Porteñas | Los números de la política

Hacer las cuentas para los amigos

A la hora de evaluar el gasto público, dos datos llaman la atención de los analistas. Una, que la Ciudad y la provincia de Buenos Aires se llevan la mayor parte del incremento de las transferencias automáticas de Nación, en desmedro de los otros distritos. Y la otra es que un porteño paga más ABL que un habitante de Madrid o Roma. No son cuentos de kirchneristas. Buenos Aires, 9 de abril de 2019. Primero fue el Instituto Argentina de Análisis Fiscal (IARAF). Publicó un informe que tuvo mucha repercusión en el interior del país. Los envíos automáticos a provincias, que se nutrieron desde 2015 con la coparticipación y, hasta el tercer cuatrimestre de 2018, del fondo federal solidario (FFS), aumentaron contra 2015 un 9,7%, pero la distribución de esa mejora no fue pareja.

Las transferencias automáticas constituyen un recurso clave para las finanzas provinciales. Tal es así que en el último dato anual disponible las mismas representaron nada menos que el 42% de los recursos totales de las 24 jurisdicciones tomadas en conjunto. En ese contexto, el IARAF informó que del aumento de las transferencias automáticas verificado entre 2015 y 2018, casi el 73% se concentró en dos jurisdicciones: Buenos Aires (32,7%) y CABA (39,9%). Casualmente, los dos distritos que gobierna el PRO y donde cimenta Macri su sueño reeleccionista.

El informe indica: "Las provincias tomadas en conjunto terminaron el año 2018 con mayores envíos automáticos (coparticipación más Fondo Sojero) por cerca de $100 mil millones en relación a los que recibieron en 2015, marcando un cambio significativo respecto a los años previos. Como los principales cambios de la distribución primaria en los últimos tres años se hicieron relacionados a Buenos Aires y la CABA, los números marcan que dichas jurisdicciones son las que más participaron del aumento de la masa de recursos que se enviaron de manera automática a las provincias."

El IARAF destacó que la provincia de Buenos Aires experimentó un marcado incremento en el último año de la mano del llamado Consenso Fiscal. Este último dispuso cambios en la distribución de impuestos, notablemente en lo que se refiere al impuesto a las ganancias y el desarme de los fondos y asignaciones específicas que surgían del mismo (la más significativa tenía que ver con el Fondo del conurbano bonaerense) y de los cuales la provincia no participaba. En ese sentido, el estudio muestra que la suba de los envíos automáticos en el período 2015-2018 fue de $ 31.667 millones medidos en moneda constante de 2018. Un dato que explica por qué no se divorcia Vidal de la suerte política de Mauricio.

Precisamente, el distrito gobernador por María Eugenia Vidal es el único que no presentó una caída de su coparticipación en términos reales; es decir, cuando se le desagrega la inflación.

Por el lado de los ingresos recibidos por la CABA, su crecimiento en dicho periodo fue de $ 38.575 millones medidos de la misma manera. Para IARAF, en un primer momento este cambio estuvo determinado por el Decreto 194/2016, que incrementó su coeficiente de distribución en la coparticipación con el fin de solventar el traspaso de la Policía Federal al ámbito metropolitano (de 1,40% a 3,75%).

No obstante, aclaró que en el último año la jurisdicción también resultó beneficiada por los cambios en la distribución de impuestos implementados en el Consenso Fiscal, que la hacían beneficiaria neta junto a Buenos Aires ante el cambio en la manera de repartir los impuestos a las Ganancias y el impuesto al Cheque.

Así, medidas en pesos constantes por habitante, el ranking de coparticipación señala que la CABA lidera el incremento con envíos automáticos por habitante $12.544 mayor, y le siguen las provincias de Buenos Aires y Santa Fe con $1.491,7 y $1.464,50, respectivamente.

Más plata de Nación y más impuestos locales

El PRO gestiona la Ciudad de Buenos Aires desde 2007. En los últimos años recibió más recursos de Nación pero no le alcanza, porque casi triplicó el porcentaje de suba anual del gasto público respecto de la gestión De la Rúa. Sin embargo, después de casi doce años, el modelo de infraestructura es muy cuestionable.

De acuerdo al debate que ocurrió en la Universidad del CEMA (UCEMA), el 21 de marzo pasado, el porteño paga más caro su Alumbrado Barrido y Limpieza (ABL) que el residente en Roma (Italia) o Madrid (España), ciudades comparables. Los que exhibían críticamente estos números fueron Manuel Solanet, Roberto Cachanovsky y Ricardo López Murphy, entre otros, insospechados de populistas.

Solanet aportó un dato. "Buenos Aires, después de 100 años de contar con subterráneos, tiene unos 60 km operativos, mientras que Chile, que comenzó apenas unas décadas atrás, ya cuenta con más del doble". Y a la fecha nuestro distrito no tiene obras en ejecución. En contraste, marcó el expositor, el Paseo del Bajo requirió U$S 700 millones de inversión, para que autos y camiones atraviesen la ciudad en vez de rodearla.

El economista Roberto Cachanosky desmenuzó el Presupuesto porteño. Según él destacó, la suba del gasto público fue de 2,3% anual en el período De la Rúa-Olivera; de 5,6% durante Ibarra-Telerman y de 6,7% en el período Macri-Rodríguez Larreta (hasta 2017). También sostuvo que la deuda de la Ciudad, que se mantuvo más o menos estable en U$S 3.000 millones (dólares corrientes) entre en 1996 y el 2001, ahora ronda los U$S 11.000 millones. Casi se cuadruplicó, lo mismo que sus intereses.

Dio otro dato. Parece que también para el PRO, gobernar es contratar gente. Mientras en 2002 la cantidad de empleados públicos era de 127.750 agentes, en 2016 (últimos datos disponibles) ya ascendía a 208.000. 80.000 empleados nuevos.

                                    Norberto Alonso


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