Comunales | Amparo en el Acosta

Unos sí y otros no

Pese a que hubo un fallo favorable en el recurso de amparo presentado por un grupo de madres y padres de la Escuela Mariano Acosta, la medida no alcanza a la mayoría de los alumnos. Así las cosas, otro grupo de familias se apresta también a recurrir a la justicia para solicitar idéntico resguardo.
Buenos Aires, 8 de junio de 2021. En nuestra edición virtual del 1º de junio publicamos la información relativa a la medida cautelar que había beneficiado a un grupo de alumnas y alumnos de la Escuela Mariano Acosta respecto de la exigencia de asistencia a la escuela para conservar la condición de alumno regular, pese a las dramáticas circunstancias sanitarias por las que atravesamos. 

Fue una resolución en segunda instancia en el marco de una acción de amparo promovida por un conjunto de padres de estudiantes de diferentes niveles concurrentes al establecimiento, que revirtió una sentencia de primera instancia que no había sido favorable a la petición. La Sala 1 de la Cámara de Apelaciones en lo Contencioso Administrativo, Tributario y de Relaciones de Consumo, impuso “preventivamente al GCBA que no compute inasistencias a los hijos y las hijas de los coactores por no asistir de modo presencial”. No sólo eso, sino que ordenó al Ejecutivo garantizar la modalidad virtual de niños, niñas y adolescentes que componen el alumnado de la Escuela Mariano Acosta.   

No obstante que la sentencia se dio a conocer el 19 de mayo, alcanzó su pleno sentido práctico a partir del retorno a la actividad escolar presencial, dispuesta por las autoridades educativas de la ciudad. Pero no resolvió la situación  de la mayoría de los alumnos, dado que sólo corresponde aplicarla en sentido estricto a quienes la solicitaron. Razón por la cual, ahora otro grupo de familias también se propone recurrir a la justicia para obtener idénticas garantías.

Esa necesidad de judicializar una situación escolar ha sido precipitada por la rigidez del gobierno en su empeño de forzar una “normalidad” educativa imposible de sostener criteriosamente en la situación sanitaria por la que atravesamos. Además, aunque el sentido común aconsejaría no generar diferencias entre los alumnos, es conocido que precisamente el sentido común fue lo primero que se perdió en el debate sobre las clases presenciales en medio de la peor ola de contagios por Covid.

Quizás el mal ejemplo cordobés sirva a las autoridades porteñas. Una vez que ahora, luego de que colapsara el sistema de salud de esa provincia, el gobernador Schiaretti decidiera suspender por catorce días las clases presenciales en todos los niveles, para tratar de contener la ola de contagios. O tal vez, se insista en la presunción de la excepcionalidad porteña, alegando que aquí en las escuelas no se registran contagios, pese a toda la evidencia internacional en contrario. Veremos.

                                                                                                                        Santiago Pujol


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