, en el departamento de la avenida Callao al 700 que compartía con Tania, su mujer.
                                                                                                                    Norberto Alonso


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