Comunales | Vecinos regeneran un espacio degradado

La curva verde de Díaz Vélez

La Mesa de Trabajo y Consenso del Parque de la Estación impulsó un pedido ante las autoridades comunales para plantar flora nativa, el cual se concretó durante tres jornadas participativas. Fue a fines de agosto y tuvo el objetivo de regenerar un espacio degradado, para que los espacios verdes no terminen en los límites de sus veredas.
Buenos Aires, 7 de setiembre de 2021. Históricamente era un lugar para transitar a paso ligero. Suciedad, miedo a sufrir robos, mala iluminación. En el límite entre Balvanera y Almagro, al ras del paredón del tren Sarmiento, la curva donde la avenida Díaz Vélez se convierte en la calle Gallo era un territorio crítico para peatones y frentistas, incluso tras la inauguración del lindero Parque de la Estación. La lucha de los vecinos que integran la Mesa de Trabajo y Consenso de este pulmón verde logró a fines de agosto la puesta en valor del corredor entre Bustamante y Bulnes mediante la plantación de flora nativa en tres jornadas abiertas a la comunidad. 

“El objetivo de la obra es que el lugar tome más vida”, nos dice Cecilia Chávez, coordinadora del Grupo de Ambiente y Ecología de la Mesa de Trabajo y Consenso del Parque de la Estación. “Nosotros como vecinos tenemos poco espacio absorbente. Si podemos llenarlo de flora nativa van a circular mariposas, colibríes e insectos. Es una forma de regenerar el entorno natural y también de generar paz, alegría en el entorno urbano”, añadió.

Asimismo, se han fijado varios bancos de cemento y madera para fomentar la permanencia de los vecinos. Desde la Mesa se pidió instalar cercos perimetrales y además una mejora en la iluminación peatonal de la zona. “Proponemos que en las paredes que dan a las vías haya murales colectivos participativos”, añade Cecilia. Ese paredón, por su ubicación, suele ser blanco de pintadas políticas hechas con cal. En Díaz Vélez y Billinghurst hay un mural con motivos coloridos, hecho por el Gobierno porteño.

En el año 2000, cuando en el cruce de Gallo y Perón todavía estaba la antigua playa de maniobras del tren Sarmiento, los vecinos iniciaron una lucha para construir un parque y darle verde a una de las zonas más cementadas y densamente pobladas de la Ciudad de Buenos Aires. Con el empuje ciudadano, la Legislatura porteña aprobó en 2016 la Ley N° 5.734, que crea el Parque de la Estación tal como hoy lo conocemos. Dos años más tarde se inauguró el sector verde al aire libre y sin rejas, con juegos para niños, anfiteatro y corredores con flora nativa rioplatense plantada por los propios vecinos. En la vecina Plaza Fumarola, espacio también logrado por la lucha de los vecinos, se colocaron otros tantos ejemplares.  

Es decir, el Parque de la Estación desde el minuto cero ya estaba planificado por los vecinos como un espacio público de recreación, pero también como un lugar de fuerte reivindicación ambiental. Por eso mismo, dentro del Galpón Ferroviario del Parque, inaugurado en 2019, hay un invernadero y además se proyectó allí un Centro de Interpretación. La Mesa de Trabajo y Consenso, contemplada en la Ley porteña N° 5.734, funciona desde hace años gracias a la voluntad de los vecinos, quienes han creado distintas Comisiones y Grupos de Trabajo, aparte de haber impulsado festivales culturales y plantaciones de árboles. Recién en julio de este año el Gobierno porteño designó a la Administradora Transitoria de la Mesa, la ex comunera Verónica Bruk.

Desde hace tiempo, y en particular en tiempo de pandemia, han solicitado a las autoridades porteñas el mantenimiento necesario (como riego) ya que en muchas ocasiones se han secado plantas nativas. En el marco de este perfil activo de la Mesa, este año se proyectó poner en valor el entorno del Parque. Desde las redes sociales los vecinos confirmaban las obras en la curva de Día Vélez y afirmaban que los espacios verdes “no terminan en los límites de sus veredas”. Es por esto que “su área de influencia abarca más”: “Para que sea accesible, su llegada también lo tiene que ser”.

En diálogo con este medio, Cecilia Chávez, coordinadora del Grupo de Ambiente y Ecología de la Mesa, rememoró cómo fue el proceso: “Como usuarios transitamos sus alrededores y veíamos que la vereda de Díaz Vélez estaba mal, degradada. En la reunión de la Mesa de junio surgió que había que arreglarla. Mandamos una carta a la Comuna 5 (Almagro y Boedo) y al Consejo Consultivo Comunal 5 (asamblea de vecinos y entidades). En julio la vereda estaba realizada”. 

“Con el Consultivo surgió la idea de que haya flora nativa. Entonces en julio nos reunimos con una paisajista de la Comuna 5 para incluir flora nativa, plantas resistentes para estar en un cantero que tiene bastante uso peatonal. Se hizo hincapié en el recambio de tierra, en quitar las raíces y escombros que había”, sumó.  De este modo, el 23, 25 y 27 de agosto se celebraron jornadas de plantación comunitaria. Fue un espacio que sirvió para consolidar lo acordado con las autoridades porteñas y también para celebrar una acción entre vecinos.

Cecilia recuerda al respecto: “Muchos vecinos que viven enfrente se mostraron contentos al vernos trabajar. Se cruzaban a decirnos que el lugar era tierra de nadie. Durante las jornadas quedó de manifiesto la voluntad de recuperar este espacio”. 

A metros de la curva de Díaz Vélez se ubica el puente peatonal de Bustamante, otro sitio históricamente inseguro y degradado. La empresa estatal Trenes Argentinos realizó obras de puesta en valor y las inauguró a fines de junio junto a vecinos del Parque de la Estación.

Fuentes de Trenes Argentinos manifestaron que la obra incluye reparación estructural, nuevo cerramiento e iluminación, tratamiento anticorrosivo y refacción de escaleras. Son acciones nacidas desde la propia comunidad que, articuladas entre sí, buscan poner fin a años de abandono en esta zona donde conviven Almagro y Balvanera. 

Juan Castro


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