Buenos Aires, 7 de julio de 2020. Pese a que formalmente fue creado en 1869, sólo quince años más tarde comenzó a existir realmente, después que el 10 de febrero de 1884, con la presencia del presidente Julio A. Roca, se inauguró parte de la actual iglesia consagrada al culto de San Cristóbal. La existencia del templo fue una de las condiciones impuestas por los legisladores de entonces para considerar efectivizada la parroquia.

La zona era de quintas y tenía pocos pobladores. Un censo cercano a la fecha de la creación de la parroquia arroja una cifra aproximada a 3.171 habitantes del lugar, repartidos en unas 392 casas. Pero para 1887, sólo 18 años después, el barrio ya tenía más de 37.000 habitantes y unas 3.200 casas. Un crecimiento exponencial. Entonces una tercera parte de los habitantes eran extranjeros.  

Un dato significativo de su historia es que en 1885, en la esquina de las avenidas Independencia y Entre Ríos, se creó el Mercado San Cristóbal, que sigue vigente en la actualidad y es el más antiguo de la ciudad. Otra fecha destacada es la del 7 de enero de 1919. Ese día los trabajadores en huelga de la empresa Vasena fueron baleados en masa por la policía y mueren cuatro de ellos. Los Talleres estaban en la calle La Rioja y Cochabamba. Conocido como la Semana Trágica o el “Enero Rojo” (en alusión tanto a la sangre como a los huelguistas anarquistas y marxistas), este episodio es registrado como uno de los inaugurales de las luchas obreras en la Argentina. El 14 de julio de 1940 se inauguraba allí la plaza Martín Fierro, en los terrenos donde se habían levantado los talleres metalúrgicos de Pedro Vasena, abuelo del que después fuese ministro de economía en la dictadura del Gral. Onganía, Adalbert Krieger Vasena.

En 1972 se fijaron los límites definitivos de los barrios porteños. Con la construcción de la Autopista 25 de Mayo en 1980 durante la última dictadura, muchos edificios de la ciudad fueron demolidos y la fisonomía del barrio se modificó. San Cristóbal quedó atravesado por una cicatriz que lo marcó para siempre.

Contemporánea del barrio, la parroquia de la Santa Cruz inaugurada el 11 de marzo de 1894, fue protagonista de uno de los episodios más dolorosos de la represión ilegal durante la última dictadura. Allí fueron desaparecidas algunas de las fundadoras de las Madres de Plaza de Mayo junto a dos monjas y colaboradores entre el 8 y el 10 de diciembre de 1977, en un operativo coordinado por el represor infiltrado Alfredo Astiz. Sus restos recuperados descansan en el jardín del templo y cada año se recuerda su martirio. 

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