Porteñas | Urbanización de la Costanera

Otra Audiencia de sordos

En el proceso de legalizar su proyecto de transformar en otro barrio de lujo el sector de la Costanera Sur ganado al río con el intento de edificar la ex Ciudad Deportiva de Boca Juniors, el gobierno porteño ha convocado a una nueva Audiencia Pública, después de lograr la aprobación por mayoría simple del cambio de su zonificación en la Legislatura. Pero el macrismo redujo a las audiencias en una formalidad, a fuerza de no oír a los oponentes de sus decisiones.
Buenos Aires, 7 de setiembre de 2021. De manera inconstitucional, ya que no se respetaron las mayorías que establece la Constitución de la Ciudad de Buenos Aires para la sanción de este tipo de leyes, la Legislatura porteña aprobó en primera lectura el proyecto inmobiliario impulsado por el GCBA y el Grupo IRSA, llamado Costa Urbana. Es el que procura convertir tierras ganadas al río para hacer un espacio de actividades deportivas y sociales, la ex Ciudad Deportiva de Boca Juniors, en un barrio privado de lujo. Fue el 19 de agosto pasado. Ahora viene la Audiencia Pública establecida por el mecanismo de la doble lectura. Se iniciará el próximo 15 de octubre.

Quienes deseen participar de la misma, podrán inscribirse a partir del 15 de setiembre en el sitio web www.legislatura.gov.ar. Las personas jurídicas deberán hacerlo únicamente a través de sus representantes legales acreditando personería jurídica mediante el mail dg.gypciudadana@legislatura.gov.ar y llamando al teléfono (011) 4338-3151 de 10 a 18 horas. El público en general, podrá presenciar el debate a través del canal ofi¬cial de la Legislatura de la plataforma www.youtube.com/ https://www.youtube.com/user/LegislaturaCABA

Oídos sordos

Es oportuno consignar que el macrismo, en estos catorce años que lleva gobernando en la ciudad, regularmente procura desconocer en los hechos los procedimientos establecidos legalmente para la adopción de políticas públicas. Por caso, el decidir el uso de espacios urbanos. Pero no los ignora. Intenta avanzar en su desconocimiento, probando la vigilancia de sus oponentes. La votación sin las mayorías suficientes en la Legislatura, es un ejemplo. Volverán sobre sus pasos solo si la justicia porteña, que han modelado a su manera en gran medida, los obliga y luego de haber entablado un litigio, con todo lo que implica. 

Entre tanto, avanzan. Lo mismo sucede con las Audiencias Públicas. Es algo previsto por nuestra legislación para que los gobernantes recojan la opinión de los afectados por una decisión estatal y la adecuen contemplando los múltiples intereses en juego en cada ocasión. Nunca sucedió. Siempre hicieron oídos sordos a las expresiones opositoras vertidas en las Audiencias Públicas, aunque formalmente las atendieran. Cuando las convocaron por propia iniciativa o cuando debieron hacerlo obligados por una sentencia. En todos los casos, la reacción fue la misma. Explicar en el expediente por qué no considerarían las objeciones formuladas o cómo ya lo habían hecho. En todo caso, lo mismo da, porque seguían adelante implementando lo que ya se había resuelto en el Ejecutivo.   

Este proceder formalmente republicano, disfraza una actitud densamente autoritaria. Hacia adentro, pues la coalición gobernante solo espera obediencia de sus legisladores o, a lo sumo, negociaciones menores. El canje de un voto por algunos contratos. Pero también hacia la sociedad, que no puede dialogar más que desde posiciones de fuerza y nunca es atendida. Por lo visto, a gran parte de sus votantes esta circunstancia no los incomoda. Por el contrario, aprecian el ejercicio gerencial de la gestión, pese a que la ciudad no es una empresa, y menos propiedad privada de sus gobernantes.  

Los humedales y el futuro

Los sucesivos proyectos conocidos en el último tiempo para urbanizar la ribera (Costa Salguero y Punta Carrasco primero y ahora Costanera Sur) van en dirección contraria a lo requerido para afrontar el cambio climático en curso. Asunto grave en un lugar que se encuentra apenas unos metros por encima del nivel del mar y que está seriamente amenazado de inundación, si sigue aumentando la temperatura global. Pero además son inconstitucionales, como ya se remarcó en la Audiencia Pública realizada por el primero de los casos. 

En esa ocasión histórica por el nivel de participación alcanzado y que se extendió por tres meses, se remarcó que los terrenos ribereños deben ser públicos, tal y como lo establece la Constitución de la Ciudad. Una observación que no fue escuchada por el gobierno. Lo hizo notar en aquella ocasión, el docente y secretario general de la CTA de la Ciudad, Eduardo López, al abrir su intervención en la tercera jornada de la audiencia pública en la Legislatura porteña para tratar la rezonificación del predio, en la que hubo más de 7000 anotados para opinar sobre el proyecto. Tras señalar que quienes lo precedieron ya habían dado todos los argumentos a favor de que la Costanera no se privatice, López leyó unas pocas palabras: “Los espacios que forman parte del contorno ribereño de la Ciudad son públicos y de libre acceso y circulación”. “Son diecinueve palabras, el artículo 8 de la Constitución (porteña)”, dijo el docente que preguntó, “¿qué no se entiende, Larreta?”.

Los humedales ribereños, además de ser espacios verdes públicos que faltan en nuestra ciudad, amortiguan el calor urbano y los efectos de las crecientes sobre las zonas habitadas. Su privatización con fines inmobiliarios despoja a las mayorías de su derecho a un medio ambiente urbano sano y del acceso al disfrute del río y su paisaje y hace más frágil nuestra ciudad frente al cambio climático. 

Lic. Gerardo Codina



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