Comunales | Día Internacional de los Trabajadores

1º de Mayo atípico

Desde hace 130 años, todos los 1º de Mayo trabajadores del mundo se manifiestan en reclamo de sus derechos o para celebrar sus conquistas. Esta vez, a causa de la pandemia que se padece en todo el globo, sólo actos simbólicos y declaraciones en las redes recordaron la jornada. Entre tanto, muchos trabajadores de la salud continuaron sin respiro su batalla por rescatar de la muerte a los más enfermos de la comunidad.
Buenos Aires, 5 de mayo de 2020. Cuando se proclamó esta fecha, en el Congreso de Paris de la Segunda Internacional en 1889, se la imaginó como una oportunidad para que en todas partes del mundo los trabajadores reclamaran al unísono sus principales reivindicaciones; la principal, la jornada de 8 horas con un salario digno. Al año siguiente, también en Argentina se hicieron oír los trabajadores. En Buenos Aires y otras ciudades se organizaron actos, pero a los que asistieron las patronales les descontaron el jornal. No sería con fiestas que se alcanzaría la conquista de los derechos de los trabajadores.

Por eso el 1º de Mayo encierra una historia de luchas, muchas heroicas. Sucede que el 1° de mayo de 1886 una enorme huelga por la jornada de ocho horas estalló de costa a costa de los Estados Unidos. Más de cinco mil fábricas fueron paralizadas y 340.000 obreros salieron a calles y plazas a manifestar su exigencia. En Chicago los sucesos tomaron rápidamente un sesgo violento, que culminó en la masacre de la plaza Haymarket (4 de mayo) y en el posterior juicio amañado contra los dirigentes anarquistas y socialistas de esa ciudad, cuatro de los cuales fueron ahorcados un año y medio después. Ellos son recordados como los mártires de Chicago. Su lucha simboliza la de centenares de miles a lo largo de decenas de años. 

Entre nosotros, aquí en Comuna 3, mucho tiempo después de los sucesos de Chicago, los trabajadores de la metalúrgica Vasena (donde hoy está la Plaza Martín Fierro) reclamaban en diciembre de 1918 también por la jornada de ocho horas con un salario justo. La intransigencia patronal ante la “insolencia obrera”, como la llamaron, precipitó días más tarde un conflicto generalizado en las calles de Buenos Aires, una verdadera guerra civil que se conoce como Semana Trágica e incluyó el único pogromo (matanza de judíos) registrado en América, ocurrido en los barrios de Once y Villa Crespo. Con un saldo de centenares de muertos entre los trabajadores reprimidos por la policía y el ejército, la lucha librada entre el 7 y el 14 de enero de 1919 logró sus objetivos. 

No todo fue huelga y violencia. Algunos años antes aparecían las primeras leyes protectoras de los trabajadores. En 1905 la de descanso dominical, impulsada por Joaquín V. González y en 1907 la que regulaba el trabajo de mujeres y niños, prohibiendo la contratación de menores de 10 años. Pero sin el reclamo y la organización sindical de los trabajadores los derechos, como el de trabajar sólo 8 horas, no se hubiesen logrado.


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