Comunales | Centro Gallego de Buenos Aires

Terminó la intervención

Ramón Suárez asumió la presidencia del Centro Gallego de Buenos Aires. Después de siete años de intervención judicial que empeoraron la grave situación que padecía la institución humanitaria, se normalizó la vida institucional, luego de haber encontrado un camino para recuperar la capacidad asistencial de la entidad. "Mi meta era evitar la quiebra del Centro Gallego y que los socios recibieran lo que se les prometió: atención médica de por vida, lo que está asegurado, por eso digo que mi objetivo ya se logró", aseguró Ramón Suárez. "Me interesa ahora –avanzó– desarrollar una tarea de preservación del patrimonio cultural, que siempre deberá permanecer en la Argentina y en el Centro Gallego de Buenos Aires, y darle sostenibilidad a la Fundación".
Buenos Aires, 10 de diciembre de 2019. El evento tuvo lugar en el inmueble ubicado en al avenida Belgrano al 2100 del barrio de Balvanera, donde el nuevo presidente de la institución, Ramón Suárez "Muxo", presidió el acto de asunción junto a Nicolás Serafini (veedor de la cámara), Martín Moyano (interventor del nosocomio), Raúl Olmos (titular del Grupo BASA, actual operador de los servicios de salud de la mutual) y funcionarios del INAES, y se firmó la correspondiente acta suscripta y entregada a los presentes.

El Centro Gallego de Buenos Aires se vistió de gala para recibir a la nueva conducción que asumió sus funciones por cuatro años, con la participación de funcionarios del INAES (Instituto Nacional de Asociativismo Económico y Social), veedores de la cámara, interventor del nosocomio y dirigentes del Grupo BASA, que fueron testigos del "nuevo ciclo" que según flamante presidente busca "darle lo mejor a sus afiliados".

El evento tuvo lugar en nosocomio donde el nuevo presidente de la institución, Ramón Suárez "Muxo", presidió el acto de asunción y se firmó la correspondiente acta suscripta y entregada a los funcionarios presentes. En ella consta expresamente que "cesan todos los poderes judiciales y extrajudiciales que fueran conferidos por la intervención que cesa o las anteriores". 

También se apunta en el documento que no es responsabilidad de las autoridades que asumen "ninguna de las actividades que se pudieran haber realizado en el pasado",  explicó Suárez en declaraciones a esta publicación. El dirigente señaló, asimismo, que se dejó constancia expresa de que la Comisión Directiva "no asume el resultado de ninguno de los balances" porque el único órgano que puede y debe aprobarlos es la asamblea del Centro Gallego. 

El acto de traspaso, que fue presidido por el veedor de la Cámara Federal en Primera Instancia, Nicolás Serafini, contó con la presencia del titular del Grupo BASA, Raúl Olmos, y funcionarios del INAES, entre otros. Aunque Suárez ocupa ya la presidencia de la institución, aún resta que el juzgado que lleva la causa notifique formalmente el cese de la intervención del Centro Gallego de Buenos Aires.

Si bien las elecciones se realizaron en setiembre de 2018, con una victoria de la lista "A Terra" de Suárez con el 67 por ciento de los sufragios frente a otra lista compuesta por cinco agrupaciones (Breogan, Celta, Galicia, Salud y Cultura y Unión Gallega), recién esta semana se produjo al asunción del nuevo presidente. Respecto a esta situación, el funcionario sostuvo que "el juez de la causa para mi entender actuó bastante extraño, no dispuso nunca que pese a mis pedidos de hacerlo, asumiera el cargo para el cual había sido electo, finalmente fui yo quien a través de una nota presentada al magistrado, INAES y al interventor que emplace a que ese acto se haga, recién ayer se realizó pero nunca hubo un pronunciamiento del estado argentino quien había intervenido este hospital para hacer este traspaso, debió ser una iniciativa mía".

