Comunales | Los chicos en Fundamid

"La solidaridad funciona"

Un menú diseñado para cubrir proteínas, vitaminas y minerales indispensables en el crecimiento de los chicos es brindado por Fundamind en un comedor para niños, que además da viandas a sus familias. “Somos muchos másâ€, dicen los referentes. Buenos Aires, 17 de octubre de 2016. Un menú diseñado para cubrir proteínas, vitaminas y minerales indispensables en el crecimiento de los chicos es brindado por Fundamind en un comedor para niños, que además da viandas a sus familias ante el incremento de gente necesitada de comida, informó la activista comunitaria Marisa Mujica, en vísperas del Día Mundial de la Alimentación.

"Registramos un incremento en la demanda, somos muchos más y vivimos momentos de tensión en la disputa por comida a la entrada cada día al comedor", relató Mujica, coordinadora de Programas Comunitarios de la entidad.

Con el lema "nutrir para crecer", la entidad que tiene el comedor en el barrio porteño de Balvanera, en calle 24 de Noviembre 142, difundió un informe ante el Día Mundial de la Alimentación, el domingo 16 de octubre.

Acostumbrados a moderar la escasez, los voluntarios de la entidad sin fines de lucro van priorizando a quienes más necesitan y manejando las cambiantes situaciones. "Lamentablemente, este año vemos un montón de familias que pasan por la situación de tener que separarse; hay gente que vuelve a Perú porque no puede pagar la vivienda, las familias se desorganizan porque la madre y el hijo se van, pero el hombre se queda para tratar de conseguir trabajo", relató.

Aunque el desánimo no hace mella en el personal y los voluntarios que luchan contra el hambre hace más de 25 años: "Estamos orgullosos de nuestro trabajo porque estamos creciendo siempre, a veces contra la corriente, pero crecemos: realmente la solidaridad funciona", reivindica la Coordinadora.

Esta experiencia de la sociedad civil comenzó en 1991 en el barrio Balvanera "porque la gente tenía necesidad de comida". "Comenzamos dándole de comer a 20 niños y sus familias, y repartiendo un alimento por día -caballa, lentejas, polenta- con una cocinera que iba explicando cómo usarlo en recetas sencillas", dijo Mujica.

La activista de Fundamind balanceó que la iniciativa "funcionó muy bien y todas las semanas participaban las señoras con sus recetas económicas, que requerían poco tiempo de cocción, para gente que vive en hoteles". En la siguiente etapa, una de las mujeres preparaba el relleno para empanadas, la otra, la masa, y la que tenía cocina, cocinaba.

"Hasta que fuimos obteniendo más recursos y en 2007, con ayuda de Desarrollo Social de la Nación, establecimos consultorios, salitas y nutricionistas para educar a las mamás", relató. Con "más recursos para dar más comida" que entonces, en la actualidad Fundamind garantiza 420 raciones diarias de viandas, incluido un comedor en el que almuerzan "150 niños, que también desayunan, meriendan y llevan una viandita para la cena".

Además, "300 miembros de familia sin recursos se llevan la cena" para todo el grupo, elaborada en el comedor que es supervisado por el Gobierno de la Ciudad, Desarrollo Social de la Nación y Bromatología.

Para definir las prioridades, "primero están los niños que vienen a los centros de primera infancia; luego familias que viven con VIH -Virus de Inmunodeficiencia Humana- y otros casos urgentes". "Se confía en la gente porque se va formando una red de conocidos y, si podemos asistir, la asistimos; si no, la ponemos en lista de espera".

Fundamind es una organización declarada de interés social y educativo, referente en Argentina y el resto de Latinoamérica y el Caribe en la atención integral de chicos vulnerables ante la pobreza y el VIH.

La cocinera Mariana Vagoni contó que "los menús son equilibrados; cuidamos la ingesta de azúcar refinada y la cantidad de sal". "Invitamos a los adultos a probar con algunas recetas de bajo costo y con valores nutricionales muy efectivos: un guiso de lentejas rico en hierro, agregando papas y quizás una porción pequeña de algún corte de carne económico".

También "croquetas de arroz con verduras o hígado en trocitos con algún puré dulce, como zapallo; o pastel de papa, donde se podría mezclar la carne picada con verduras cocidas", propone.

Según datos de la última Encuesta sobre la Deuda Social Argentina, elaborada por la Universidad Católica Argentina, más del 10 por ciento de los chicos de dos a cinco años no consume carne con la regularidad adecuada, es decir, tres veces por semana.

El problema se acentúa con las verduras (52 por ciento) y frutas (46 por ciento), mientras que medio millón de niños no desayunan todos los días.



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