Comunales | Día del Niño

Festejo pese a todo

Un domingo invernal en varios sentidos todo este año el Día del Niño. Menos ventas de juguetes, muchas familias atribuladas por la escasez de recursos, la falta de trabajo o el temor a perderlo, hicieron más necesarias las convocatorias populares a celebraciones solidarias. En la Comuna este año no hubo iniciativa oficial en ese sentido, pero si festejos impulsados por organizaciones sociales y religiosas.
Buenos Aires, 20 de agosto de 2019. En la Escuela Guillermo Correa, entrando por la Plaza Velasco Ibarra (Jujuy y México), la gente de la Parroquia María Madre del Redentor, organizó un festejo para los pibitos del barrio, el domingo por la tarde, con juegos y payasos. Desde las 15 y hasta las 18, los nenes compartieron un momento de sana diversión regalado por los voluntarios de la Parroquia, que queda cerquita, en México al 2700.

Otros de los que celebraron fueron los integrantes de la Sociedade Galega de Arantei, Vilamarín e A Peroxa, de Moreno 3281. Pero con teatro para chicos. La fiesta del Día del Niño en esta entidad es un clásico, que cada año congrega a cientos de niños con sus familiares, en su sede de nuestro barrio. También en este caso, la fiesta fue la culminación de un largo proceso de preparación a cargo de los voluntarios miembros de la Sociedad.

Por caso, en esta ocasión los integrantes del grupo de teatro ‘Sushichou’, que dirige Natalia García, escogieron la obra que realizaron, la que tuvieron que adaptar y ensayar arduamente. Pero además, el resto de los integrantes de la asociación se pusieron manos a la obra. En el entrepiso se montó un taller de costura donde se diseñaron y cosieron los trajes. También armaron ellos mismos la escenografía, escribieron los guiones adaptados, armaron las coreografías, eligieron  la música y prepararon las luces.Paralelamente se conformó otro grupo que se encargó de conseguir lo necesario para preparar y servir el chocolate caliente y el alfajor con el que agasajaron a los pequeños al finalizar la obra. También montaron un pequeño bufete con café, té, bebidas y pastelería para el público en general.

El resultado no pudo ser mejor, pues deslumbraron a chicos y grandes que disfrutaron de un espectáculo precioso de puertas abiertas.


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