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Corrientes angosta

En febrero de 2018 el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires comenzó los trabajos para transformar un tramo de la avenida Corrientes en peatonal nocturna. Ocurrió cuarenta y cinco días antes de la sesión del jueves 22 de marzo en la que la Legislatura porteña sancionó la ley que establece el régimen de arteria peatonal en los dos carriles inmediatos a la acera izquierda de la avenida Corrientes, en el tramo comprendido entre la avenida Callao y la calle Libertad, todos los días de 19:30 a 02:00 horas.
Buenos Aires, 5 de marzo de 2019. Decía además el texto de la ley que se construirían dos carriles exclusivos sobre la acera derecha para servicios de autotransporte público (taxis y colectivos) a un máximo de 40 km por hora, todos los días, las 24 horas, por lo que se dividiría este tramo de la avenida en dos, a través de un cantero central con vegetación.
 
El Proyecto aprobado tiene autoría del Jefe de Gobierno Horacio Rodríguez Larreta y la obra se encuadra en las previsiones del Plan Urbano Ambiental de la Ciudad de Buenos Aires que prevé en materia de transporte y movilidad la racionalización del transporte público automotor por medio de la ampliación de la red de carriles exclusivos para ómnibus y taxis ocupados y la limitación del estacionamiento vehicular en arterias de tránsito intenso fundamentalmente en aquellas donde circula el transporte automotor. 

"La idea es priorizar el espacio peatonal y ampliar las zonas verdes, son obras pensadas para mejorar la experiencia de los que las transitan, que incluyen áreas de descanso y nuevo mobiliario urbano como bancos, luminarias, cestos y contenedores que incentivan la permanencia", expresaba Eduardo Macchiavelli, ministro de Ambiente y Espacio Público.

La remodelación de la avenida Corrientes comenzó en octubre de 2017 con los trabajos de la primera etapa entre Carlos Pellegrini y Florida. Para peatones y vehículos transitar Corrientes en los últimos 18 meses se ha vuelto un ejercicio de sorteo de obstáculos entre montañas de tierra y piedras, rampas, máquinas ruidosas, vallas amarillas e inestables caminos de madera. 

El inicio de las obras en el tramo Callao- Libertad despertó inquietud e incertidumbre entre  comerciantes y empresarios teatrales que expresaban que los vecinos no pidieron esta reforma inconsulta, impuesta por intereses comerciales e inmobiliarios del Jefe de Gobierno. Al cabo de un año de obra el balance es por demás negativo: locales comerciales cerrados, sobre todo en esquinas emblemáticas debido a la falta de ventas por las dificultades de los transeúntes para acceder a los negocios, empresarios de cines, teatros y restaurantes que ven la merma en las ventas y se preguntan cómo accederá el público a la Corrientes nocturna cuando sea peatonal, y conductores de taxis que hoy no quieren transitar por la avenida porque la obra lentifica los trayectos. 

Según anunciaron las autoridades porteñas, la avenida  estará lista en abril próximo. Pero el estado de las obras indica que se prolongará por varios meses más. Para empresarios y comerciantes el problema no termina con el fin de los trabajos, sino que comenzará con la Corrientes angosta y las dificultades para acceder a ella tanto para peatones como para el transporte público. 


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