Comunales | Centro Gallego de Buenos Aires

Referencia argentina en una investigación

El diario BAE Negocios informó que un investigador del Centro Gallego de Buenos Aires lideró en Argentina un estudio mundial sobre el impacto de retrasar las cirugías en pacientes COVID-19 positivos para mejorar la tasa de mortalidad. Un cirujano del Centro fue el referente del capítulo argentino de un estudio que se realizó en 116 países coordinado por una universidad británica.
Buenos Aires, 16 de marzo de 2021. Publicó el matutino porteño "Una investigación científica mundial reveló que retrasar un procedimiento quirúrgico en pacientes COVID-19 positivos reduce la mortalidad. Este estudio fue dirigido por expertos de la Universidad de Birmingham. Más de 25.000 cirujanos trabajaron juntos como parte del grupo colaborativo llamado COVIDSurg para recoger datos de más de 140.000 pacientes de 1.674 hospitales en 116 países. El líder nacional de proyecto para Argentina fue el investigador Luis Boccalatte, un joven médico de 33 años que se desempeña como cirujano de cabeza y cuello en el Centro Gallego de Buenos Aires y como coordinador de docencia e investigación." De nuestro país participaron 1911 pacientes, atendidos por 46 equipos de cirugía de nueve hospitales. 

La noticia habla de la recuperación plena de un centro asistencial cuya existencia corrió peligro y que se haya íntimamente ligado a la emigración gallega en nuestro país y a la Comuna 3 donde se encuentra emplazado. No sólo recobró la capacidad de brindar cobertura de salud, sino que lo hace con un nivel de excelencia que es reconocido en el país y fuera de él.

Trascendencia del estudio

La investigación señalada marca un hito dentro de la investigación científica. Para realizarla, más de 15.000 cirujanos trabajaron juntos como parte del grupo colaborativo llamado COVIDSurg para recoger datos de 140.727 pacientes de 1.674 hospitales en 116 países incluyendo Argentina, Australia, Brasil, China, India, Emiratos Árabes Unidos, Reino Unido y Estados Unidos, entre otros países, creando uno de los estudios más grandes y amplios de cirugía en el mundo.

El objetivo del mismo era obtener evidencia acerca del tiempo óptimo que era posible retrasar una intervención quirúrgica para reducir el impacto negativo en la mortalidad de realizarla mientras se está cursando una infección COVID-19. Se usaron diferentes modelos estadísticos ajustados a diversas variables y se calculó la mortalidad y complicaciones postoperatorias a los 30 días para diferentes períodos desde el momento del diagnóstico de la infección por SARS-CoV-2 a la cirugía.

Los hallazgos han sido publicados en la prestigiosa revista Anaesthesia, órgano de la Asociación de Anestesístas de Inglaterra. Los investigadores descubrieron que los pacientes operados entre la semana 0 y 6 después de padecer COVID-19 presentaban mayor riesgo de muerte postoperatoria, así como los pacientes con síntomas al momento de la cirugía. Es por eso que este estudio recomienda que se retrase la cirugía al menos 7 semanas después de un test positivo o hasta que los síntomas se resuelvan si el paciente tiene síntomas durante 7 semanas o más después del diagnóstico.

El cirujano argentino Boccalatte aclara que esta decisión de retrasar una intervención quirúrgica debe evaluada por los médicos tratantes en cada caso. "Las ventajas de retrasar la cirugía 7 semanas después del diagnóstico de COVID-19 deberían ser valoradas frente a los potenciales riesgos de retrasarla. Para algunas cirugías urgentes, como por ejemplo tumores avanzados, los cirujanos juntos con los pacientes podrían llegar a la conclusión que el riesgo de retrasar la cirugía no está justificado", afirmó.





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