Comunales | Casa Pantano

Permiso para demoler el patrimonio

El Observatorio de Patrimonio y Políticas Urbanas acaba de sonar una alarma sobre otro edificio patrimonial. El Boletín Oficial de la Ciudad anunció el viernes 16 que se puede demoler la Casa Pantano en la calle Gardel 3149. En agosto del año pasado se logró frenar por la movilización popular y la intervención de legisladores y la Defensoría del Pueblo, el desalojo de las familias que habitan el edificio. Buenos Aires, 27 de junio de 2017. La autorización para demolición parcial del viejo edificio, que atenta contra toda noción de patrimonio, considera “factible desde el punto de vista urbanístico, y en un todo de acuerdo a lo expuesto en los considerandos de la presente, el Proyecto de Ampliación, Puesta en Valor, Refacción y Demolición Parcial” del lugar.

En buen romance, lo que firmó el burócrata macrista “se carga un caserón de la transición entre el siglo 19 y el 20, profundamente italiano, en muy buen estado y de una tipología que, increíblemente, ya está empezando a ser rara en una ciudad que la consideraba típica”, como escribe Sergio Kierman en Página 12. Sus propietarios proyectan construir allí una “vivienda multifamiliar” de diez pisos de altura, con dos subsuelos de cocheras y locales en planta baja. Todo con muy buenos valores de venta y alta rentabilidad en una cuadra codiciada.

Haciendo el ridículo, los burócratas gubernamentales hasta se permiten señalar que el bloque que se edificará tendrá un “fuerte vínculo con el entorno de acuerdo a los perfiles medianeros preexistentes”. Es decir, toda una cuadra sin identidad.

En agosto del año pasado se detuvo el desalojo dispuesto por la justicia de la Casa Pantano, de las 25 familias que allí viven y resistían por el derecho a una vivienda digna. La orden había sido emitida por el Juzgado Civil Nº 52 de la Ciudad de Buenos Aires.

Se informaba entonces que la situación en Casa Pantano está ligada a un emprendimiento inmobiliario. Si bien es un edificio protegido por ley, ya que cuenta con protección de la Legislatura desde el año 2006, hay aval para hacer una “demolición parcial”.

En el Boletín Oficial del 8 de agosto de 2014 apareció la disposición N° 1173, que lleva la firma del Director General de Interpretación Urbanística. En la misma se considera “factible desde el punto de vista urbanístico, y en un todo de acuerdo a lo expuesto en los considerandos de la presente, el Proyecto de “Ampliación, Puesta en Valor, Refacción y Demolición Parcial”, para el inmueble sito en la calle Carlos Gardel N° 3149 /51 /55 /57 /59”.

La Casa Pantano está ubicada a 50 m del Shopping Abasto, un lugar muy buscado para la construcción de restaurantes y comercios tangueros. En la Ciudad de Buenos Aires la crisis de vivienda afecta al 10% de los hogares, que presentan déficit en cuanto a lo constructivo, ubicadas en villas o inquilinatos, o con mayor cantidad de habitantes recomendada, afectando a un total de casi 500 mil personas.

La Pantano fue patrimonio histórico, un edificio de renta del siglo diecinueve con largos patios, galerías y piezas con techos altos. Su dueña, Estela Pantano Macello, heredera del dueño original de la casa, de ahí el nombre, sólo se dedicó a alquilar las viviendas y a no hacer arreglos ni refacciones de ningún tipo que los inquilinos reclamaron durante años, en estructuras que fueron empeorando y pusieron en riesgo las vidas de niños y vecinos.

“Al principio le pedíamos que hiciera los arreglos y ella nos contestaba que los hiciéramos nosotros, que después lo descontaba de los alquileres acordados, entre 750 y 1800 pesos por habitaciones descuidadas, que depositábamos todos los meses en el banco Credicoop. Le dijimos que ella debía venir a la casa y encarar los arreglos, pero siempre nos ignoró. Entonces, cansadas, empezamos a organizamos, pusimos un abogado y no pagamos más la renta”, contaba una de las inquilinas.

Con la excusa de un enojo por la intervención de los abogados, Pantano Macello vendió la casa a un grupo inmobiliario que pretende hacer un edificio moderno y con aval de demolición parcial, resguardando la fachada original. “Lo resuelven de esa manera por tratarse de un edificio protegido por la Legislatura desde 2006”, explica, en referencia a la Disposición N° 1173/14 de la Dirección General de Interpretación Urbanística, que sostiene la medida. Ahora se dio un nuevo paso en esa dirección.


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