Sociedad | Se pierde un patrimonio histórico

Los viejos vagones a la intemperie

Vagones sin motor, asientos, vidrios, manijas de comando afectados por la humedad y la intemperie, fueron algunas de las observaciones que se hicieron durante una inspección judicial a los coches de madera de la línea A. La jueza Liberatori constató el deterioro al que ya fueron sometidos. Buenos Aires, 11 de marzo de 2013. Estos coches “La Burgoise”, considerados patrimonio histórico cultural de la ciudad de Buenos Aires, fueron inspeccionados en el marco del amparo impulsado por la legisladora porteña María Rachid, del Frente para la Victoria (FPV). Los viejos vagones de madera están en un predio de Villa Soldati, tapados por lonas pero afectados por la humedad, y en algunos casos con signos de desguace o vandalismo, según pudo comprobar Liberatori.

La jueza visitó el lugar con el objetivo de constatar el cumplimiento de la medida cautelar que dictó semanas atrás, por la que ordenó al Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires la preservación de los antiguos choches belgas que circularon durante casi 100 años.

La inspección se realizó en el predio de los talleres del premetro de Metrovías, en Mariano Acosta al 2400, en el barrio porteño de Villa Soldati, donde se encuentran 78 de los 104 coches que fueron retirados de circulación. Se inspeccionaron algunos vagones elegidos al azar, a los que hubo que retirarles la lona que los cubría -colocada en los últimos días- en los que se verificaron faltantes y deterioros.

“El agua entra y se ve el deterioro en la carrocería”, comentaba Liberatori mientras caminaba por el interior del coche número 71 del año 1922, tras añadir: “Toquen, está mojado, se está pudriendo la madera, entra agua por todos lados”. En el coche 71 también se comprobó la falta de controles de aceleración de las dos cabinas y la llave inversora de voltaje.

“Este asiento fue arrancado y este coche estaba en servicio hasta que dejaron de circular”, confirmó la jueza en otro de los vagones, el C 61; “acá se llevaron este asiento y de este otro dejaron las maderas y los tornillos”, añadió.

Asimismo, en ese mismo vagón “faltan botoneras”, las de marcha y contramarcha, señaló uno de los acompañantes de la inspección, Matías Profeta, quien inició la acción de amparo para la preservación de estos coches. También alertó sobre “la falta del motor y un montón de piezas en el coche 60″, precisó.

Liberatori labró un acta, pidió un informe y habilitó a los técnicos y personal de las organizaciones que estaban presentes para continuar la inspección.

Por su parte, Rachid precisó que “este reconocimiento lo estamos haciendo porque tenemos muchas denuncias de que faltan piezas y que se están vendiendo por Internet, de que el predio donde están los vagones no está bien custodiado y que los coches se están deteriorando”. La legisladora aclaró que por ser patrimonio histórico cultural de la Ciudad, “la jueza determinó que la finalidad de los coches tiene que ser resuelta por la Legislatura con una mayoría especial”.

“Nosotros proponemos que al menos el 75 por ciento de los coches queden en funcionamiento los fines de semana y feriados, para preservarlos, y que sobre el resto se acuerde a qué museos o lugares se destina”, puntualizó.

En tanto, Profeta, que recorrió con anterioridad cada uno de los vagones que fueron llevados tanto a Villa Soldati, como al taller Polvorín o a Parque Patricios, y que acompañó toda la recorrida indicando cada una de las cosas que faltan, aseguró: “Acá hay 78 coches pero tendría que haber 79, es decir que falta uno”.


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