Porteñas | Por los alrededores del barrio

La nueva Plaza de Mayo

En obra desde principios de octubre, se ensancharán las veredas y se crearán nuevos senderos, reduciendo dos carriles a las avenidas Hipólito Yrigoyen y Rivadavia, entre otras modificaciones.
Buenos Aires, 6 de marzo de 2018. Según explicaron desde el Ministerio de Ambiente y Espacio Público porteño, las obras se enmarcan dentro del plan de renovación y puesta en valor del eje cívico de la ciudad -Plaza de Mayo-Plaza Congreso por Avenida de Mayo -para priorizar la circulación de los peatones en puntos estratégicos de la ciudad con mayor iluminación desde el piso, canteros con bancos, y grupos de pequeños árboles y palmeras buscando dar homogeneidad a las plazas en lugar de respetar sus características propias.

Las obras de puesta en valor de la Plaza de Mayo sumarán 2.000 metros de espacio público y según el Ministerio, se apunta a recuperar el espíritu y esplendor de la zona, a la vez de mejorar la calidad de vida de los vecinos ofreciéndoles un lugar más amigable. Urbanísticamente fue concebido para que se enfrenten y destaquen visualmente dos de los edificios más importantes de la ciudad, la Casa Rosada y el monumental edificio del Congreso de la Nación.

La presidenta de la organización Basta de Demoler (BDD), María Carmen Arias Usandivaras, denunció que estas obras se están haciendo sin cumplir con la ley de la Ciudad que establece que en el área APH1, distritos de protección histórica, entre los que se encuentra la zona de la Plaza de Mayo, no se puede tocar nada sin una ley de la Legislatura. "Están sacando los cordones de granito y no pueden poner cualquier otra cosa, los deben volver a colocar. Pretendían instalar los mismos bancos que están en todas las plazas para darle homogeneidad, cuando justamente es lo que no tiene que tener. No es lo mismo la Plaza de Mayo que la del Congreso o la Plaza San Martín. Sí se consiguió que no pongan las luces abajo y que mantengan la luminaria original. No es una cuestión de gusto sino de cumplir la ley", remarcó.

Un sentimiento de que el GCBA le está quitando toda la importancia a la historia, no deja de palpitar en el corazón de quienes la transitan diariamente entre obreros, martillos neumáticos y máquinas excavadoras que trabajan para levantar su embaldosado, incluidas las pintadas con los pañuelos de las Madres. Hay lugares que no deben tocarse. Si hubiera habido un sentido de conservación en la restauración, las baldosas con los pañuelos pintados se habrían dejado allí con el mantenimiento correspondiente.

Pareciera que se quieren querer borrar las  pisadas de las Madres y de todos los que las acompañan. Tanto Madres Línea Fundadora como Madres de Plaza de Mayo conservarán dos baldosas cada una y las demás se donarán a lugares para la Memoria. En tanto, al terminar las obras, Madres volverán a pintar los pañuelos. 

Se viene la marcha del 24 de marzo a la plaza y vallados y obstáculos intentarán perturbarla. Nada lo impedirá y no será la primera vez. Sin ir más lejos recordemos la marcha del 24 algunos años atrás cuando se debió circular entre bloques y vallados a los costados de la avenida de Mayo que se estaban colocando para la organización del circuito de una carrera automovilística organizada por el GCBA cuando su Jefe de Gobierno era Mauricio Macri.



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