Comunales | Lo resolvieron los socios

Hebraica no se vende

Rechazaron la venta del edificio de la Sociedad Hebraica al gremio de los porteros. Lo decidió una asamblea de socios realizada el domingo 2. La sede queda en Sarmiento 2333 del barrio de Balvanera. El sindicato de Víctor Santa María había ofrecido 9,85 millones de dólares. El edificio, inaugurado en 1926, ha sido un potente faro cultural a lo largo de décadas y contiene siete murales que en 2015 fueron declarados Patrimonio Cultural de la Ciudad.
Buenos Aires, 11 de setiembre de 2018. La comunidad de la Sociedad Hebraica Argentina (SHA) rechazó en una extensa asamblea la oferta que el gremio de los encargados de edificios había hecho para quedarse con su histórica sede de Sarmiento 2233, en Once. Así, el SUTERH que lidera Víctor Santa María tendrá que dejar en suspenso su proyecto para mudar allí a su Universidad Metropolitana para la Educación y el Trabajo (UMET). La Universidad cuenta con un edificio construído para su uso en la misma calle Sarmiento, pero al 2000. El crecimiento de su matrícula y la multiplicación de sus actividades ya lo dejó chico y por eso buscan expandirse en el propio barrio.

La construcción de la vieja sede de la SHA fue inaugurada en 1926. Tiene teatro, auditorio, canchas de voley, básquet y futsal, además de biblioteca, café y salón de usos múltiples. Fue, y continúa siendo, un punto de encuentro para la comunidad y los vecinos.

La posible venta generaba divisiones dentro del club, donde muchos socios acusan a la comisión directiva actual y a la anterior de manejar de manera poco clara el destino del edificio. Por eso, la semana pasada realizaron un abrazo a la sede y protestaron. "No está a la venta", dijeron. 

En la asamblea de este domingo, los socios votaron pasar a un cuarto intermedio para esperar el cambio de autoridades, que ocurrirá en octubre, y luego volver a reunirse para continuar debatiendo el futuro del edificio. En la próxima reunión no se discutirá la oferta del SUTERH sino, directamente, si hace falta vender el edificio o no. El gremio de Santa María había ofrecido originalmente 11 millones de dólares, pero bajó la oferta a 9,85 millones.

Historia de una compra frustrada

En 2015, el gremio compró una torre que forma parte de la sede y que se construyó sobre su espacio aéreo. Así, posee del piso 5 al 13. "Con la venta de esa construcción, los directivos prometieron que se iba a poner en valor el resto del edificio. Pero no ocurrió. Por otra parte, nos aseguraron que se había vendido un 18% del total de la sede por US$ 3,5 millones, pero cuando pudimos ver el boleto de compraventa descubrimos que se escrituró por un 27%. Y se les firmó un ´derecho de preferencia´, es decir que el SUTERH tiene ventaja sobre otros posibles compradores en caso de que los socios voten la venta futura. En este momento tenemos un condominio con el gremio y ahora entendemos que fue una maniobra para que pusieran un pie en nuestra institución", se lamentó Valentín Bromberg, con 50 años de socio. 

La asamblea se llevó a cabo en Pilar, donde Hebraica posee su otra sede y barrio cerrado. "Es angustiante porque no tenemos respuesta sobre el destino de la institución. La sede de Sarmiento no es un local más, tiene un valor histórico y cultural incalculable. Hubo una maniobra para desalentar la participación de los socios, al llevar la asamblea a Pilar", dijo a Clarín Rogelio Szmukler, también socio y participante de la asamblea en la que hubo más de 400 personas.  

El ex presidente de la asociación, Marcelo Diego Dinitz, publicó un comunicado en que el opinó sobre el valor de la propiedad. Según explica, inicialmente la oferta por parte del sindicato había sido de 11,5 millones de dólares; y este año la cifra bajó a 9,85 millones. "En la Argentina de hoy, cualquiera puede tener razón. Decir que la propiedad vale 12 millones de dólares puede ser acertado o totalmente fuera de contexto. Pero lo cierto es que encontrar un comprador que pague 10 millones es una misión imposible. Las propiedades valen lo que se paga y poner condiciones es decir como decir ´no vendo´. Estamos frente a una situación poco menos que alucinante".

En tanto, Nicolás Trotta, el rector de la Universidad que depende del SUTERH, explicó: "Luego de comprar la torre, Hebraica le consultó al gremio si quería avanzar con la adquisición del resto del edificio, de la planta baja al 4° piso y el teatro. Se hizo entonces una primera oferta, y ahora una segunda que fue distinta teniendo en cuenta los vaivenes económicos. Estamos esperando la respuesta. Nuestra voluntad es mudar allí la Universidad pero siempre con el compromiso de respetar el patrimonio del edificio, y que tanto los socios del club como del sindicato puedan utilizar las instalaciones deportivas".

El edificio tiene además un importante acervo cultural: siete murales que en 2015 fueron declarados Patrimonio Cultural de la Ciudad. Se trata de "Las Artes", de Antonio Berni; "La ofrenda de la nueva tierra" de Castagnino; "La Cultura dignifica a los hombres y hermana a los pueblos", de Demetrio Urruchúa; "La Familia Hebrea", de Antonio Sibellino; "El Pueblo Hebreo y Éxodo", de Juan Batlle Planas; "Vitraux", de Luis Seoane López, y "La Hermandad de los Pueblos", de Leo Vinci. 


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