Comunales | Escuelas secundarias tomadas

Se agrava el conflicto

Mientras los estudiantes del Mariano Acosta resolvían al cierre de esta edición los passo a seguir, más escuelas se sumaban a la protesta contra la pésima calidad del servicio alimentario y las prácticas laborales gratuitas forzadas que deben realizar los estudiantes de quinto año. La respuesta del gobierno escaló la violencia, con denuncias penales contra los padres de les alumnes participantes de las tomas, amenazas y negativa al diálogo. En el Mariano Acosta, un operario de la empresa contratada para tareas de mantenimiento, forzó el acceso a un tablero y dejó sin luz a les estudiantes durante la toma.
Buenos Aires, 27 de setiembre de 2022. En su edición de hoy el diario Página 12 informa que "Un operario que se identificó como Fernando Ramírez ingresó al colegio Mariano Acosta el viernes pasado, justo antes de la toma estudiantil. Se anunció ante la portera y dijo acudir ante un llamado para arreglar un baño, que nunca fue hecho desde la escuela. Minutos después de su ingreso, la luz se cortó. Al ser interceptado por las autoridades, no pudo explicar qué estaba haciendo allí. El vicerrector Julio Pasquarelli asegura que vio en su maletín herramientas eléctricas, y no de plomería. Increpado por las familias presentes --que llegaron a filmarlo y a tomarle fotografías-- "se apuró a subrise a la camioneta", relatan a Página/12. Al rastrear la patente pudieron comprobar que el vehículo pertenece a la firma MIG SA, que es, justamente, la designada por el Ministerio de Educación porteño para tomar a su cargo el mantenimiento de la escuela."

Con el correr de las horas, más escuelas se suman a la protesta. El lunes les alumnes de la escuela Lenguas Vivas Sofía Esther Broquen de Spangenberg, conocida como "Lengüitas", iniciaron una toma del establecimiento educativo también en reclamo de mejoras en viandas y en rechazo a las prácticas laborales obligatorias y no rentadas en empresas privadas y dependencias públicas impuestas por el Gobierno de la Ciudad. La toma del Lengüitas inició a las 10 de la mañana de este lunes, con presencia de padres y madres en la puerta de la institución para "asistir a los chicos y chicas y hacerles de resguardo", indicó Yamila Bravio, madre de una estudiante de tercer año.

También el Lorca, la Escuela de Cerámica N°1, el Normal Mariano Moreno, la Padilla, el Liceo 5 (que el lunes por la noche anunciaba un conflicto porque las autoridades se negaban a firmar las actas de la toma, como indica el procedimiento). Se suman otras con "pernoctes": el Pasteur, el Cortázar, el Normal 8; y varias más, como el Esnaola, con asambleas anunciadas para mañana y mociones de toma ya expresadas. Entre tanto, la comunidad de la Escuela Normal 1 se movilizaba por las reiteradas situaciones de inseguridad que sufren.

En un caso y en el otro, uno de los principales reclamos consiste en la mejora de las viandas que ofrece el gobierno, ya que, remarcó el centro de estudiantes en un comunicado, "con hambre no se puede estudiar". En ese sentido, les alumnes exigen que se apruebe el proyecto de "Ley Integral del Derecho a la Alimentación Adecuada en las Instituciones Educativas" y piden que con inmediatez se comiencen a "otorgar viandas dignas para todo nuestro alumnado".

La toma también lleva como consigna "No a las Acap (Actividades de aproximación al mundo del trabajo y a los estudios superiores)", es decir, a las prácticas laborales que el Gobierno de la Ciudad impuso como obligatorias para los alumnos del último nivel secundario. "Creemos inadmisible que se nos niegue el derecho a la educación al perder horas irrecuperables de clase y que se nos sea puestos en riesgo al no ser acompañados por profesores responsables a las prácticas", indicaron al respecto.  

Les estudiantes del Mariano Acosta, en tanto, continuarán con la toma del establecimiento que comenzó el viernes por la tarde y este mediodía realizarán una asamblea para analizar la continuidad de la medida en reclamo de mejoras en viandas, mantenimiento edilicio y contra las prácticas laborales obligatorias.

"Se definió extender la toma hasta las 12 que tendremos asamblea y vamos a ver cómo seguir", indicó a Télam Catalina, integrante del centro de estudiantes del Acosta, quien contó que luego de los cortes de energía eléctrica supuestamente intencionales que sufrieron durante el fin de semana, "ahora está todo bien en la escuela y recuperamos la luz el sábado a la noche", después de una intervención de la Defensoría del Pueblo de la Ciudad.

Sobre los reclamos, Catalina apuntó que "las viandas fallan porque son pocas y no son nutritivas" y alertó que también hay problemas con la infraestructura porque no tienen "las suficientes aulas ni bancos". "Hay un millón de cosas que están rotas, nuestro edifico es bastante viejo y necesita un montón de arreglos y nadie viene a resolverlo. No podemos seguir estudiando en las condiciones que estudiamos; la educación pública en CABA está fracasando", añadió.

La reacción gubernamental

La ministra de Educación porteña, Soledad Acuña, intentó descalificar la toma del Acosta y dijo esta mañana que la medida es "inentendible porque no hay reclamos que vienen discutiéndose desde antes; pasaron de cero a cien en una sola semana". Acuña, confirmó que el gobierno de la Ciudad de Buenos Aires denunciará ante la justicia a los padres que ingresan con sus hijos y apoyan la toma de las escuelas porteñas. La denuncia planteará que los adultos son responsables de los alumnos que participan de las tomas y por consiguiente deberán responder por los daños a los bienes escolares.

Además, mediante una demanda civil se les transferirá el pago de los sueldos a docentes y no docentes por cada día sin clases. "Las familias que autorizan a sus hijos a estar ahí, son responsables, ya hubo 40 familias en el 2018 que fueron procesadas en la justicia porque esto es un delito”, señaló Acuña en diálogo con la prensa. Un antecedente que desaconseja la vía judicial, pues la imputación que recibieron entonces 43 padres quedó en la nada.

También amenazó con que los jóvenes que tomen escuelas tendrán que recuperar cada día que pierden, y no podrán participar de otras prácticas educativas y salidas pedagógicas. “Soy una ministra que dialoga -afirmó después de realizar sus amenazas- pero no acepto la violencia y la coacción de una toma. No hay dialogo con alumnos que toman escuelas", sentenció la ministra. 

Respecto al reclamo por el estado edilicio, la ministra sostuvo en declaraciones al canal de televisión TN que "es un edifico centenario que tiene obras de mantenimiento permanente. No sabemos en particular a qué se refieren porque no es algo que hubiese sido planteado por las autoridades de la escuela, por las familias o por los estudiantes anteriormente".

Acuña también negó, aunque es un reclamo que se repite desde hace tiempo, conocer "la demanda" de les estudiantes sobre las viandas, dado que, asegura la ministra, "reciben y recibieron en este nivel todas las viandas que fueron solicitando". 

Se trata de "una demanda y una manifestación violenta y absolutamente política", opinó la ministra, al afirmar que las tomas en las escuelas tienen relación con la distribución de unos manuales que "están siendo fogoneados y repartidos por el kirchnerismo a través de su sindicato UTE y a través de distintos legisladores del Frente de Todos y están incitando a los chicos a tomar estas medidas violentas".

Consultada sobre el presunto sabotaje que dejó a la escuela sin luz durante el fin de semana, dijo que no tiene "en claro qué sucedió", pero que de todos modos "es un edifico público, no es un centro de campamento (...). No es un lugar que tiene que estar preparado para que los chicos pasen la noche y se hospeden".


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