"No sé lo que tarde el juez en expedirse tras ver el informe del veedor", indicó el presidente electo, quien agregó que, de los datos que surgieron de las auditorías que se realizaron (una formulada por el Grupo gerenciador BASA y otra por la intervención) "hay puntos que no coinciden" y que "todo eso deberá ser aclarado".

También está pendiente la conformación de la Junta Directiva, algo que Suárez estima que "debería suceder esta misma semana", para luego poder avanzar en las conversaciones con BASA destinadas a "coordinar la cooperación" (entre directivos y autoridades de la gerenciadora del Hospital del Centro Gallego).

A partir de la restitución de su conducción al Centro Gallego, la directiva que encabeza Ramón Suárez tendrá bajo su exclusiva administración y responsabilidad el Panteón Social, el Teatro Castelao, el anexo de Valentín Alsina, la Biblioteca y la conservación de la habitación 202, donde falleció Castelao. Además, todo el patrimonio cultural, que consiste en la pinacoteca, todo el material que atesora la biblioteca, las esculturas, tallas y obsequios recibidos por la Mutual a lo largo de los años. 

Las metas

"Mi meta era evitar la quiebra del Centro Gallego y que los socios recibieran lo que se les prometió: atención médica de por vida, lo que está asegurado, por eso digo que mi objetivo ya se logró", aseguró Ramón Suárez en declaraciones a este medio. "Me interesa ahora –avanzó– desarrollar una tarea de preservación del patrimonio cultural, que siempre deberá permanecer en la Argentina y en el Centro Gallego de Buenos Aires, y darle sostenibilidad a la Fundación".

Suárez le comentó al diario Crónica que "el centro estuvo intervenido por siete años desde 2012, en ese tiempo hubo tres interventores, el primero de casi 4 años, un segundo de unos 3 meses y Moyano (Martín) que completó algo mas de tres años. Pese a que la consigna de la intervención era sanear y reintegrar a los socios al Centro Gallego no se ha saneado nada, económicamente se llegó a una situación mucho peor que la momento de ser intervenido, y hubo que saldarlo entregando en concesión al Grupo BASA un gerenciamiento por 30 años con opción a compra, de las posibles opciones era la más interesante y la que se aceptó, y en esas condiciones, el INAES y la justicia nos devuelven el centro gallego. Sabemos que se abre un nuevo camino y tenemos la esperanza de hacer una ruta compartida con el Grupo BASA, a través de la cual esperemos que el exito acompañe a todos, porque es lo que necesitan los sufridos socios del Centro Gallego que durante tantos años han pagado sus cuotas sociales y en los últimos tiempo no recibían nada a cambio, y no obstante siempre se han mantenido fieles, por eso esa gente es la que hoy merece tener una recompensa a tanto sacrificio".

Con relación a la situación actual del hospital, Suárez dijo que "en cuanto a la atención de los socio se está haciendo cargo el Grupo BASA. Hubo que partir desde una situación catastrófica donde no había servicio, no había ningún tipo de prestaciones para los socios, y en cinco meses no se puede retomar toda la normalidad, pero se han producido importantes avances, se han reacondicionado a nuevo uno de los cinco pisos del hospital, esta muy próximo a inaugurarse otro de los pisos que estaban cerrados y abandonados, y se está trabajando, pero la tarea es ardua y nada se logra de un día para otro, lo importantes es que se visualiza el ritmo que hay en obras, y desde luego están cubiertos los servicios médicos que es lo más importante para los asociados".

Pensando en objetivos a futuro, el flamante presidente agregó que "nuestra misión como mutual es desde hace más de 100 años, brindar atención médica a los socios, eso se ha garantizado con el gerenciamiento por parte de Grupo BASA. Ahora nos queda una importante tarea que es supervisar y coordinar el trabajo con el grupo, la conservación del panteón social en la Chacarita y la preservación y conservación en las mejores condiciones exigibles para nuestro patrimonio cultural como biblioteca social o pinacoteca y otras obras de arte que tiene la mutual".


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