Comunales | Asociación de Psicólogos de Buenos Aires

Año Beatriz Perosio

La Asociación resolvió en una asamblea extraordinaria aprobar el Año Beatriz Perosio en conmemoración del cuarenta aniversario de la desaparición forzada de quien fuese su Presidenta en 1978. Culminará el 8 de agosto del año que viene, aniversario de su secuestro, y en su trascurso se condonarán las deudas de las ex afiliadas y afiliados que se reincorporen a la institución.
Buenos Aires, 5 de setiembre de 2017. En una ciudad como Buenos Aires, con tantos psicólogos, tenía que haber una entidad que los representara. Existe y está aquí. La Asociación de Psicólogos de Buenos Aires (APBA) tiene su sede, desde hace muchos años, en Comuna 3. Actualmente en Pueyrredón 860, pero antes a pocas cuadras, en Azcuénaga 767. 

APBA es la primera entidad de psicólogos formada en el país, hace 55 años, y ha sido la impulsora de la formación de la Federación de Entidades de Psicólogos de la República Argentina (FePRA) y de la Asociación de Psicólogos del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, organización sindical que representa a los  profesionales que trabajan en el estado porteño, entre otras entidades específicas.    

Beatriz Perosio fue la más destacada de todos los psicólogos y psicólogas desaparecidos durante el terrorismo de estado de la última dictadura cívico militar, por su actuación en el campo de las organizaciones gremiales. Pero no fue la única. Otros trescientos quince profesionales y estudiantes sufrieron idéntica suerte. En homenaje a todos ellos la FePRA determinó que cada 8 de agosto se conmemore el Día Nacional del Psicólogo Víctima del Terrorismo de Estado en Argentina. 

La psicología fue blanco del terrorismo de estado por su identificación con los procesos de cambio que recorrían nuestras sociedades entonces y ahora. Era además, una profesión novedosa, cuyos primeros egresados comenzaban sus recorridos profesionales. Beatriz entendía que el devenir de la salud y enfermedad mental contenía en forma necesaria una dimensión social y que, por ello, la práctica profesional abarcaba un aspecto político, expresado en el compromiso con la promoción de los derechos humanos, tal como más tarde lo consagró la normativa sobre las incumbencias profesionales de los psicólogos en 1985. Nada de ello era tolerable para la dictadura militar y sus promotores civiles.

Tiempo atrás APBA era una entidad fuerte y vibrante. La dictadura no sólo reprimió a muchos psicólogos sino que limitó el ejercicio profesional a un rol simplemente auxiliar del médico y siempre bajo la supervisión de este. La modificación de ese encuadre legal arbitrario exigió muchas movilizaciones y vencer no pocas resistencias. Al calor de ese reclamo, la Asociación multiplicó sus fuerzas. 

Con la recuperación democrática, en 1985 se sancionó la ley nacional 23.277 de Ejercicio Profesional de la Psicología, que reconoció la autonomía científica de la joven disciplina, en todo lo que concierne al "diagnóstico, pronóstico y tratamiento de la personalidad, y la recuperación, conservación y prevención de la salud mental de las personas". 

Esto volvió legal lo que ya se había instalado en la sociedad como legítimo. Mucho habían hecho para lograrlo destacados asociados a la APBA como Eva Giberti, que al principio de su carrera laboral fundó de la primera Escuela para Padres de Argentina, para promover la comprensión de los procesos normales del desarrollo infantil y su integración a la crianza familiar. En el año 1962 esa Escuela se incorporó a la Facultad de Medicina y comenzó a dictar sus cursos en el Hospital de Niños. El Libro "Escuela para Padres" (en tres volúmenes) publicó 30 ediciones, lo que atestigua el impacto social que generó. Eva hoy es la Coordinadora del Programa Las Víctimas Contra Las Violencias, que depende del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos de la Nación, donde trabaja centralmente sobre violencia contra la mujer.

Pero al mismo tiempo, esa legitimación social de la autonomía en el ejercicio profesional, hizo que la mayoría de los psicólogos perdiera de vista la importancia de integrarse en una entidad profesional específica. En la actualidad, muchos de los nuevos egresados ni conocen este recorrido histórico que tuvo que hacerse. 

Sin embargo, otros motivos alientan la importancia presente de recuperar entidades como APBA. El innegable desarrollo de las neurociencias y el estímulo de la industria farmacológica, han instalado la idea riesgosa de que es posible "resolver con una pastilla" los problemas derivados del sufrimiento psíquico. Además, es parte de la época el apuro por "estar bien" y la exigencia de la felicidad a toda hora y en todo momento. En ese contexto, se privilegia la generalización de las medicaciones psiquiátricas, condenando a muchos a una dependencia farmacológica que no tiene salida. Se hace crónico el trastorno y con él, la necesidad de una medicación que, por lo demás, es cada vez más inaccesible por su precio.

Esos tratamientos tienen la característica de estar estandarizados y, por lo tanto, no distinguen aquello propio de las personas, que es su singularidad, resultado de una historia única e irrepetible. Quienes más expuestos se encuentran hoy a esta medicalización compulsiva son los niños, muchos de cuyos comportamientos normales han sido catalogados como "trastornos", para los cuales ya se han desarrollado las correspondientes pastillas.

La orientación de la sociedad a aceptar esa mirada empobrecedora de la persona como válida cuenta con el poderoso recurso de los grandes medios de comunicación, redes sociales e internet incluidos, donde se difunden sin vergüenzas cuestionarios para que cualquiera, sin formación previa, pueda auto diagnosticarse toda enfermedad mental real o supuesta. Los resultados para la salud mental no pueden ser más perniciosos.  

La promoción de las prácticas validadas científicamente es la tarea principal que debe realizar en este tiempo una entidad como la Asociación de Psicólogos, además de impulsar el permanente desarrollo de su campo teórico práctico. El Año Beatriz Perosio es una oportunidad para fortalecer una asociación que, con su actividad, tiene mucho importante que decir sobre la salud de la comunidad. 

  Lic. Gerardo Codina 


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