Comunales | Poeta y vecino ilustre

Carlino: un tipo comprometido

En noviembre de 2010 publicamos este reportaje a Alfredo Carlino, que hicimos en las mesas de la pizzería Centenario, de 24 de Noviembre y Rivadavia. Hoy lo reproducimos en su memoria.
Alfredo Carlino, de profesión poeta, periodista, actor, titiritero y boxeador, vecino del barrio desde hace veinte años y Ciudadano Ilustre de Buenos Aires desde hace seis, nació un 17 de octubre, pero de 1932. En el ´45 era un pibe que integraba organizaciones nacionalistas y, a partir de entonces, ha sido militante peronista. Entrevistamos a Carlino para recorrer juntos su historia, llena de compromiso y momentos intensos.

SC3: ¿Boxeador? Esa no la tenía…

AC: Sí. Campeón Argentino de Box, Peso Mosca, 51 kilos. En la época de oro del boxeo, en la década del 40.

SC3SP: ¿Desde cuándo militás en el peronismo?

AC: Desde antes que existiera.

SC3SP: ¿Cómo es eso? 

AC: Yo provengo del nacionalismo, que éramos los que luchábamos por una alternativa; lo que después Perón llamó la "tercera posición". Éramos anti ingleses, anti yanquis. No estábamos de acuerdo con la Unión Soviética.

SC3: ¿Qué recuerdo tenés de la época del 17 de octubre?

AC: Muchos recuerdos. De la militancia previa que hubo al 17 de octubre, la pelea en la calle Florida contra la FUA, contra la alianza de la izquierda y de la ultraderecha. Nosotros los enfrentamos en nombre de las elecciones. Porque Perón exigía elecciones inmediatas. Y ellos pedían el Gobierno a la Corte Suprema, con lo cual iban a preparar el fraude para cuando hicieran elecciones.

El 12 de octubre, en la Plaza San Martín hicieron el famoso Picnic. Fueron 70 mil personas, que en aquel tiempo era muy numeroso, a pedir el gobierno a la Corte. Toda la alta burguesía, con champán, con caviar. Por eso le llamaron picnic. Era toda la avenida Santa Fe, Barrio Norte. Y pensaban tomar la Casa de Gobierno. En eso estaba toda la Unión Democrática, que eran más de diez partidos. El peronismo no existía todavía, no tenía partido. Existíamos nosotros, que no éramos muchos, pero éramos activos. Bah!, yo era un pibe.

SC3: ¿Qué edad tenías entonces?

AC: Trece años. No son lo mismo que los trece años de hoy, pero de todos modos, era muy chico. Había entrado a trabajar en un diario inglés. Ahí empecé a rebelarme en las ideas, sentía que había que defender a la Patria, exigir que nos devolvieran las Malvinas. ¡Es que nos saqueaban toda la economía! Entonces, luchábamos contra los ingleses. Todavía no era el imperialismo norteamericano. Eran ellos. Después que terminó la guerra, los ingleses fueron desplazados por los norteamericanos. Seguimos luchando contra los norteamericanos e ingresamos al peronismo. 

El 17 de octubre salimos con la columna de los estudiantes secundarios y fuimos baleados. La columna nuestra fue baleada frente a Crítica, a unos cincuenta metros del diario. Íbamos gritando ¡Patria sí, colonia no!, nos cagaron a tiros. Y casi al lado mío lo matan a un adolescente, que era poeta, igual que yo. Darwin Passaponti. Y Avelino Currá, que era universitario, lo hieren y muere dos días después. Hubo muchos otros heridos que no quedaron registrados por la historia. Passaponti es todo un símbolo. En los últimos libros tengo un poema dedicado a él, en cada uno. Esa muerte me marcó mucho. Además, él tenía un poema que anticipa su propia muerte. Tenía 16 años.

