Buenos Aires, 29 de octubre de 2019. La renovación de 30 de los 60 diputados porteños conformará un nuevo esquema legislativo. Las primeras estimaciones indican que, posiblemente, al oficialismo se le podría dificultar conseguir los 40 votos necesarios para sancionar leyes que requieren modificaciones importantes, como la aprobación de ciertos proyectos urbanísticos. Tendrá, en principio, 35 bancas y en la vereda de enfrente, a los representantes del peronismo unificado.

Aún con resultado claramente favorable, la renovación del oficialismo en la ciudad tendrá cierto impacto en la composición de la Legislatura porteña a partir del 10 de diciembre. Si bien la coalición que responde a Horacio Rodríguez Larreta mantendrá la mayoría dentro del cuerpo de diputados, Juntos por el Cambio perderá cuatro bancas y el kirchnerista Frente de Todos tomará fuerza como el principal opositor en el Palacio Legislativo.

Durante esta elección se renovaron la mitad de las bancas de un total de 60 que componen la Legislatura de la Ciudad. La alianza Juntos por el Cambio puso en juego 21 bancas: 18 legisladores de Vamos Juntos, 2 de Evolución y 1 del socialismo.

Según el porcentaje de votos obtenidos ayer, el bloque que responde al oficialismo logró renovar 17 de esos 21 escaños, dos bancas más de los que hubiera obtenido si se repetía el porcentaje de las PASO, según explicaron fuentes del Palacio Legislativo.

Del otro lado, el Frente de Todos se consolidará como el principal espacio opositor en Perú 130. El kirchnerismo sumó poco más del 35% de los votos, por lo que obtuvo 11 bancas en la Legislatura porteña, una cifra que ampliaría el bloque actual. Entre las caras nuevas que aportará el espacio estará Ofelia Fernández, una joven de 19 años que  se destacó como dirigente estudiantil secundaria y feminista.

Los otros dos legisladores que comenzarán un nuevo mandato el próximo diciembre serán del Frente de la Izquierda y del espacio de Consenso Federal, con la lista impulsada por Marco Lavagna.

A las 21 se anunciaron los primeros resultados. Unos 15 minutos después, en el bunker macrista salió a escena el candidato que mejor hizo los deberes: Larreta obtuvo varios puntos más que los que el candidato nacional, Mauricio Macri, cosechó en la Ciudad. También aventajó a los legisladores de su espacio. Fue ese desempeño el que le dio también el lugar central en el escenario en el cierre del acto una hora después. Este año es el primero en que una elección a jefe de Gobierno fue unida a la presidencial.

"Hoy hicimos historia en la Ciudad de Buenos Aires. Hicimos una elección histórica, gracias a todos los vecinos que nos acompañaron y que valoran esa transformación que hicimos todos juntos en la Ciudad", resaltó en el centro del escenario, interrumpido por aplausos y el canto que más se oyó, "¡Borombombom, borombombom! ¡Para Horacio, la reelección!". Un rato antes había hablado el vicejefe, Diego Santilli, que renovará su cargo. "Realmente nos superaron con alegría, con el esfuerzo, con esta elección. Fueron 12 años de mucho trabajo", resaltó.

Del mismo modo que ocurrió en las PASO, el triunfo de Larreta se salteó apenas dos comunas de la Ciudad, que son las que se ubican más al sur: la 4 (La Boca, Barracas, Parque Patricios y Nueva Pompeya), donde hay empate técnico, y la 8 (Villa Soldati, Villa Riachuelo y Villa Lugano), donde el Frente de Todos cosechó la mitad de los sufragios. Fue en esta última donde se registró la peor performance de Juntos por el Cambio para la jefatura de Gobierno, en torno al 40%.

Pero el resto de los barrios se pintaron de amarillo, sobre todo en el norte porteño, donde el oficialismo rondó el 70%. Eso se vio también en la elección de representantes de las Comunas. Es que, desde que debutaron en 2011 en las elecciones para votar a los miembros de las 15 Juntas Comunales, los resultados siempre favorecieron al PRO. Sólo en la 4 y la 8 el resultado fue positivo para el Frente de Todos.

Volviendo a la disputa por la jefatura de Gobierno, el Frente de Todos osciló entre el 30% y el 37% en la mayoría de las comunas. Sólo en tres de ellas tuvo menos de un cuarto de los votos. Y en Recoleta registró el pico más bajo, en torno al 20%. Con todo, se ubicó segundo en todas las comunas, excepto en la 4 y la 8.

Pese a la contundencia del triunfo de Larreta, el avance del peronismo en la Ciudad es evidente: se constituyó como segunda fuerza, cuando en las elecciones de 2015 lo había sido únicamente en el sur, de la mano de Mariano Recalde. Ese año era Lousteau, hoy en Juntos por el Cambio, el que secundaba en territorio porteño y el que había obligado a Larreta a una segunda vuelta, en la que el candidato de ECO terminó obteniendo un nada despreciable 48,3%. 

El resto de las fuerzas quedó muy por debajo en la carrera por la jefatura de Gobierno porteña: el podio se completó con Consenso Federal, que obtuvo apenas el 5,39%. Su candidato, Matías Tombolini, había publicado un video horas antes en el que denunciaba que en algunas escuelas habían reemplazado las boletas habilitadas por unas falsas. Donde más votos cosechó el lavañismo en esa elección fue en la Comuna 10, integrada por los barrios de Villa Real, Monte Castro, Versalles, Floresta, Vélez Sarsfield y Villa Luro, en el oeste porteño. Gabriel Solano, del Frente de Izquierda y de Trabajadores (FIT), quedó cuarto, con un 3,6%. Su espacio rindió mejor entre sus candidatos a legisladores, que cosecharon un punto porcentual más.

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