Comunales | Un nuevo disco grabado y presentado en el barrio

Montaner por Balvanera

Ricardo Montaner realizó su último trabajo discográfico entre nosotros, grabando Tango en el mítico estudio ION y presentándolo en el no menos arquetípico Café de los Angelitos, en una velada trasmitida al mundo. El martes 24 de mayo, acompañado de la orquesta del maestro Andrés Linetzky, Montaner presentó su nuevo álbum Tango en el bar notable de Rincón y Rivadavia, donde el mismísimo Carlos Gardel estableció su “barra†y cantó versos de tangos eternos.
Buenos Aires, 31 de mayo de 2022. Tango, el álbum más sentido de su carreta, es un homenaje a su infancia en Argentina, un disco que representa la promesa que el artista le hizo a su padre, a su abuelo y a su público. El nuevo disco de Montaner es un homenaje a sus raíces y a su amor por Argentina, que se coronó con la presentación en el histórico Café Los Angelitos. Es que una promesa es una promesa, más si es a un abuelo y un padre, no importa si pasa el tiempo, los años e incluso las décadas, esta se debe cumplir. Ricardo Montaner cumplió la promesa a su familia, en especial a su abuelo, quien no dejaba de repetirle que el pequeño Ricardo era el ‘Carlos Gardel’ de la familia, por lo que era casi un deber grabar ‘Tango’, el disco que acaba de lanzar.

La emotiva noche estuvo dedicada a Gerardo Rozín, querido amigo de Ricardo Montaner que lo impulsó a grabar este maravilloso disco de tango.  Entre anécdotas y recuerdos de su infancia en Valentin Alsina para el selecto público presente, Ricardo hizo de esta velada un homenaje a su amor por la música que lo marcó para siempre. Mau y Ricky, Marlene Montaner, Stefi Roitman, Guillermo Francella, Palito Ortega, Alejandro Lerner, Claudia Villafañe, Jésica Cirio, Diego Nuñez, Lalo Fransen, Ariel Ardit, Nani Bargiano, entre otros, disfrutaron de esta noche histórica del exitoso cantante nacido en Argentina. El show se pudo ver en todo el mundo en vivo vía streaming.

Un proyecto así debía de realizarse yendo a las raíces y respetando el legado de los que escribieron la historia del género. Por eso es que el estudio que Montaner eligió para grabar  Tango es el mismo en el que varias de las figuras en la historia del éste género registraron sus discos más memorables: Estudios ION, emplazado desde 1956 en una vieja casona en el barrio de  Balvanera, a pocas cuadras de Los Angelitos, sobre Hipólito Yrigoyen 2519.

En este emblemático bar recuperado luego de varios años de permanecer cerrado, Ricardo reunió a una orquesta típica de doce integrantes formada por los más destacados instrumentistas del género, quienes fueron dirigidos por el Maestro Andres Linetzky, encargado también de realizar los arreglos de los once temas del álbum. 

La idea desde el comienzo era buscar la esencia del Tango. Tango que suene a tango, en la voz de Ricardo Montaner. Registrado en forma completamente analógica, se utilizaron  los mismos micrófonos con los que se grabaron algunas piezas inmortales del género. ‘Cuartito azul’, ‘Nada’, ‘Nostalgias’, ‘Uno’, ‘El día que me quieras’, ‘La última copa’, y ‘Por una cabeza’, son algunas de las canciones inolvidables que se incluyen en el álbum.

El álbum fue grabado con el seteo de la sala a cargo de Jorge “El Portugués†Da Silva,  que a sus 87 años ha participado de incontables sesiones en ese estudio y bajo el atento control de calidad de Osvaldo Acedo,  quien grabó entre otros a Goyeneche y a Piazzolla.

Montaner contó que el proyecto se inició "el pasado mes de enero, a los pocos días del matrimonio de mi hijo en Buenos Aires, para realizar este álbum que es mi reencuentro con mi ADN, mi niñez, mi volver al origen, a donde todo comenzó". Refiriéndose a su infancia, recordaba que "Cuando yo era chiquito mi papá me subía a una mesa, la limpiaba toda para que le cantara un tanguito a capella. Hoy de alguna manera, le estoy dando cumplimiento a una promesa que le había hecho a mi papá y mi abuelo."

Para seleccionar los temas grabados y luego presentados en vivo en Los Angelitos, decía Montaner que "Tuvimos varias reuniones para definir el repertorio. Mis productores tenían muy claros los tangos que querían que yo grabara, pero yo también tenía los míos. Tenía unos tangos que tenía que grabar sí o sí, pensando en mis padres, en mi familia y en mí. Pero en todo ese despelote se necesitaba poner orden, por lo que se definió un repertorio de diez canciones y no pasarnos de ahí. En medio de tanta canción me dijeron: “vos tenés que grabar ‘Fuimos’â€, pero yo no la conocía. Me costó trabajo aprenderla, pero hoy se convirtió en una de las favoritas de todo el álbum." 


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