Buenos Aires, 26 de marzo de 2019. En su sitio en las redes sociales, el grupo No al cierre del Jardín Maternal Hospital Ramos Mejía publicó lo siguiente el pasado 18 de marzo:

"Importante:

1) Aquellas familias que tuvieron que preinscribir a sus bebés en otra escuela (porque el Ramos no figuraba en sistema) tienen que ir a Supervisión (Av. Boedo 650 de 8:30 a 16:30hs) para que les cambien las opciones de preinscripción y seleccionar el Lactario del Ramos. Y sólo una facilitadora en supervisión puede hacerlo. No se puede realizar una nueva preinscripción si ya tenés hecha una.

2) Aquellas familias que nunca realizaron la preinscripción pueden hacerlo de forma online desde sus casas (https://www.buenosaires.gob.ar/…/estudia…/inscripcionescolar) pero luego tienen que validar la documentación en la Supervisión, Av. Boedo 650 de 9 a 11 y de 14 a 16hs.

El trámite en supervisión no es personal, puede ir otro familiar con la documentación.

Ante cualquier sugerencia o reclamo se puede pedir Libro de Actas para dejarlo asentado."

"El Juez López Alfonsín luego de estudiar la causa, la historia de nuestro nivel y escuchar a sindicatos, familias y comunidad del Hospital Ramos Mejía ordenó una medida cautelar que obliga al gobierno de Larreta y Acuña a mantener abierta la Escuela Infantil completa", publicaba el sitio web de la Unión de Trabajadores de la Educación (UTE) el pasado 1º de marzo. El titular del Juzgado Nº 18 en lo Contencioso Administrativo y Tributario resolvió dar lugar a una medida cautelar solicitada por los docentes y exigió al Gobierno porteño disponer las vacantes para la sala de lactario en el Hospital Ramos Mejía, que la gestión de Cambiemos quería cerrar.

"El lactario si se abre", cantaban las profesoras. También se abrazan y sonríen. Para la comunidad educativa de la Escuela Inicial del Hospital Ramos Mejía -ubicado en el barrio de Balvanera- fue un día de festejo. Es que la decisión del juez Marcelo López Alfonsín de abrir las vacantes para la sala de 45 días a un año y medio, en el centro de salud Ramos Mejía, representó el final feliz de una historia que parecía tener otro desenlace. "Luchar tiene sentido. Con la decisión del magistrado ganaron la comunidad educativa, las ex alumnas, las maestras del área Inicial por defender el derecho social a la Educación", relató a Diario Z, Eduardo López, secretario general de la Unión de Trabajadores de la Educación (UTE).

La última misión que tenía el juez antes de tomar una resolución era visitar la Escuela Inicial, en el cruce de las calles Venezuela y Urquiza. Ese miércoles López Alfonsín recorrió las salas, habló con los docentes e, interiormente, ya había tomado la decisión: la sala lactario no se cerraba. Este mediodía, la decisión se traspasó al papel. "Ordenar al Gobierno de la Ciudad a que arbitre los medios necesarios a fin de proceder a la apertura inmediata de la inscripción de vacantes para niños y niñas de 45 días a 1 año de edad –sala de lactario- en la Escuela Infantil N°6 Distrito Escolar N° 6 para este ciclo lectivo 2019", indicó el magistrado y puso, como plazo máximo, cinco días para que el gobierno porteño acate la orden judicial.

En el fallo, el magistrado remarcó la necesidad de que el Gobierno de "asegurar y financiar la educación pública, estatal laica y gratuita en todos los niveles y modalidades, a partir de los cuarenta y cinco días de vida hasta el nivel superior" e indicó que no había ninguna diferencia edilicia entre "la sala del lactario y las otras salas que integran el jardín".

El magistrado manifestó la importancia de resguardar el derecho de estos niños y niñas a la lactancia materna y el derecho de las madres trabajadoras de poder amamantar y estar cerca de sus hijos/as en horarios laborales. A su vez, mediante el artículo 24 de la Constitución de la Cuidad de Buenos Aires, hizo hincapié en la responsabilidad que tienen la ciudad de garantizar la educación pública y gratuita en todos los niveles a partir de los 45 días de vida.

En octubre del año pasado de forma sorpresiva, inconsulta y arbitraria la comunidad educativa se enteró del cierre del lactario del hospital Ramos Mejía que dejaría 170 niñas y niños sin vacantes, perjudicaría a sus madres que mayoritariamente son trabajadoras del hospital y dejaría al cuerpo docente sin trabajo.

A partir de ese momento la comunidad educativa del lactario, familias, trabajadoras/es del hospital y docentes, se organizó en un plan de lucha para evitar el cierre.

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