Después de eso sigue la lucha callejera, por el dominio de la calle, que era el estilo de la lucha política de entonces. Nos agarrábamos a trompadas, a veces a sillazos. Éramos realmente fuerzas de choque. Como ser, en el picnic de la Plaza San Martín, nosotros éramos 700 y ellos 70 mil. Ingresamos al grito de ¡Patria sí, colonia no! y ¡Elecciones sí, Corte no!... Nos agarramos a trompadas. Después ellos sacaron armas, entró la policía y se agarraron a tiros con la policía. Nosotros nos fuimos porque no teníamos ninguna posibilidad, éramos numéricamente inferiores. Pero logramos desbaratar el intento de ir a la Casa de Gobierno. 

Luego participamos el 17, pero ya con la presencia masiva de los obreros. Los famosos "grasitas" de Evita. Eran los tipos que trabajan en las máquinas de la industria frigorífica, en las metalúrgicas… No había detergente en aquella época. Se lavaba en el piletón, con jabón blanco el que tenía, no todos. Y la ropa quedaba manchada, siempre sucia. Después vino el gas que nos trajo Perón, que cambió todo. 

Cuando asumió la Presidencia trajo, ¡en tres meses!, de 2300 kilómetros el gas. ¡Sin tecnología! En aquella época las montañas había que perforarlas a pico y pala. ¿Y qué pasó con eso? Cambió la vida del país. Porque inmediatamente nosotros, en vez de cocina económica, teníamos cocina de gas. ¿Cómo hicimos? Te la cobraban por mes, con el gas. 

Surgieron cientos de fábricas de cocinas y calefones a gas, que no había en el país. Con lo cual ocupó miles de obreros. Así fue resolviendo la desocupación y nos fue dando el confort más moderno. Antes nosotros nos bañábamos en casa, porque podíamos, con un calefón a alcohol, que era un peligro, porque estallaba. Pero no había en todos lados. Un día fui a boxear al Club Unidos de Pompeya, que todavía existe pero ahora es todo cemento, y nos bañamos con un tacho, tirándonos agua encima.

SC3: ¿Desde entonces estás con la poesía?

AC: Sí. La poesía. Siempre escribiendo. Después crecí en el teatro, por eso dejé el boxeo. Estuve con Pedro Asquini y Alejandra Boero, en el Nuevo Teatro, la mejor época, cuando era en Corrientes 2120. 

SC3: También en el barrio…

AC: Nuevo Teatro fue una cosa maravillosa. Te quiero aclarar que la mayoría no era gente que pensara como yo. Era gente de izquierda, del Partido Comunista, pero pudimos coexistir bien, con discusiones como siempre. Pero sin rencor, sin enojos. Hasta el punto en que yo me sigo encontrando con el resto que quedó de aquella época. Voy a España y me encuentro con Alterio, que fue compañero mío y me recibe con los brazos abiertos. Hicimos una gran experiencia. 

Después, por diversas circunstancias, nos fuimos al Teatro Los Independientes, que es el Payró, un teatro que construyeron los actores. Entre los sobrevivientes está todavía Onofre Lovero, Haydeé Padilla, estoy yo. Ahí dimos una lucha por la cultura popular y aprendí mucho. Después del 55 se fueron terminando esos teatros. Fray Mocho, que fue muy importante, lo transformaron en un garage. Lo echaron de ahí con la ley de alquileres.

Definiciones de Carlino

Militancia
La militancia es activar en una ideología, en una estructura política y corregir a los dirigentes que se desvían, para mantener lo que es el principio. Porque si no, como es ahora, que en cada partido cada uno piensa como se le da la gana y nada se resuelve. Así, después viene el imperialismo y pone a los funcionarios. 

Verticalidad
La verticalidad quiere decir que uno escucha la orden que viene de abajo y se devuelve de arriba en obras, en cosas. Eso es la verticalidad. No es que le pone una pistola en la cabeza al que está debajo de uno, como todos los medios trataron de demostrar. Cooke lo tiene muy bien eso y dice: la verticalidad es dialéctica, de abajo hacia arriba y arriba hacia abajo. Eso es la verticalidad en el peronismo. No es la verticalidad militar, que es otra cosa. 




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