Buenos Aires, 24 de octubre de 2017. La Morgue Judicial de la Ciudad de Buenos Aires, ubicada en Viamonte y Junín del barrio de Balvanera, donde se realizó la autopsia del cuerpo de Santiago Maldonado, se transformó en una suerte de santuario con velas, rosarios y mensajes de apoyo a la familia del artesano, así como también reclamos de justicia para esclarecer su muerte.

Tras la confirmación de que el cuerpo hallado en el río Chubut es el del joven que se encontraba desaparecido desde el 1 de agosto, cientos de personas se acercaron hasta el edificio del barrio porteño de Balvanera para expresarse acerca del caso que conmocionó al país.

En horas de la noche y la madrugada siguientes a su llegada, las paredes exteriores de la Morgue Judicial de la Ciudad de Buenos Aires, ubicada en Viamonte 2151, se llenaron de carteles, flores, rosarios, velas e imágenes con el rostro de Maldonado. Afiches, cartulinas o simples hojas de papel expresaban su acompañamiento a la familia del artesano de 28 años y reclamaban justicia por su muerte.

La familia reconoció a partir de los tatuajes al joven desaparecido desde el 1 de agosto, cuando la Gendarmería reprimió ilegalmente a la comunidad mapuche Pu Lof. "Pudimos ver el cuerpo, reconocimos los tatuajes", dijo el hermano mayor de Santiago. Sergio Maldonado sorprendió de ese modo a la prensa en la puerta de la morgue forense de la Corte Suprema, en Junín al 700, durante la primera jornada de la autopsia ordenada por el juez Gustavo Lleral y que transcurrió en medio de un clima de expectativa y tensión.

Sergio Maldonado insistió el viernes en que no descartaba la responsabilidad de Gendarmería y volvió a apuntar contra el Gobierno, luego de la conferencia de prensa en la que contempló la posibilidad de que el cuerpo de haya sido "plantado". "Nos sigue resultando inexplicable la negativa del Gobierno Nacional ante el ofrecimiento de colaboración de expertos de la ONU, de comprobada experiencia internacional", afirmó la familia en un comunicado difundido el viernes por la noche.

Desde temprano, el antiguo edificio ubicado en el barrio porteño de Balvanera había amanecido con velas en su entrada y decorado de mensajes de apoyo a la familia Maldonado. "Santiago, tu ser solidario te ha convertido en el hijo de todos", rezaba una pancarta con el rostro del joven desaparecido. En una de las columnas de la puerta de ingreso, un cartel pedía "respeto, verdad y justicia" y advertía a los familiares de la víctima que "no están solos". "Pensaron que lo enterraron en el olvido sin saber que era semilla", se leía en otra hoja blanca A4, cerca de dos ramos de flores.

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