Comunales | Presencialidad sin riesgos

El Acosta se cuida solo

Ante el abandono de ciudad de las políticas de prenvención sanitaria en los espacios escolares, la comunidad del colegio Mariano Acosta crea sus propios medidores de cióxido de carbono. “No sólo nos hacemos cargo de lograr un aire puro en el aula, sino que lo incluimos en el proyecto pedagógico”, contó uno de los docentes encargados de la iniciativa.
Buenos Aires, 20 de julio de 2021. “El dióxido de carbono es un gas que se emite en la exhalación al respirar. En el exterior, su concentración es cercana a los 400 ppm y es aproximadamente constante, lo que sirve como referencia”, señaló Andrea Pineda Rojas, investigadora del Centro de Investigaciones del Mar y la Atmósfera (CIMA) y del Conicet.

“Cuando uno tiene todo cerrado, el CO2 se va acumulando y aumenta su concentración, con lo cual niveles de CO2 bastante mayores a 400 ppm dan una medida de la acumulación de aerosoles en un ambiente, y sugieren que es necesario ventilar, lo que significa renovar el aire”, agregó. La medición del dióxido de carbono como indicador de la ventilación del aire en ambientes cerrados es una de las medidas más recomendadas para evitar el contagio de coronavirus por inhalación de aerosoles acumulados, que hoy es una de las principales vía de transmisión, advirtieron especialistas.

Muchas cooperadoras de escuelas porteñas reclamaron los medidores pero chocan contra la negativa del Gobierno a adquirirlos. Ante la falta de respuestas por parte del gobierno de la Ciudad de Buenos Aires y a través de una iniciativa de padres, estudiantes y docentes, profesores de la escuela porteña Mariano Acosta crearon sus propios medidores de dióxido de carbono (CO2).    

Alberto Falabella, profesor de matemáticas de la escuela, contó que el proyecto nació ante la “falta de voluntad” de la administración de Horacio Rodríguez Larreta y el aumento de los medidores.“Los medidores pasaron de costar 5 mil a 16 mil pesos. Desde la cooperadora de la escuela le hicimos un pedido de ayuda al Gobierno porteño pero aún no obtuvimos respuesta. Me parece que no hay mucha voluntad”, expresó.

Ante esa situación, el profesor contó que en febrero fue convocado por la cooperadora del Mariano Acosta para comenzar con la construcción de sus propios medidores de CO2. "Nos basamos en una iniciativa de Jorge Aliaga. Su trabajo es maravilloso”, contó Falabella. “No sólo nos hacemos cargo de lograr un aire puro en el aula, sino que lo incluimos en el proyecto pedagógico”, agregó. Por último, Falaballea contó que hasta el momento construyeron un medidor con éxito y que en agosto comenzarán con la fabricación de otros 9. Para eso lanzó una campaña de recaudación de fondos y en agosto hará una jornada para la producción de los aparatos.   

Otras escuelas también

Las cooperadoras de los colegios de la Ciudad de Buenos Aires piden al Gobierno local la distribución de medidores de dióxido de carbono en las escuelas como medida de protocolo para la presencialidad en el marco de la pandemia por covid-19. La solicitud al gobierno de Horacio Rodriguez Larreta está firmada por la Red de Cooperadores de la Ciudad de Buenos Aires, Comisiones Directivas adherentes de Cooperadoras escolares, docentes e integrantes de la comunidad educativa. Se pide la distribución de medidores de dióxido de carbono en las escuelas como medida de protocolo de la presencialidad. 

"Numerosos estudios han comprobado que una de las principales formas de transmisión de covid-19 ocurre a través de los llamados ´aerosoles´ presentes en la respiración cotidiana, y que a través de la adecuada ventilación y del uso de medidores de dióxido de carbono es posible mejorar la calidad del aire en espacios interiores. Estas dos simples acciones tienen un impacto verificable en la reducción de contagios de enfermedades respiratorias", comunicaron desde la Red.

La nota no solo remite a la evidencia científica sino a lo que han hecho otros gobiernos como el de la provincia de Buenos Aires, que en junio compró 33 mil medidores de dióxido de carbono (CO2) para los más de 13.700 establecimientos educativos de gestión estatal de la provincia y los envió a las escuelas con una "Guía para la adecuada ventilación y distribución de medidores de dióxido de carbono" y recomendaciones sobre el conjunto de medidas de cuidado para reducir el riesgo de transmisión de covid-19 y de otras enfermedades respiratorias.

Además, las cooperadoras piden que el gobierno garantice al menos un medidor de CO2 por escuela para que las aulas puedan ser espacios cuidados. Según explicaron, se trata de una inversión moderada para una política pública de alto impacto: “El costo promedio de medidores de CO2 que puede conseguirse realizando compras por mayor es de $7000 (siete mil pesos) por medidor, lo que hace un total de $8.869.000 (ocho millones ochocientos sesenta y nueve mil pesos) destinados a una política pública que ofrece una herramienta científica de cuidado para las 1267 unidades educativas”.

Hace unos meses el Gobierno de la Ciudad había sacado una resolución en la que trasladaba la responsabilidad de la compra de los insumos necesarios para los cuidados contra la covid-19 a las cooperadoras de las escuelas. En ese momento las cooperadoras se pronunciaron en contra y el Gobierno tuvo que dar marcha atrás con las medidas. Desde ese mismo impulso esta solicitada intenta lograr que el Gobierno invierta en los cuidados necesarios para que las aulas no sean foco de contagio, no solo de covid-19 sino de otras posibles infecciones.



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