Porteñas | Por los alrededores del barrio

Una huerta urbana en Constitución

Carlos Briganti, docente y huertero, implantó la idea de las huertas en la vereda que se expande por la ciudad, con el objeto de ir introduciendo cambios en los hábitos alimenticios de la población, lograr la soberanía alimentaria y cuidar el medioambiente.
Buenos Aires, 9 de marzo de 2021. Doce años atrás creó El Reciclador Urbano, un colectivo que impulsó la primera Escuela Argentina de Agroecología Urbana trabajando sobre tres ejes: Acción Huerta Urbana (armado de huertas en la ciudad), Club del Compostaje (enseñanza de la técnica a los vecinos) y Frutas en la Ciudad (germinación de paltas, frutos y nísperos para plantar en espacios verdes). 

Para Briganti la huerta se puede hacer sin gastar un centavo, sobre la base del reciclaje. En Buenos Aires hay treinta huertas comunitarias que forman parte de la Red Interhuertas, mientras que en el resto del país el número se extiende a ciento cincuenta. La amenaza del desalojo en las huertas urbanas es permanente, ya que en general funcionan en espacios públicos, y ante ello, la red constituye una protección. 

La tierra que se necesita para el armado de la huerta se junta de los contenedores de la calle, y las macetas se pueden armar con neumáticos. No se utilizan agroquímicos, solo fertilizantes naturales, como las lombrices canadienses para abonar la tierra o el lixiviado de la basura. En la huerta todo se hace sobre la base de esquejes y semillas propias que se recolectan e intercambian con otras huertas y bancos de semillas. 

Con el impulso de El Reciclador, este mes abrirá la segunda Escuela de Agroecología Urbana en Solís 1286, sede de la murga Los Verdes de Monserrat. Los chicos de la murga definen la escuela como un proyecto gratuito y abierto a la comunidad que creará contenidos para la capacitación en huertas para todos los vecinos.
Sostienen que desde hace bastante tiempo tienen en mente el armado de una huerta pero nunca se daban las condiciones, hasta que en plena cuarentena se entusiasmaron viendo videos de El Reciclador y decidieron poner manos a la obra.
 
El espacio de la calle Solís, es un terreno ubicado al lado de la Autopista 25 de Mayo que ocuparon hace más de 20 años para reuniones y ensayos de la murga. En pandemia, iniciaron una olla popular para el barrio y se conectaron con la Unión de Trabajadores de la Tierra (UTT) que les proporcionó verduras y alimentos para todas las ollas. 

Con el material orgánico que se juntaba, decidieron empezar a compostar, se vincularon con El Reciclador, y con su asesoramiento iniciaron el armado de la segunda Escuela Argentina de Agroecología Urbana mientras la huerta propia comenzaba a tomar forma. Para ello reacomodaron el espacio que estaba lleno de objetos que no se usaban y lo pusieron en funcionamiento, se conectaron también con varias gomerías del barrio recolectando cubiertas de autos y neumáticos y convocaron a los vecinos para que aportaran materiales que pudieran servir, por ejemplo cajas de madera como las que descartan en las pescaderías o baldes de pintura para colocar los plantines o armar semilleros. 

Para los integrantes de la murga Los Verdes de Monserrat, las huertas en la urbanización son esenciales para cambiar el paradigma de la ciudad árida y generar espacios verdes donde se puedan producir alimentos y compartirlos en comunidad.


Compartir nota en las redes sociales Enviar Imprimir

Dejanos tu comentario