Comunales | Jardín del Ramos

Siguen los reclamos

La comunidad educativa de la Escuela Infantil 6 del DE 6, más conocida como el jardín de Hospital Ramos Mejía, rechaza el cierre proyectado de la sala para lactantes y de 1 y 2 años. Su reclamo adquiere con el tiempo cada vez más fuerza y visibilidad. Mientras circulan en las redes fotos de referentes políticos y sociales y artistas adhiriendo a la defensa del jardín, familias y docentes volvieron a movilizarse el viernes. Esta vez, con un semaforazo en Belgrano y Urquiza.
Buenos Aires, 23 de octubre de 2019. Mientras la Campaña Argentina por el Derecho a la Educación (Cade) en conjunto con la Organización Mundial para la Educación Pre-escolar (Omep) hicieron público su rechazo al cierre de las salas maternales del jardín de infantes del hospital Ramos Mejía, en Buenos Aires, la comunidad educativa continúa movilizándose. "La política pública para la primera infancia es el nivel educativo el que posee la mayor carencia de vacantes en instituciones", advirtieron desde esas organizaciones. La Cade y la Omep manifestaron en un documento el acompañamiento a la comunidad educativa de la escuela infantil del hospital Ramos Mejía en su reclamo y "en defensa del derecho de niños y niñas a recibir educación desde el nacimiento".

"No al cierre del lactario" y "tocá bocina si apoyás la educación pública" fueron algunas de las consignas de las pancartas que se alzaron en la protesta, el viernes pasado desde las 14. Mientras tanto, continuando circulando un petitorio para juntar firmas contra el cierre del jardín. El sábado, desde las 16, se pudo firmar la adhesión al reclamo en la Plaza Boedo, ubicada en Estados Unidos y Virrey Liniers.

La movilización de la comunidad educativa del jardín del Ramos se potenció la semana pasada, tras la confirmación por parte de autoridades del Ministerio de Educación de que el lactario no abrirá en 2019, y luego se cerrarán progresivamente las salas de uno y dos años, para luego trasladar sólo las salas de tres a cinco a otro jardín (que a su vez perdería las nuevas vacantes prometidas). Además de realizar varios abrazos y llevar el tema a la Legislatura porteña, familias y docentes trabajan para visibilizar el caso y evitar el cierre de un jardín con años de historia y ante la acuciante falta de vacantes en el nivel inicial en toda la Ciudad.

Además, preocupa que no se trate de un caso aislado. Una versión que suena con fuerza es que correrán la misma suerte los maternales que funcionan en el resto de los hospitales. Y no sólo: desde otro distrito escolar ya advirtieron que no habrá vacantes para lactario en 2019 y que durante el período de pre-incripción online los facilitadores instaban a las familias a anotar a los bebés en los Centros de Primera Infancia (CPI), que no dependen de Educación sino del Ministerio de Desarrollo, y entre otras diferencias no son requieren tener una planta de docentes a cargo de los chicos.

Organizaciones especializadas en educación como Cade y Omep, sostienen que, al contrario de lo que realiza el gobierno, "Promovemos la creación y sostenimiento de salas para niños de 45 días a tres años, que dependan del ministerio de Educación de la Ciudad de Buenos Aires, como política pública para la primera infancia, siendo este nivel educativo el que posee la mayor carencia de vacantes en instituciones educativas". Asimismo, "entendemos que las amenazas de cierre de este establecimiento educativo refuerza la situación de peligro que, a raíz de distintas decisiones sobre políticas educativas, está afectando el derecho a la educación en nuestro país",  y advirtieron que esta situación podría replicarse en otros lugares.

Antecedentes

En la Ciudad de Buenos Aires, faltan por lo menos 17.000 vacantes en la escuela pública, situación que se agrava año a año y especialmente en el área de jardines maternales e inicial. En este contexto el Gobierno de la Ciudad decidió cerrar tres salas de la escuela infantil seis del Distrito Escolar Seis. Las familias se enteraron de casualidad, porque no estaba habilitada la opción de vacantes para el lactario en 2019. Luego tuvieron la confirmación de los planes oficiales por boca de funcionarios. Los afectados son el lactario, la sala de deambuladores -bebés de un año- y sala de dos. El edificio funciona en Venezuela 3158, en el hospital Ramos Mejía, del barrio de Balvanera.

El jardín funciona hace tres décadas y muchos de sus alumnos son hijos de trabajadores del Ramos Mejía. Nueve docentes quedan si trabajo por esta decisión que ataca a familias trabajadoras y sus hijos en un barrio humilde del sur porteño. Según el comunicado de la Asociación Cooperadora de la Escuela, las autoridades anunciaron el cierre definitivo de la sala Lactario a partir del año próximo, y de las salas de uno y dos años en 2020 y 2021. Las salas fueron refaccionadas después de los daños causados por una tormenta en abril pero, aunque la obra ya terminó, el ministerio decidió que sigan vacías.


Compartir nota en las redes sociales Enviar Imprimir

Dejanos tu comentario